La fundación española ANAR concluye que el 77% de los casos estaban relacionados con el ámbito digital, tras analizar más de 11.000 denuncias.
Tres de cada cuatro casos de violencia de género denunciados a una organización española de ayuda a la juventud se perpetraron mediante tecnología digital, según ha advertido la fundación ANAR, que ha publicado un análisis que revela el creciente papel que está jugando la esfera online en las problemáticas de los menores.
La Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) ha analizado los casos de más de 11.000 niños y jóvenes que acudieron a la entidad en busca de ayuda entre junio de 2023 y junio de 2024, y ha detectado que el 56% estaban relacionados o agravados por las tecnologías digitales. Entre los casos relacionados con la violencia de género, las redes están presentes en el 77% de los incidentes denunciados.
La investigación se publicó a raíz del estreno de la exitosa serie de Netflix, 'Adolescencia', que ha avivado el debate sobre cómo proteger a los niños de los daños de las redes sociales y la radicalización en línea. Algunos, incluido el creador de la serie, abogan por prohibir los teléfonos inteligentes en las aulas.
ANAR enumera el ciberacoso, la adicción a las pantallas, el acoso en línea, el 'grooming' y el 'sexting' no consentido entre los problemas experimentados por los niños en plataformas digitales. También estaban presentes en cuestiones relacionadas con la expulsión de los niños de sus hogares (64%) y el maltrato psicológico (61%). Entre los que declararon haber experimentado con pensamientos e intentos de suicidio, las plataformas digitales estaban relacionadas con el 62% de los casos.
Las niñas tienen más probabilidades de verse afectadas
Las chicas son más propensas a verse afectadas, según el análisis, ya que representaban el 63,8% de los casos. Hubo una excepción en los casos relacionados con la adicción a las pantallas, en los que los chicos constituyeron la mayoría, un 55%. La edad más común de los afectados es de 14 años.
Diana Díaz, directora de la línea de ayuda, destaca que la casuística es cada vez más complicada, ya que casi tres de cada cuatro casos requieren simultáneamente de apoyo psicológico, jurídico y social. "Nos enfrentamos a casos más graves, más urgentes y más difíciles de atender", asegura esta especialista.
Díaz señala que muchos de los niños y jóvenes que se enfrentan a estos problemas lo hacen solos: en el 55% de los casos analizados por ANAR estos no reciben apoyo profesional. "Nos estamos encontrando con menores que viven situaciones extremas, solos, sin atención profesional, sin apoyo emocional, sin supervisión en el uso adecuado de la tecnología y sin saber cómo pedir ayuda", dice.
Benjamín Ballesteros, director y portavoz de ANAR, afirma que si bien la tecnología digital es una parte esencial de la vida moderna, su mal uso está incrementando el daño entre los jóvenes. "El mensaje es claro: cada vez hay más sufrimiento vinculado al uso inadecuado de la tecnología y muchas veces este es silenciado o ignorado por quienes les rodean, por lo que debemos protegerles", explica Ballesteros. El experto añade que las tecnologías deben ser herramientas para el desarrollo y no una causa de malestar. "No podemos dar a los menores dispositivos con conexión a internet y ilimitado a un sinfín de contenidos que pueden ser altamente nocivos".
Esta investigación sigue a una encuesta de Amnistía Internacional publicada el mes pasado, según la cual el 73% de los s de redes sociales de entre 13 y 28 años de Reino Unido habrían presenciado contenidos misóginos en línea. Esto se produce después de que el Consejo de Ministros de España aprobara un proyecto de ley que, de ser aprobado por el Congreso, elevaría la edad mínima para el uso de las redes sociales de 14 a 16 años. También endurecería las penas por 'grooming' y 'deepfakes'.
La directora jurídica de la línea de ayuda, Sonsoles Bartolomé, pide que se actúe en todos los frentes. "La prevención en las aulas, el apoyo de las familias, la regulación efectiva del entorno digital y la corresponsabilidad de las plataformas tecnológicas son clave. También hay que proteger los derechos de los niños en el entorno online", señala, recordando las más de 100 recomendaciones realizadas por ANAR.
Las empresas tecnológicas deben adoptar una mayor responsabilidad ética a la hora de diseñar contenidos y plataformas, concluye el informe. También recomienda que las familias establezcan normas claras, se comuniquen abiertamente y estén activamente presentes en la vida en línea de sus hijos.