Se trata del último enfrentamiento en una crisis política que ha paralizado la política surcoreana y ha provocado la destitución de dos jefes de Estado en menos de un mes.
PUBLICIDADLas autoridades surcoreanas abandonaron la residencia oficial del presidente destituido Yoon Suk Yeol después de un enfrentamiento de casi seis horas con su equipo de seguridad durante el que desafiaron los intentos por detenerlo. Es el último episodio de una crisis que ha paralizado la política surcoreana y que se ha saldado con la destitución de dos jefes de Estado en menos de un mes.
La Agencia Anticorrupción del país señaló que retiró a sus investigadores después de que el Servicio de Seguridad presidencial les impidiera ingresar a la residencia de Yoon durante horas debido a preocupaciones sobre su posible arresto.
Anticorrupción indicó que sus investigadores, superados en número, tuvieron varios enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad presidenciales y expresaron "un profundo pesar por la actitud del sospechoso, que no cumplió con el proceso legal".
La Agencia Nacional de Policía dijo que planeaba investigar al jefe y subdirectores del Servicio de Seguridad presidencial bajo sospecha de obstrucción del deber oficial y los citó para interrogarlos el sábado. Las autoridades surcoreanas habían entrado en la residencia oficial del presidente destituido Yoon Suk Yeol en Seúl para ejecutar una orden de detención por la breve imposición de la Ley Marcial.
Los policías tuvieron que abrirse paso a través de una multitud de partidarios de Yoon que se había congregado frente al complejo presidencial. El Servicio de Seguridad presidencial bloqueó el de los agentes que contaban con una orden de registro tanto de la oficina como de la la residencia de Yoon.
Es el último episodio de tensión en una crisis política que ha paralizado la política surcoreana. Todo comenzó el 3 de diciembre, cuando Yoon, aparentemente frustrado por el bloqueo de sus políticas por un Parlamento dominado por la oposición, declaró la Ley Marcial y envió tropas para rodear la Asamblea Nacional.
El Parlamento revocó esa declaración en cuestión de horas en una votación unánime y destituyó a Yoon el 14 de diciembre, mientras las autoridades surcoreanas abrían una investigación penal sobre los hechos. Yoon se ha mantenido desafiante, ignorando las peticiones de interrogatorio y prometiendo luchar para seguir en el cargo.
"Escandaloso desprecio por la ley"
Seok Dong-hyeon, uno de los abogados del equipo legal de Yoon, había confirmado que los investigadores habían llegado al edificio, pero anticipó que era poco probable que pudieran detener al presidente este viernes. También dijo que los esfuerzos de la agencia por detener a Yoon eran "imprudentes" y mostraban un "escandaloso desprecio por la ley".
El Ministerio de Defensa surcoreano confirmó que los investigadores y los agentes de Policía burlaron una unidad militar que custodiaba el recinto de la residencia antes de llegar al edificio. El enfrentamiento llevó al Partido Democrático, de la oposición liberal, a pedir al líder en funciones del país, el viceprimer ministro Choi Sang-mok, que ordenara al servicio de seguridad presidencial que se retirara.
Choi, que también es ministro de Economía, no se pronunció inmediatamente sobre la situación. En un desafiante mensaje de Año Nuevo dirigido a los partidarios conservadores que se concentraban ante su residencia, Yoon dijo que "luchará hasta el final" contra las "fuerzas antiestatales". Sus abogados han calificado la orden de "inválida" e "ilegal" y han dicho que las Fuerzas de Seguridad presidenciales podrían detener a la Policía que intentara ejecutarla.