En cuanto a las capitales, las ciudades del norte y el oeste de Europa declararon estar más satisfechas con el transporte público, mientras que las del sur y el este mostraron índices de satisfacción más bajos.
Trasladarse de un punto a otro puede no suponer la misma experiencia en toda Europa. El transporte público influye mucho en la satisfacción general de los ciudadanos con la ciudad en la que viven.
Según un informe de la Comisión Europea, siete de cada diez europeos están satisfechos con el transporte público de su ciudad. Sin embargo, existe una enorme brecha en los niveles de satisfacción con el transporte público entre las ciudades europeas.
Si se comparan factores como la asequibilidad, la seguridad, la frecuencia y la fiabilidad, se observa una tendencia geográfica según la cual las ciudades del norte y el oeste de Europa declaran estar más satisfechas con el transporte público, mientras que las ciudades del sur y el este muestran índices de satisfacción más bajos.
La satisfacción oscila entre el 29% de Roma y Tirana y el 91% de Viena. Esta disparidad es aún mayor entre las ciudades no capitales, con índices que varían del 22% en la italiana Palermo al 95% en la suiza Zúrich.
En general, los habitantes de las capitales tienden a tener una mayor percepción de la seguridad en el transporte público, excepto en Roma y Ankara. De hecho, en Roma, menos de la mitad de la población considera seguro el transporte público. Roma también registra las puntuaciones más bajas en facilidad de , frecuencia y fiabilidad.
A la luz de la crisis climática, una coalición de 43 organizaciones europeas de transporte pide que la UE aumente la financiación del transporte público. La Comisión Europea también quiere fomentar cambios de comportamiento en favor de la movilidad activa y el transporte público.