Los vehículos eléctricos suponen el punto de fricción más reciente en una disputa comercial más amplia sobre los subsidios del Gobierno chino. Las nuevas tasas también afectan a los fabricantes de automóviles europeos.
Desde el pasado miércoles, la Unión Europea (UE) aplica nuevos aranceles a los vehículos eléctricos importados de China. Permanecerán en vigor durante los próximos cinco años. Sin embargo, se espera que continúen las negociaciones entre la UE y China, y Bruselas podría levantar los aranceles si se llega a un acuerdo.
Los vehículos eléctricos son el punto de fricción más reciente en una disputa comercial más amplia sobre los subsidios del Gobierno chino y las crecientes exportaciones de tecnología ecológica de Pekín hacia el bloque de los Veintisiete. A continuación, repasamos algunos datos básicos sobre los aranceles aduaneros de la UE.
¿Qué hizo la Unión Europea?
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, llevó a cabo una investigación de ocho meses y concluyó que las empresas que fabrican coches eléctricos en China se benefician de una ayuda gubernamental masiva que les permite vender a precios más bajos que sus rivales en la UE, hacerse con una gran cuota de mercado y amenazar los puestos de trabajo europeos.
Los aranceles difieren según el fabricante: 17% para BYD, 18,8% para Geely y 35,3% para la estatal SAIC. Otros fabricantes de vehículos eléctricos en China, incluidos Volkswagen y BMW, estarían sujetos a un arancel del 20,7%. La Comisión ha calculado un tipo individual para Tesla del 7,8%.
"Al adoptar estas medidas proporcionadas y específicas después de una investigación rigurosa, defendemos las prácticas justas del mercado y la base industrial europea", afirmó el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
¿Por qué la Comisión tomó medidas?
La Comisión ha afirmado que los coches eléctricos fabricados en China han pasado de representar el 3,9% del mercado de vehículos eléctricos en 2020 al 25% en septiembre de 2023.
La Comisión afirma que las empresas chinas han conseguido este objetivo con la ayuda de subvenciones a lo largo de toda la cadena de producción, desde terrenos baratos para fábricas por parte de los Gobiernos locales hasta suministros de litio y baterías por debajo del precio del mercado por parte de empresas estatales, pasando por exenciones fiscales y financiación a tipos de interés inferiores a los de los bancos controlados por el Estado.
El rápido crecimiento de la cuota de mercado ha suscitado temores de que los coches chinos acaben amenazando la capacidad de la UE para producir su propia tecnología ecológica necesaria para combatir el cambio climático, así como los puestos de trabajo de 2,5 millones de trabajadores en riesgo en la industria del automóvil y de 10,3 millones de personas más cuyos puestos de trabajo dependen indirectamente de la producción de vehículos eléctricos.
Los es solares subvencionados procedentes de China han lastrado a los productores europeos, una experiencia que los Gobiernos europeos no quieren que se repita en su industria automovilística.
Inusualmente, la Comisión actuó por su cuenta, sin que mediara una queja de la industria automovilística europea. Los líderes de la industria y Alemania, sede de BMW, Volkswagen y Mercedes-Benz, se han opuesto a los aranceles. Esto se debe a que muchos de los coches que se verán afectados por los aranceles son fabricados por empresas europeas, y China podría tomar represalias contra la industria automovilística o en otras áreas.
¿Cómo está reaccionando China?
Pekín ha criticado duramente la investigación y los aranceles más elevados, calificándolos de proteccionistas e injustos. El Ministerio de Comercio también ha iniciado investigaciones 'antidumping' sobre las exportaciones europeas de brandy, carne de cerdo y productos lácteos. A principios de este mes, anunció aranceles provisionales del 30,6% al 39% sobre los brandis ses y de otros países europeos, después de que los países de la UE votaran a favor de finalizar los aranceles sobre los vehículos eléctricos.
Los funcionarios también han dicho que están deliberando sobre la posibilidad de aumentar los aranceles a las importaciones de vehículos de gasolina con motores grandes.
Las conversaciones entre las dos partes se han centrado en las últimas semanas en los llamados "compromisos de precios" como una posible solución. En tal escenario, los fabricantes de automóviles acordarían un precio mínimo de venta para sus vehículos eléctricos en Europa.
Algunos fabricantes de automóviles chinos están considerando la posibilidad de producir automóviles en Europa para evitar aranceles y estar más cerca del mercado. BYD está construyendo una planta en Hungría, mientras que Chery tiene una empresa conjunta para fabricar automóviles en la región española de Cataluña.
¿Cómo se comparan los aranceles de la UE con los anunciados por EE. UU.?
La istración Biden está aumentando los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos del 25% actual al 100%. En ese nivel, los aranceles estadounidenses bloquearán prácticamente todas las importaciones de vehículos eléctricos chinos. Eso no es lo que Europa quiere hacer.
Los funcionarios de la UE quieren coches eléctricos asequibles del extranjero para lograr sus objetivos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, pero sin los subsidios que los líderes de la UE consideran una competencia desleal.
Los aranceles previstos tienen como objetivo nivelar el terreno de juego al aproximarse al tamaño de los subsidios excesivos o injustos disponibles para los fabricantes de automóviles chinos. Los países europeos también subvencionan los coches eléctricos. La cuestión en las disputas comerciales es si los subsidios son justos y están disponibles para todos los fabricantes de automóviles o distorsionan el mercado a favor de una de las partes.
¿Qué significa esto para los conductores y los fabricantes de automóviles europeos?
No está claro qué impacto tendrán los aranceles en los precios de los automóviles. Los fabricantes de vehículos chinos pueden producir automóviles a un precio tan bajo que podrían absorber los aranceles en forma de menores ganancias en lugar de aumentar los precios.
Actualmente, los fabricantes de automóviles chinos suelen vender sus vehículos en el extranjero a precios mucho más altos que en China, lo que significa que están priorizando las ganancias sobre la participación de mercado, incluso teniendo en cuenta sus recientes ganancias de mercado.
Cinco de los seis modelos de BYD seguirían obteniendo ganancias en Europa incluso con un arancel del 30%, según los cálculos de Rhodium Group citados por la agencia AP. De acuerdo con Rhodium, el modelo Seal U Comfort de BYD se vende por el equivalente a 21.769 euros (23.370 dólares) en China, pero por 41.990 euros (45.078 dólares) en Europa. El modelo básico del compacto Seagull de BYD, que llegará a Europa el año que viene, se vende por unos 10.000 dólares (unos 9.230 euros) en China.
Si bien los consumidores podrían beneficiarse de los coches chinos más baratos a corto plazo, permitir prácticas desleales podría acabar significando menos competencia y precios más altosmás adelante, sostiene la Comisión.