"Me gustaría que Egipto se llevara a la gente", dijo Trump. "Estás hablando de probablemente un millón y medio de personas, y simplemente limpiamos todo eso y decimos: 'Ya sabes, se acabó'".
El presidente Donald Trump dijo el sábado que le gustaría que Jordania, Egipto y otros países árabes aumentaran el número de refugiados palestinos que aceptan en la Franja de Gaza, lo que podría suponer la salida de una parte suficiente de la población para "limpiar" la zona devastada por la guerra y hacer borrón y cuenta nueva.
Durante una sesión de preguntas y respuestas de 20 minutos con periodistas a bordo del Air Force One, Trump también dijo que había puesto fin a la prohibición de su predecesor de enviar bombas de 2.000 libras (907 kilos) a Israel. El veto estaba pensado para reducir las víctimas civiles durante la guerra de Israel con Hamás en Gaza que ahora está detenida por un tenue alto el fuego."Llevaban mucho tiempo esperándolas", dijo Trump sobre las bombas. Preguntado acerca de por qué levantó la prohibición de esas bombas, Trump respondió: "Porque las compraron".
Trump es pro-Israel sin paliativos. Sobre su visión más amplia para Gaza, el presidente dijo que había tenido una llamada a primera hora del día con el rey Abdalá II de Jordania y que también hablaría el domingo con el líder egipcio, Abdel Fattah el-Sissi. "Me gustaría que Egipto se hiciera cargo de la gente", dijo Trump. "Estamos hablando de probablemente un millón y medio de personas, y simplemente limpiamos todo eso y decimos: 'Ya sabes, se acabó'".
Trump aseguró que felicitó a Jordania por haber acogido con éxito a refugiados palestinos, pese a declaraciones anteriores del rey jordano rechazándolos, y que le dijo a este: "Me encantaría que acogieras a más".
"Algo tiene que ocurrir", añadió el empresario venido a presidente por segunda vez. "Pero casi todo está demolido y la gente está muriendo allí". Y añadió: "Así que prefiero involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en un lugar diferente, donde tal vez puedan vivir en paz para variar".
El nuevo presidente añadió tras su toma de posesión esta declaración alineada con los intereses de los colonos israelíes: "Gaza es interesante. Es una ubicación fenomenal, sobre el mar. Tiene el mejor clima, ya sabéis, todo es bueno. Se podrían hacer cosas muy bonitas con ella".
La reanudación de la entrega de grandes bombas, por su parte, supone una ruptura con el entonces presidente Joe Biden, que detuvo su entrega en mayo como parte de un esfuerzo para evitar que Israel lanzara un asalto total a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza. Un mes más tarde, Israel tomó el control de la ciudad, pero después de que la gran mayoría del millón de civiles que vivían o se refugiaban en Rafah hubieran huido.
"En Gaza han muerto civiles como consecuencia de esas bombas y de otras formas de atacar centros de población", declaró Biden a la 'CNN' en mayo, cuando mostró las armas. "Dejé claro que si entran en Rafah no suministraré las armas que se han utilizado históricamente".
La pausa de Biden también había retenido 1.700 bombas de 500 libras (226 kilos) que habían sido empaquetadas en el mismo envío a Israel. Semanas después, sin embargo, esas bombas fueron entregadas.
La acción de Trump se produce cuando ha celebrado la primera fase de un alto el fuego entre Hamás e Israel que ha pausado los combates y ha supuesto la liberación de algunos rehenes retenidos por Hamás en Gaza a cambio de cientos de prisioneros palestinos retenidos por Israel. Las negociaciones sobre la segunda y tercera fase del acuerdo, más difíciles, aún no se ha retomado. Estas supondrían la liberación de todos los rehenes de Hamás y el cese definitivo de los combates.
El Gobierno israelí ha amenazado con reanudar su guerra contra Hamás -que lanzó un ataque masivo contra Israel el 7 de octubre de 2023- si no se libera a los rehenes restantes.