Biagio lleva cuatro años viviendo en un contenedor; Samanta ha perdido su casa en un desahucio y vive lejos de sus hijos; Giuseppe ha pasado años en la estación de tren. Hoy nos enseñan a mirar la ciudad con otros ojos
PUBLICIDADFue la primera ciudad occidental en establecer un curso universitario, la primera en el mundo en abolir la esclavitud y, durante unos días, Bolonia es también uno de los primeros lugares donde se puede dar un paseo por el centro siendo guiado por tres personas sin hogar.
Sin techo y sin trabajo, los protagonistas de esta iniciativa se han puesto manos a la obra, han estudiado y, si se confirma el éxito de las primeras salidas, pronto se convertirán en los primeros operadores turísticos de una start-up. El proyecto surge de la colaboración entre diferentes entidades locales: públicas, privadas y cooperativas.
La vida ha sido dura con estos "cicerones" de la calle: Daniele, apodado "Il Biagio", vive en un contenedor desde hace cuatro años. Era empleado público y tenía estudios, pero esto no fue suficiente. Samanta perdió su casa en un desahucio. Ahora vive en un alojamiento que le han confiado los servicios sociales, lejos de sus hijos y sin ninguna seguridad para el futuro, pero también ha aprovechado su larga experiencia en el teatro para dar énfasis a su descripción de los monumentos a los turistas. Giuseppe, por otra parte, ha pasado años en la estación de tren y las noches dormitando en un autobús en busca de calefacción: era cocinero, tiene un diploma de agrimensor, pero un préstamo sin pagar le ha dejado en la calle.
El recorrido de este particular tour, que se desarrollará hasta el 1 de agosto y se reanudará en septiembre, comienza en la galería de imágenes de la Quadreria de Bolonia.
El proyecto nació gracias a la asociación de personas sin hogar, Piazza Grande, y a la Cámara de Comercio local. Se llama "Gira La Cartolina", nombre que invita a observar la otra cara de la moneda en una ciudad llena de belleza.
La Galería de Imágenes es un lugar simbólico para la gente que la cuenta: "Un tiempo la obra del Poveri Vergognosi -explica al público 'Il Biagio'- fue el lugar donde la organización benéfica boloñesa gestionó la ayuda a sus antiguos conciudadanos acomodados, y luego cayó en desgracia", dice, casi como si hablara de sí mismo.
Samanta, por otra parte, tiene la capacidad de interpretar las pinturas de la escuela de Bolonia que se exhiben en el museo, como si estuviera actuando en una obra de teatro. Luego, en la calle, llama la atención de los turistas sobre la presencia de personas sin hogar en la acera: "No los ignores, sonríeles, dales los buenos días como lo harías con cualquier otra persona".
Ella, afortunadamente, dejó de dormir en la calle, pero Giuseppe, después de haber contado la historia del 'Risorgimento' por el parque de Montagnola, y tras presumir de haber revelado un falso mobiliario de bronce del siglo XIX, llega a la estación, donde vivía como sintecho y apenas puede contener las lágrimas.