La situación energética en Cuba ha alcanzado niveles críticos, con apagones simultáneos que afectan a más de la mitad del territorio nacional durante las horas pico de consumo.
Cuba ha enfrentado históricamente problemas con su infraestructura eléctrica, pero en los últimos años la situación ha empeorado dramáticamente. El sistema energético cubano, completamente controlado por el Estado desde 1959, sufre de un deterioro sistemático debido a la falta de inversión y mantenimiento adecuado.
Desde 2021, los apagones se han vuelto cada vez más frecuentes y prolongados. La isla ha experimentado cuatro apagones nacionales en menos de seis meses, dejando sin electricidad a prácticamente toda la población. El más reciente ocurrió a mediados de marzo de 2025, cuando aproximadamente 10 millones de cubanos quedaron sin servicio eléctrico durante un fin de semana completo.
Febrero de 2025 marcó un récord negativo con el 57% del país sumido en la oscuridad simultáneamente, representando la mayor tasa de déficit de generación en al menos los últimos dos años.
La situación actual: cortes de electricidad en Pascua
Según el último informe de la Unión Eléctrica (UNE), empresa estatal responsable del suministro eléctrico, este domingo se espera una situación particularmente grave. Para el horario pico, durante la tarde-noche, cuando la demanda energética alcanza su máximo nivel, se pronostica:
- Capacidad máxima de generación: 1.654 megavatios (MW)
- Demanda esperada: 3.350 MW
- Déficit energético: 1.696 MW (>50% de déficit)
- Afectación real por desconexiones: 1.766 MW
El servicio eléctrico ya se ha visto interrumpido durante las 24 horas previas debido a la salida imprevista de dos unidades de centrales generadoras, agravando aún más la situación.
Causas fundamentales de la crisis
Las razones detrás de esta crisis energética son múltiples y complejas. Por un lado, expertos independientes señalan una infrafinanciación crónica del sector como causa principal. Las estimaciones sugieren que el Gobierno cubano necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para rehabilitar completamente la red eléctrica nacional.
El informe de la UNE revela que ocho de las 20 unidades de producción termoeléctrica están fuera de servicio por averías o mantenimiento. Adicionalmente, 77 centrales de generación distribuida y una unidad generadora flotante están inoperativas por falta de combustible, principalmente diésel y fueloil.
Por su parte, el Gobierno cubano enfatiza el impacto de las sanciones estadounidenses sobre el sector energético como un factor determinante en la crisis actual.