El primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, dimitió tras el fracaso de Crin Antonescu en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, fracturando aún más la coalición gobernante en medio de la agitación política.
Marcel Ciolacu dimitió el lunes como primer ministro rumano, un día después de que el candidato de la coalición gobernante de la gran carpa, Crin Antonescu, no lograra un puesto en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Ciolacu ya presentó su dimisión el pasado mes de diciembre, tras no clasificarse para la segunda vuelta de las reñidas y anuladas elecciones, en las que el candidato ultranacionalista Calin Georgescu salió de la nada para ganar la primera ronda.
El domingo, la coalición que incluía al PSD de centroizquierda de Ciolacu, al partido liberal PNL y al partido de la minoría húngara UDMR/RMDSZ, no consiguió inspirar a los rumanos para que apoyaran a Antonescu en la primera vuelta de la votación presidencial, que se repitió después de que el escándalo sin precedentes de las elecciones anuladas en diciembre provocara una importante agitación dentro del bloque.
La actual hornada de ministros del PSD ha decidido abandonar el Gobierno junto con Ciolacu, tras las acusaciones de que no hicieron lo suficiente para ayudar a Antonescu a asegurarse el primer puesto. El domingo por la noche, los liberales ya habían acusado al PSD de no haber hecho lo suficiente para movilizar a sus votantes en todo el país, especialmente en las zonas rurales, para que apoyaran a Antonescu.
Según fuentes de 'Euronews Rumanía', el PNL pidió al primer ministro en funciones que dimitiera en favor del presidente interino, Ilie Bolojan, fracturando aún más la alianza. Mientras que los ministros del PSD permanecerán en el cargo durante el periodo interino de 45 días, Bolojan tendrá que nombrar ahora a un nuevo primer ministro, que deberá obtener la aprobación del Parlamento rumano.
El domingo por la noche, el candidato nacionalista George Simion ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas con cerca del 40,5% de los votos. En el recuento oficial, el candidato independiente Nicușor Dan quedó en segundo lugar y pasó a la segunda vuelta, eliminando a Antonescu, un resultado que conmocionó a la clase política tradicional del país miembro de la UE y la OTAN.
Todos los sondeos preelectorales favorecían la victoria de Simion en la primera vuelta. Sin embargo, el resultado de Dan, alcalde de Bucarest, envió un claro mensaje a la coalición en el poder, que apoyó a Antonescu como candidato del principal partido. El lunes, el PSD decidió no apoyar a ninguno de los dos candidatos en la segunda vuelta. Por su parte, el PNL anunció su apoyo unánime a Dan en la votación, prevista para dentro de dos semanas.