Hungría brilla con luz propia en el Festival de Cine de Animación de Annecy, el certamen más importante del mundo en su género.
PUBLICIDADTres películas obtuvieron premios en las principales categorías, entre ellas "27", de la directora Flóra Anna BUDA, que ganó el Cristal al mejor cortometraje.
Para ella, no es una coincidencia.
"Hungría se ha alzado en los últimos diez años, todos los graduados del país son gente fantástica y con mucho talento que cada vez tienen más éxito. Y en realidad, el hecho de que yo esté aquí es (fruto del) duro trabajo de todos los directores que están dejando huella entre los húngaros. Yo también les estoy muy agradecido", señala Flóra Anna BUDA, directora
La cinta también ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje en el último Festival de Cannes.
Es la historia de una joven cuyas fantasías le ayudan a sobrellevar su vida cotidiana.
Un éxito tanto narrativo como visual.
En la categoría de largometrajes, el Premio del Jurado fue para " Cuatro almas de coyote ".
Una película impactante y atractiva sobre el trágico destino de los pueblos nativos americanos, desde los genocidios de antaño hasta los destructivos oleoductos de la actualidad.
El director húngaro quiso ceñirse lo más posible a la realidad... y la película recorrerá a partir de ahora el mundo.
Áron GAUDER, director de la película, apunta: "Es una película sobre americanos, nativos americanos, así que intentamos ser lo más fieles posible porque somos húngaros. Este es el primer gran éxito y ya contamos con la participación en algunos festivales de América".
Por último, el Premio contracampo del Jurado fue para 'Tony, Shelly y la luz mágica', una coproducción entre Hungría, Eslovaquia y la República Checa, que sigue la gran tradición de la animación por fotogramas centroeuropea.
Delicada, tierna y poética, es una delicia para grandes y pequeños.