La incertidumbre en torno a los aranceles comerciales de EE.UU. está costando a la eurozona y a la economía británica miles de millones este año y el que viene, que no podrán compensarse totalmente con un aumento del gasto en Defensa en 2025.
Según el último informe de S&P Global, la incertidumbre económica reducirá la economía de la eurozona, valorada en 14,6 billones de euros, en un 0,4% acumulado del PIB entre 2025 y 2026.
En su última previsión económica, redactada antes de que se anunciaran los aranceles del 25% a las importaciones de automóviles estadounidenses, S&P Global también rebajó sus anteriores expectativas para la eurozona del 1,2% al 0,9% para 2025 debido a esta incertidumbre.
El economista jefe para EMEA, Sylvain Broyer, declaró a 'Euronews Business' que "es probable que la propia incertidumbre suponga un riesgo mayor para la economía europea que los aranceles por sí solos". Por otro lado, hay brotes de esperanza en Europa. Gracias al estímulo fiscal en Alemania y la UE, el PIB podría crecer un 1,4% en 2026.
¿Hasta qué punto podrían los aranceles estadounidenses perjudicar la recuperación europea?
Broyer, subrayando que su previsión podría cambiar debido a los impredecibles movimientos políticos que se avecinan, esbozó varios escenarios para ver el efecto de los posibles aranceles en la economía del bloque.
En el peor de los casos, un aumento de los aranceles estadounidenses sobre todas las importaciones de la UE hasta el 25% limitaría el crecimiento del PIB de la eurozona al 0,5% en 2025 y al 1,2% en 2026. En este caso, predice que el BCE recortaría los tipos de interés más de una vez este año y los subiría más tarde de lo que predicen actualmente los expertos.
Comentando los últimos anuncios de la Casa Blanca, que promete aranceles del 25% sobre todos los coches y piezas de automóviles, Broyer dijo a 'Euronews Business' que sus previsiones ya habían tenido en cuenta un arancel del 10% de esta naturaleza. Añadió que un 15% adicional tendría un efecto limitado sobre las cifras actuales.
"Alemania se vería más afectada que el resto de la eurozona, dada su mayor dependencia de las exportaciones de automóviles estadounidenses, aproximadamente 1,5 veces la media europea", explicó Broyer, añadiendo que la producción alemana disminuiría un 0,1% en 2025.
Desde un punto de vista más positivo, la confianza en Europa está aumentando, respaldada por la caída de los tipos de interés y la inflación, lo que se traduce en una fortaleza continuada del mercado laboral. El esperado estímulo fiscal, especialmente en el sector de la defensa, impulsa aún más la confianza.
Es probable que los Estados de la UE acuerden un aumento del gasto en Defensa del 1% del PIB a partir de 2026, lo que podría impulsar el PIB de la zona euro un 0,1% en 2026, un 0,2% en 2027 y un 0,3% en 2028.
Una probable subida de tipos del BCE en el horizonte
Dado que los posibles aranceles de represalia de la UE no parecían impulsar sustancialmente la inflación en el bloque en el momento de finalizar el informe, S&P Global prevé que el BCE recorte los tipos una vez más este año, hasta el 2,25% en abril o junio.
S&P Global prevé que el BCE comience a subir su tipo de interés básico en el segundo semestre de 2026, con dos subidas previstas, hasta que el tipo de la facilidad de depósito alcance el 2,75% a finales del próximo año. Espera una fuerte recuperación de la demanda de crédito y sugiere que el estímulo fiscal empujará a la economía a una tasa de crecimiento insostenible.
Broyer escribió que los riesgos para las previsiones actuales incluyen la incertidumbre comercial, el posible fracaso en la ejecución de los planes fiscales y los efectos indirectos de la economía estadounidense si el crecimiento al otro lado del Atlántico se ve afectado por el aumento de los precios de importación. En el lado opuesto, los programas de estímulo fiscal podrían tener un impacto mayor de lo esperado y mejorar rápidamente la confianza.
Las perspectivas de crecimiento del Reino Unido se reducen casi a la mitad
En otra previsión económica centrada en el Reino Unido, que llegó antes del anuncio de los aranceles sobre los automóviles, S&P Global rebajó sus expectativas sobre el crecimiento de la economía británica del 1,5% al 0,8%. La reducción a casi la mitad de la previsión se explica por la elevada inflación, la debilidad de los volúmenes de exportación y la restricción de la política monetaria. Según la oficina de estadística, el PIB británico crecerá un 1,1% en 2024.
Según Marion Amiot, economista jefe para el Reino Unido de S&P Global Ratings, si el Reino Unido no logra librarse de los aranceles del 25% anunciados recientemente sobre las exportaciones de automóviles a EE.UU., el PIB podría verse afectado en un 0,2%. "Las exportaciones de automóviles a EE.UU. son la mayor fuente de superávit comercial bilateral de bienes para el Reino Unido", afirmó.
La incertidumbre en torno al comercio, la débil demanda en Europa y China y el fuerte valor de la libra están limitando las exportaciones del país, que aportaron el 31% del PIB nacional en 2024. El débil crecimiento de las exportaciones también se debe a los elevados costes laborales y energéticos para las empresas.
El Reino Unido es el cuarto mayor exportador de Defensa de Europa
"Los precios de la energía siguen siendo hoy el doble de altos que antes de la crisis energética, así que hay muchas cosas que tienen que absorber", explica Amiot a 'Euronews Business'.
Un segmento que puede esperar una aceleración de la demanda en estos momentos es el de la Defensa. El Reino Unido es el cuarto mayor exportador de Defensa de Europa, por lo que podría beneficiarse del aumento del gasto militar de la UE en los próximos años.
"No está muy claro cómo será la asociación en el futuro, pero parece haber voluntad de cooperar en defensa, aunque hemos visto que parte del gasto de la UE probablemente excluya a las empresas británicas", afirmó Amiot.
¿Cuál es el próximo movimiento del Banco de Inglaterra?
Como el Gobierno británico se ha dejado muy poco margen de maniobra fiscal, existe incertidumbre sobre si el Estado subirá los impuestos, sobre todo porque el coste del servicio de la deuda ha aumentado.
"Es probable que las empresas y los hogares esperen más subidas de impuestos o algún recorte adicional de la factura del bienestar. Así que esto no pone a las empresas y los hogares en una buena posición para invertir o gastar con confianza", dijo Amiot.
Mientras tanto, el crecimiento sostenido de los salarios, cercano al 6% en diciembre, está alimentando la inflación, lo que pone al banco central en una situación difícil, ya que el crecimiento sigue siendo débil.
Las presiones inflacionistas están atando de pies y manos a los responsables políticos, que siguen mostrándose cautos a la hora de recortar, mientras que los inversores están ávidos de tipos más bajos.
Evolución para 2026
El Banco de Inglaterra mantuvo estable su tipo de interés de referencia en el 4,5% en su última reunión de política monetaria. El último dato de inflación, un 2,8% en febrero, alimentó las esperanzas de un recorte, pero la mayoría de los analistas coincidieron en que los precios subirían con fuerza en los próximos meses.
En sus previsiones, S&P Global espera que el Banco de Inglaterra recorte los tipos hasta el 4% a finales del tercer trimestre de 2025. No obstante, prevén una bajada de tipos menos que en su anterior previsión, al esperar una inflación más tenaz.
En 2026, se espera que el crecimiento se acelere, con el informe pronosticando un aumento del 1,6% en la producción económica. "Las cosas pintan bien para 2026, con una recuperación del crecimiento regional, una nueva bajada de tipos de 50 puntos básicos y una inflación que retrocederá hasta el 2,5%", reza el informe.