Con la llegada de la democracia a España la situación en la frontera se intentó normalizar, pero, tras el Brexit, los expertos consideran que es necesario un nuevo acuerdo al que, de momento, parece complicado llegar. Analizamos la situación.
Se han cumplido 40 años de la apertura total de la Verja de Gibraltar, un acontecimiento que puso fin a 15 años de bloqueo y abrió el paso fronterizo entre el territorio británico y el español de La Línea de la Concepción al tránsito de vehículos y mercancías.
Aunque la reapertura supuso un antes y un después para las relaciones entre Reino Unido y España en aquel momento, el pequeño enclave situado en el extremo sur de la Península Ibérica ha dado lugar a tensiones geopolíticas entre los dos aliados en varias ocasiones durante las últimas décadas.
¿Cuándo se cerró la Verja de Gibraltar?
Fue el dictador Francisco Franco quien ordenó el cierre permanente de la Verja el 8 de junio de 1969, cortando a su vez las comunicaciones con el enclave y provocando el aislamiento completo entre familiares, amigos y vecinos que vivían en diferentes lados de la frontera.
Aquello fue un drama social que aún recuerdan los vecinos. Hubo familias rotas. El alcalde de La Línea de la Concepción, el municipio fronterizo, asegura en declaraciones a 'Euronews' que se provocó "una distorsión total de la convivencia en familia, se quedaron familiares a un lado y hubo una gran pérdida de puestos de trabajo, fue un desastre".
Aquella crisis económica se resolvió años después con la reapertura, aunque La Línea nunca creció al ritmo de Gibraltar que, por su parte, sí ha tenido "un desarrollo bastante importante" según explica el alcalde, Juan Franco. También reconoce que la economía de su municipio "ha ido creciendo más despacio, al calor de la economía gibraltareña, con los problemas que ello conlleva, el balance es desigual", concluye.
Franco tomó la decisión de cerrar la Verja en respuesta a un referéndum por el que la población de Gibraltar había votado a favor, de forma unánime, de seguir bajo la soberanía británica. La apertura formal de la frontera fue en 1985, año en el que se abre al tráfico rodado permitiendo el intercambio de mercancías. No obstante, tres años antes, en 1982, se autorizó la movilidad de peatones de un lado al otro. La apertura total la llevó a cabo el Gobierno socialista de Felipe González con un claro objetivo: entrar en el Mercado Común Europeo y en la OTAN.
"Felipe González y su ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, estaban absolutamente decididos, no solo por una cuestión del error histórico que había cometido Franco, sino también por intereses nacionales", apunta en declaraciones a 'RTVE' quien fuera alcalde de La Línea de la Concepción, el municipio fronterizo con Gibraltar, Juan Carmona.
El Brexit sigue generando dudas años después
Casi una década después de que los británicos votaran a favor de salir de la Unión Europea el 23 de junio de 2016, las negociaciones sobre un pacto definitivo en lo que se refiere a Gibraltar siguen en el aire.
En declaraciones a 'TVE' el martes, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo que "en estos momentos hay un aspecto puntual sobre la libre circulación de personas y otro sobre las mercancías que son los últimos escollos". Sin embargo, subrayó que "hay voluntad política para alcanzar un acuerdo".
Hasta ahora, las autoridades españolas y gibraltareñas han llevado a cabo controles laxos en la Verja, aunque la falta de acuerdo entre ambos lados ha dado lugar a escenas caóticas como, por ejemplo, el pasado 22 de noviembre cuando la Policía Nacional española comenzó a pedir por sorpresa el pasaporte a los ciudadanos que querían entrar a España. Unos 15.000 trabajadores españoles cruzan a diario la Verja para acudir a su puesto de trabajo.
El Acuerdo de Nochevieja
Tras el Brexit, se firmó el Acuerdo de Nochevieja en el año 2020, donde se perfiló cuál sería la situación de la Verja, aunque sin una resolución definitiva. Desde entonces, las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre la integración de Gibraltar en el espacio Schengen están atascadas.
'Euronews' se ha puesto en o con el ministro principal de Gibraltar. Fabián Picardo asegura estar "trabajando de buena fe para resolver todas las cuestiones de forma que todas las partes puedan aceptarlas". El jefe del Gobierno gibraltareño nos explica que esta misma semana están "trabajando para tratar de abordar las preocupaciones mutuas que afectan a ambas partes, como el tránsito de personas y mercancías".
Urge una resolución definitiva
Expertos consultados por 'Euronews' aseguran que es urgente llegar a una resolución definitiva. "Si no hay un acuerdo se podría provocar un colapso en el paso fronterizo que sería realmente muy grave", nos dice la periodista especializada en asuntos de Gibraltar, María Jesús Corrales.
"Es una frontera con un tránsito realmente intenso", añade. Pero a las consecuencias prácticas en el cruce fronterizo se sumaría un duro impacto económico. "El 25% del Producto Interior Bruto del Campo de Gibraltar depende de Gibraltar", dice Corrales, preocupada por el daño que supondría para la economía de la comarca española un posible cierre de la frontera.
Ante este escenario, Picardo reconoce la urgencia de la negociación. "Todas las partes han manifestado en repetidas ocasiones su buena voluntad y su compromiso para resolver los asuntos, llegando a un tratado lo antes posible", nos dice.
Al margen de la situación económica, que es la más preocupante para las empresas que operan en la zona, hay que tener en cuenta el "factor humano". La propia María Jesús Corrales es española y vive en Gibraltar, como muchos otros ciudadanos que han desarrollado allí su carrera. "A nivel humano puede suponer un golpe importante, los políticos se están jugando mucho con todo esto", asegura.
"Podríamos tener un tratado mañana"
"Hay un cierto cansancio, un hartazgo en la ciudadanía, todo el mundo está ansioso por que se consiga ese acuerdo que definitivamente de tranquilidad y unas garantías jurídicas a los ciudadanos de ambos lados de la frontera", dice la periodista.
Por el momento, el sistema de frontera permeable da flexibilidad a los ciudadanos, pero es algo ocasional. Para Corrales, la solución sería que la Unión Europa "ponga en marcha soluciones que ofrezcan garantías jurídicas en Gibraltar para facilitar la movilidad".
Hasta el momento, las propuestas que Gibraltar ha puesto sobre la mesa abogan por esa garantía del espacio Schengen, según nos explica el ministro principal. Picardo asegura que Gibraltar ha presentado soluciones que protegerían la seguridad de Schengen y preservarían la integridad del Mercado Único de la UE. "Si esas soluciones se aceptaran esta semana, podríamos tener un tratado mañana", confirma el político.
Pero al margen de ese tratado, la parte española implicada tiene una reivindicación más: crear un estatus fiscal para La Línea. Su alcalde nos explica que el municipio se encuentra en una situación única que hace que sea necesaria otro tipo de regulación respecto a la del resto de España.
"Nos encontramos en la situación de desigualdad más grande entre dos territorios en toda la Unión Europea. Gibraltar tiene la tercera renta 'per cápita' más alta a nivel mundial y nosotros tenemos la renta más baja de todos los municipios españoles con menos de 50.000 habitantes", explica Juan Franco.
Por el momento, el ministerio de Hacienda se ha opuesto a esta posibilidad y los vecinos linenses deben convivir con una de las zonas más ricas del mundo pese a la baja capacidad adquisitiva de su localidad. Es otro asunto propio de la idiosincrasia de Gibraltar que lleva años sin resolverse y que demuestra que la apertura de la Verja no tuvo solo efectos positivos para el Campo de Gibraltar.