Los electores venezolanos están llamados a las urnas para elegir parlamentarios y gobernadores locales, pero la oposición insta a la población a no votar. También se elige al gobernador de la disputada Guayana Esequiba
PUBLICIDADMás de 21 millones de votantes venezolanos están llamados a las urnas para elegir legisladores, gobernadores y otros cargos en medio de la creciente represión gubernamental. Pero muchos ciudadanos están considerando si hacer caso a los llamamientos de la oposición a boicotear la votación y a los del partido gobernante a participar.
Las elecciones serán las primeras que permitan una gran participación de votantes desde las elecciones presidenciales del año pasado, que el presidente Nicolás Maduro afirmó haber ganado a pesar de las pruebas creíbles de lo contrario.
Decenas de detenciones antes de la votación en Venezuela
Tendrá lugar dos días después de que su Gobierno detuviera al menos a setenta personas, entre ellas el exvicepresidente de la Asamblea Nacional y líder opositor Juan Pablo Guanipa, vinculándolas a un supuesto complot para obstaculizar la votación.
La participación, a ojos de la oposición, legitima la pretensión de poder de Maduro y el aparato represivo de su Gobierno, que ha detenido a más de dos mil personas, entre manifestantes, trabajadores electorales, activistas políticos y menores de edad, desde las elecciones presidenciales de julio de 2024, para reprimir la disidencia.
Mientras tanto, el partido gobernante ya presume de una victoria aplastante en todo el país, al igual que hizo en las anteriores elecciones regionales, independientemente de laparticipación de la oposición.
Una encuesta nacional realizada entre el 29 de abril y el 4 de mayo por la empresa de investigación venezolana Delphos mostró que sólo el 15,9% de los votantes tenían una alta probabilidad de votar el domingo. De ellos, el 74,2 por ciento dijo que votaría por candidatos de los aliados del Partido Socialista Unido de Venezuela, mientras que el 13,8 por ciento dijo que votaría por candidatos asociados con dos líderes de la oposición que no están boicoteando las elecciones.
Apoyo de Estados Unidos a los opositores en Venezuela
"Me parece absolutamente despreciable", dijo el sábado el líder opositor Humberto Villalobos, refiriéndose a la participación electoral de algunos opositores. "Estamos enfrentando la represión más brutal de los últimos años en el país. (La votación) es una comedia, una parodia".
Villalobos era el jefe de la división electoral de la líder opositora María Corina Machado cuando, junto con otros cinco opositores al Gobierno, se refugió en un complejo diplomático en la capital de Venezuela en marzo de 2024 para evitar ser detenido. Pasó allí más de un año y el sábado, él y otros cuatro opositores hablaron públicamente por primera vez desde que abandonaron el complejo y llegaron a Estados Unidos a principios de este mes.
El Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, que se reunió con el grupo el viernes, describió su salida del complejo como una operación de rescate internacional. Esta afirmación fue rebatida por el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, quien dijo que era el resultado de negociaciones con el Gobierno.
Los electores también están llamados a votar por la Guayana Esequiba
El Consejo Nacional Electoral, leal al partido gobernante, supervisará las elecciones del domingo para elegir a los legisladores de los estados, los 285 de la unicameral Asamblea Nacional, y a los 24 gobernadores, incluida la recién creada gobernación creada puramente para istrar Guayana Esequiba, una región largamente disputada entre Venezuela y la vecina Guyana.
En la Venezuela de Maduro, los resultados del domingo tendrán poco impacto en la vida de la gente porque su Gobierno, altamente centralizado, controla prácticamente todo desde la capital, Caracas.
Además, después de que la oposición se hiciera con el control de la Asamblea Nacional en 2015, Maduro convocó elecciones para elegir a los de la Asamblea Constituyente en 2017. Este órgano, controlado por el partido gobernante, se declaró superior a todos los demás poderes del Estado hasta que dejó de existir en 2020.