Human Rights Watch acusa a las fuerzas del orden chilenas de cometer graves violaciones de los Derechos Humanos durante las protestas y en las detenciones. El Gobierno de Piñera exige explicaciones a los Carabineros
PUBLICIDADCuarenta días de estallido social y Chile sigue dejando imágenes de duros enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden como las de este martes, tras una manifestación de miles de personas en la capital, Santiago.
Todo esto, el mismo día que Human Rights Watch publicó un demoledor informe denunciando "graves violaciones de los derechos humanos" por parte de los agentes para contener las protestas.
"Las fuerzas encargadas de restaurar y proteger el orden público cometen en esas tareas graves violaciones a los Derechos Humanos y es previsible que de no introducirse reformas urgentes en estas prácticas, estas violaciones y estos abusos van a continuar", afirmó José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch.
Ultimátum del gobierno a los Carabineros
El gobierno de Sebastián Piñera ha dado una semana a las fuerzas del orden para que den explicaciones. Los carabineros, en el punto de mira, han reconocido la necesidad de hacer profundas reformas en sus procedimientos.
La Fiscalía ha abierto más de 2600 investigaciones contra agentes, ausados de uso indiscrimnado de armas antidisturbios, torturas, maltratos y abusos sexuales. Más de 230 personas sufren graves lesiones oculares debido a los balines disparados por los antidisturbios.
El joven Gustavo Gatica se queda ciego
El caso más conocido es el del joven Gustavo Gatica, que ahora se ha sabido que se va a quedar completamente ciego tras recibir un impacto en el rostro.
Las protestas también ha dejado 23 muertos y 15.000 detenidos. El acuerdo histórico entre los partidos sobre una Constitución había creado esperanzas de paz que no se han concretado. Entre las demandas de los manifetantes, un aumento del salario mínimo.
El jefe de la diplomacia chilena dice a la OEA que es una 'advertencia' para la región
La crisis parece haberse enquistado en la piel de Chile. El jefe de la diplomacia Teodoro Ribera advirtió este martes a la OEA que lo que ocurre en su país debe interpretarse como una "advertencia" para la región.