El mundo llora la muerte de Mario Vargas Llosa, el nobel peruano que marcó la literatura universal. A los 89 años, el autor de 'La fiesta del chivo' deja un legado imborrable, mientras España y América Latina despiden al 'escribidor' eterno con tristeza y iración.
La literatura universal está de luto. Mario Vargas Llosa, el célebre escritor peruano y nobel de Literatura, ha fallecido a los 89 años en Lima, dejando un gran vacío en el mundo de las letras. Su fallecimiento ha conmocionado a lectores, escritores y líderes mundiales, que han expresado su dolor por la pérdida de una de las voces más influyentes del siglo XX.
En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo ha descrito como "un maestro de las palabras". En un mensaje en la red social X, ha trasladado su agradecimiento "como lector por una obra inmensa, por tantos libros clave para entender nuestro tiempo".
"En nombre del Gobierno de España, envío mi sentido pésame a la familia, amigos y a la gran comunidad de lectores y lectoras en todo el mundo", continuaba Pedro Sánchez. La Casa Real ha enviado condolencias a su familia a través de las redes sociales.
Vargas Llosa recibió de las manos del ahora rey Felipe VI el premio Príncipe de Asturias de las Letras en el año 1986. Autor de obras como 'La ciudad y los perros' o 'La fiesta del chivo', no solo marcó la literatura latinoamericana, sino que se convirtió en un ícono global.
Desde Perú, su país natal, el Gobierno ha lamentado a través de un comunicado "el fallecimiento de Mario Vargas Llosa, escritor universal e insigne Premio Nobel de Literatura. Su genio intelectual y su vastísima obra permanecerán como legado imperecedero para las futuras generaciones".
Las calles de Madrid, ciudad que acogió al escritor en sus últimos años, reflejan la tristeza de sus lectores. "Me impactó mucho, amo a Vargas Llosa. 'La fiesta del chivo' me marcó, pero también 'La tía Julia y el escribidor', una novela maravillosa", comenta a este medio una lectora. Otro irador del escritor destaca su calidad humana: "Más allá de sus libros, me gustaba como persona".
En declaraciones a 'Euronews', el exdirector de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), Darío Villanueva, de la que Vargas Llosa era académico, ha asegurado que fue "un escritor universal, muy cosmopolita, fiel a sus raíces peruanas pero también a España".
Su capacidad para entrelazar historias complejas con un estilo accesible lo convirtió en un favorito del público. Villanueva, muy cercano al autor desde hacía años, subrayó su relevancia: "Su prosa era exigente desde lo estético, pero siempre accesible. Logró que la literatura culta y popular se fundieran, llevando a los lectores a disfrutar de su narrativa extraordinaria".
El impacto de Vargas Llosa trasciende fronteras. Su obra, influenciada por su vida en París, Londres y Madrid, integró la tradición literaria europea con sus raíces latinoamericanas. Novelas como 'Conversación en la catedral' o 'La casa verde' reflejan esta fusión, que revitalizó la narrativa en español.
"Su éxito con 'La ciudad y los perros' en 1963 fue un revulsivo para la novela española, que estaba en un callejón sin salida", explicó Villanueva. Este impulso se extendió al 'boom' latinoamericano, donde Vargas Llosa, junto a nombres como Gabriel García Márquez, reorientó la literatura hispana hacia una imaginación desbordante y un estilo seductor. Su compromiso con la forma y la historia lo convirtió en un referente ineludible.
Crítico literario y académico de la RAE
Más allá de sus novelas, Vargas Llosa fue un crítico literario, periodista y ensayista de enorme relevancia. Sus columnas en 'El País', publicadas en su sección 'Piedra de toque', ofrecían reflexiones agudas sobre la realidad. "Mario era un gran crítico y teórico literario, pero también un amigo de enorme simpatía, sincero y cortés", recordó Villanueva, visiblemente afectado.
Su paso por la RAE, donde participó activamente, dejó una huella imborrable. "Daba esplendor a la Academia con su capacidad para asumir las variantes del español y su autoridad como escritor", dice Villanueva. Su discurso de ingreso, dedicado al novelista español Azorín, y su iración por autores como Flaubert y Faulkner, muestran su conexión con la literatura universal.
El legado de Mario Vargas Llosa perdurará en cada página que escribió y en el recuerdo de quienes lo seguirán leyendo. Como dice Villanueva, "su vacío es imposible de llenar". Hoy, el mundo despide al 'escribidor' eterno, pero sus historias permanecerán vivas.