El 70% del impacto climático de un litro de cerveza se acumula en el envasado y el transporte. Esta cervecera alemana tiene una solución innovadora.
PUBLICIDADPara mucha gente, abrir una cerveza helada es una oportunidad de desconectar de las grandes preocupaciones del mundo.
Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en el impacto medioambiental de tu pinta?
Botellas, latas y barriles llenos de líquido tienen un peso considerable. Según la calculadora de la huella de carbono de Impact CO2, el envasado y el transporte representan el 70% del impacto ambiental de un litro (unas dos pintas) de cerveza.
Así pues, si podemos reducir el tamaño de los envases y, por tanto, la demanda de transporte, podemos reducir enormemente el impacto de la industria cervecera.
Y esto es exactamente lo que intenta hacer la fábrica de Neuzelle, en Alemania.
Hacer cerveza en casa
"Queremos convertirnos en la primera fábrica de cerveza sostenible del mundo", afirma Stefan Fritsche, propietario de Neuzelle.
Según Stefan, su revolucionaria bebida, elaborada a partir de dos ingredientes (cerveza en polvo y agua), puede cambiar la forma de beber cerveza.
"Todo el mundo puede tener su propia cervecería casera" con su nuevo invento, explica a la agencia de noticias AFP, en las instalaciones de Neuzelle, cerca de la frontera con Polonia.
¿Cómo funciona? El polvo se mezcla con agua. Stefan utiliza una batidora manual para mezclar rápidamente los ingredientes, evitar grumos y crear la espuma que esperamos de una cerveza. Así de sencillo.
Este formato en polvo es sobre todo más barato y más sostenible, según Fritsche. El transporte del polvo cuesta alrededor de un 90% menos que el de la cerveza tradicional.
Con su tono dorado, sus notas agridulces y su espuma, esta última creación de Neuzelle tiene un aspecto y un sabor similares a los de cualquier otra cerveza, pero sin alcohol ni burbujas.
Stefan está desarrollando una versión alcohólica y planea añadir burbujas para hacerla aún más parecida a la cerveza.
¿Por qué inventar la cerveza en polvo?
Aunque a mucha gente no le seducirá una cerveza sin alcohol, Stefan calcula que hay varios cientos de millones de personas en el mundo que prefieren las bebidas sin alcohol. Así que, mientras sigue desarrollando una versión con alcohol, todavía hay un buen mercado por explotar.
El cervecero sigue trabajando con inversores para lanzar el polvo comercialmente, pero espera empezar a venderlo en unos cuatro meses. El principal mercado objetivo serán los países africanos y asiáticos, ya que un polvo es mucho más fácil y barato de transportar a largas distancias que las botellas de cerveza.
El formato en polvo también ahorra tiempo, ya que la producción en laboratorio es más rápida que la elaboración tradicional, que tarda una media de dos meses.
Pero es posible que el producto no tenga muy buena acogida en Alemania, donde existe una ley de pureza de la cerveza de 500 años de antigüedad conocida como "Reinheitsgebot".
La cerveza en polvo es una "buena innovación", pero "no pondrá en peligro ni desafiará a nuestras cervecerías tradicionales", afirma Benedikt Meier, de la Asociación de Cervecerías Privadas de Baviera.
No está claro si el producto podría comercializarse como cerveza en virtud de las estrictas normas, que limitan los ingredientes a malta, lúpulo, levadura y agua.
Fritsche declina revelar su receta, pero sostiene que su invento es necesario en un mundo que necesita soluciones sostenibles.
Muchas de las grandes megacervecerías ya transportan la cerveza en forma de gel concentrado que luego se diluye al llegar. Aunque éste es un gran paso para reducir las emisiones del transporte, el formato en polvo tiene el potencial de crear un ahorro climático aún mayor.
Vea el vídeo de arriba para saber más sobre esta cerveza en polvo.