El pabellón de Bahréin en la Bienal de Arquitectura de Venecia ha ganado el León de Oro con una instalación que plantea una solución arquitectónica innovadora frente al aumento de las olas de calor.
La Bienal de Arquitectura de Venecia, uno de los certámenes más prestigiosos del mundo de la arquitectura, ha arrancado oficialmente. Cada dos años, se invita a países de todo el mundo a exponer sus ideas más innovadoras y sugerentes sobre arquitectura en pabellones nacionales, esta vez bajo el lema 'Intelligens: Natural. Artificial. Colectivo'.
Este año, el pabellón de Bahréin, situado en la histórica Artiglierie del Arsenale, ha ganado el codiciado León de Oro a la Mejor Participación Nacional con su instalación titulada 'Ola de calor'.
Suspendida sobre una relajada zona de asientos públicos, 'Ola de calor' presenta un techo flotante de forma cuadrada sostenido por cadenas desde una columna central. Más que un mero espectáculo visual, la estructura ofrece una refrigeración que responde al clima, diseñada para hacer más habitable el espacio público en un periodo de intensificación de las olas de calor.
Diseñada por Mario Monotti con aportaciones termomecánicas de Alexander Puzrin, la instalación explora la infraestructura climática modular. Aunque en un principio se propusieron un pozo geotérmico y una chimenea solar para crear un microclima autosostenible, la excavación no era factible en el emplazamiento de la Bienal, por lo que en su lugar se utilizó ventilación mecánica para simular el efecto refrigerante que pretendía el arquitecto.
Al recoger el premio, el comisario del pabellón, Shaikh Khalifa Bin Ahmed Al Khalifa, señaló: "El término ola de calor es muy común en los medios de comunicación, en las noticias e incluso en nuestras conversaciones en casa. Supone un estrés para nuestros centros urbanos y comunidades locales, y el pabellón pretendía abordar estos problemas mediante una técnica innovadora".
Otros dos pabellones destacados también recibieron el reconocimiento del jurado. El de la Santa Sede, 'Opera aperta', ubicado en una iglesia veneciana desacralizada del barrio de Castello, recibió una mención especial por transformar el espacio en un lugar en evolución de cuidado colectivo, restauración y diálogo, inspirado en el libro de 1962 del filósofo italiano Umberto Eco 'Obra abierta' ('Opera aperta').
Durante siete meses acogerá talleres de restauración, comidas compartidas y ensayos musicales, reuniendo a arquitectos internacionales, artesanos locales, estudiantes y colectivos sociales. Y en lugar de ocultar los daños, el equipo seguirá cuidadosamente las grietas, el moho y la intemperie del edificio, no como defectos, sino como pruebas de vida, historia y posibilidad.
El pabellón británico también mereció una mención especial por su impactante examen de la arquitectura y sus vínculos con la colonización. La exposición, titulada 'GBR: Geology of Britannic Repair', es fruto de la colaboración entre el Reino Unido y Kenia, dirigida por los comisarios Kabage Karanja y Stella Mutegi, Owen Hopkins y la profesora Kathryn Yusoff, y trata de explorar si la arquitectura puede dejar de ser una fuerza extractiva para convertirse en una fuerza de reparación y restitución.
"Con el Gran Valle del Rift como centro geológico y conceptual de la exposición, hemos reunido una serie de instalaciones que proponen otras arquitecturas definidas por su relación con el suelo, su resistencia a las formas convencionales y extractivas de trabajar, y que son resistentes frente a la degradación climática y la agitación social y política", afirma el equipo de comisarios.
La Bienal de Arquitectura de Venecia se celebrará hasta el 23 de noviembre de 2025.