La UNESCO ha establecido una "protección reforzada provisional" para dos instituciones ucranianas de alto valor cultural: el Museo Literario de Odesa y el Memorial de Babi Yar, en Kiev.
PUBLICIDADA medida que se acerca el tercer aniversario de la guerra que Ucrania libra contra Rusia, la UNESCO, institución de la Organización de las Naciones Unidas que se dedica a la promoción, difusión y defensa del saber científico y cultural de la humanidad, ha incrementado sus esfuerzos para salvaguardar el patrimonio cultural ucraniano, que se ha visto gravemente afectado por el conflicto.
El memorial de Babi Yar, que rinde homenaje a los más de 33.000 judíos, romaníes y prisioneros soviéticos aniquilados por los nazis en 1941, fue objeto de un ataque el año pasado, cuando un misil ruso cayó en sus inmediaciones y provocó cinco muertos. Aunque el monumento dedicado al Holocausto resultó ileso, un edificio cercano, destinado a albergar un nuevo museo, sufrió daños.
Por su parte, el Museo Literario de Odesa está dedicado a la historia literaria de Odesa y a escritores de renombre relacionados, de una forma u otra, con la ciudad portuaria del mar Negro. El museo exhibe una rica colección de manuscritos, libros y objetos personales de célebres autores como Isaac Babel, Anna Ajmátova y Valentín Katáiev.
El estatus de protección reforzada de la UNESCO proporciona el máximo nivel de inmunidad a estos lugares, prohibiendo su uso con fines militares y como objeto de ataques directos. Según la UNESCO, la violación de estas protecciones constituiría una "violación grave" del Segundo Protocolo de la Convención de La Haya de 1999, que podría dar lugar a enjuiciamiento internacional.
Más de 340 instituciones culturales ucranianos han sufrido daños
Desde que comenzó la guerra en Ucrania, en 2022, más de 340 instituciones culturales de Ucrania han sufrido daños, entre ellos 31 museos y numerosos edificios religiosos e históricos. La UNESCO ya ha prometido una ayuda de más de 10 millones de dólares (unos 9,6 millones de euros) para apoyar la restauración de estos lugares, lo que pone de relieve la importancia de la cooperación internacional en tiempos de conflicto.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, subrayó la importancia de esta protección, especialmente para Babi Yar. "En tiempos de guerra, la solidaridad internacional es crucial para proteger el patrimonio cultural que está amenazado", declaró. "Esta decisión permitirá reforzar, aún más, la seguridad de estos dos sitios culturales ucranianos, entre los que se encuentra una importante institución erigida en memoria del Holocausto".