Cumbre internacional para desarrollar una vacuna contra la covid-19. Auspiciada por el Reino Unido, esta cumbre virtual congregará a medio centenar de países, jefes de Estado y gobierno, y figuras de peso como Bill Gates
PUBLICIDADEn estos tiempos poco propicios al multilateralismo, el Reino Unido ha convocado para este jueves una cumbre virtual, con la intención de abrir una "nueva era de cooperación internacional" en el desarrollo de una vacuna contra la covid-19.
Como ha explicado el primer ministro británico, Boris Johnson, tomarán parte cincuenta países, 35 jefes de Estado y gobierno, y figuras destacadas como Bill Gates. El objetivo, recaudar al menos 7400 millones de dólares para impulsar las campañas de vacuación en el mundo y 2000 millones para financiar el desarrollo y la distribución de una futura vacuna contra la covid.
Francia, Alemania, Italia y Países Bajos han forjado una alianza para acelerar la producción de una vacuna "en suelo europeo". Turquía y Rusia también han acordado cooperar.
La ONU y la Cruz Roja alertan contra el peligro de un "nacionalismo de la vacuna". En un comunicado conjunto han hecho un llamamiento para que se busca un tratamiento que no sea elitista sino popular y a la que tengan todos los ciudadanos, en especial, los más pobres y vulnerables.
Suecia reconoce los problemas de su modelo, con una mortalidad muy superior al resto de los países nórdicos
Entretanto Suecia reconoce que su modelo, tan alabado en el mundo, está muy lejos de la perfección. El país optó frente al coronavirus por una estrategia basada en recomendaciones y en la responsabilidad individual. El resultado, más de 4400 muertos, con una tasa de moralidad muy superior al del reto de los países nórdicos.
"La estrategia básica funciona bien y el nivel de difusión del virus es bajo -aseguró el epidemiólogo jefe de Suecia, Anders Tegnell-, pero desafortunadamente, tenemos un número muy alto de muertes. Estamos trabajando en ello".
Doce contagiados en un avión con destino a Atenas
El peligro de rebrote del virus se ha vuelto palpable en Grecia, donde 12 de los 91 pasajeros de un vuelo a Atenas han dado positivo. Todos han sido puestos en cuarentena.
El incidente pone de relieve los riesgos que conlleva forzar la máquina para reactivar el turismo a las puertas del verano.