En la conferencia COP16 de Cali se votó a favor de reforzar el estatus de las comunidades indígenas y locales en las futuras negociaciones de las Naciones Unidas sobre biodiversidad. Por ello, la Comisión Europea prestó su apoyo a esta iniciativa.
"Nuestros gobiernos son demasiado lentos. Estamos aquí para hacer oír nuestra voz a quienes toman las decisiones, a pesar de que se nos niega la oportunidad de participar en las ellas", declaró a Euronews Teddy Sinacay Tomas, portavoz de la organización indígena peruana CECONSEC en la cumbre sobre biodiversidad COP16 celebrada en Colombia.
"Quienes viven en la Amazonia y la defienden son los pueblos indígenas. Pedimos que se reconozca legalmente este derecho, para poder defender nuestras tierras", añadió.
Como él, muchos representantes de los pueblos indígenas de América viajaron a Cali para pedir el reconocimiento formal de su papel en la conservación de la biodiversidad.
Reconocimiento del papel de los pueblos indígenas
En los últimos días de la cumbre, la ONU adoptó oficialmente el artículo 8J, que reconoce la contribución vital de las comunidades indígenas a la protección de la naturaleza y la biodiversidad, lo que provocó vítores de alegría en la "Zona Verde", una sección de la COP16 en el centro de Cali abierta al público.
"Si nosotros, los pueblos indígenas, siempre hemos cuidado de nuestra madre tierra, los demás también pueden hacerlo", afirmó María Cristina Pizario, de la comunidad indígena Wounaan-Noman de Colombia.
La UE apoya a las comunidades locales
La adopción del artículo 8J en la COP16 contó con el apoyo de la Unión Europea, que se presenta como un “líder global en biodiversidad”, junto con Colombia.
"Tenemos que reconocer la importancia de los pueblos indígenas y de sus conocimientos y prácticas tradicionales. Cuando ellos cuidan la tierra, observamos que la deforestación disminuye", declaró a Euronews Florika Fink-Hooijer, directora general del Departamento de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
La deforestación es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo, junto con la contaminación, el cambio climático, la caza y la pesca, así como las especies invasoras.
En 2023, la Unión Europea aprobó una legislación pionera para hacer frente a la deforestación, que prohibía el al mercado europeo de una serie de productos, como el café, el cacao y la carne de vacuno, que se considera que se producen en tierras deforestadas.
La UE también financia un gran número de programas en todo el mundo para apoyar a los pueblos indígenas y las comunidades locales.
"Podemos comprobar que los proyectos que financiamos contribuyen a proteger y restablecer la biodiversidad, además de crear empleo", declaró Fink-Hooijer.
"Por lo que respecta a la UE, también debemos reconocer el papel de las poblaciones rurales, ya sean agricultores o silvicultores. Esta es su tierra, y ellos son los que invierten activamente en ella. Hay que recompensar a quienes mantienen vivos los ecosistemas", añadió.
Una economía basada en la naturaleza
El objetivo de la conferencia COP16 sobre biodiversidad era acelerar la aplicación del Marco Mundial de Biodiversidad (GBF), adoptado dos años antes, que establece una serie de metas para los signatarios a alcanzar antes de 2023, entre ellos el famoso 30x30, que busca proteger el 30 % de las tierras y océanos para 2030.
"Paz con la naturaleza" fue el lema de la COP16, bautizada como la "COP de los pueblos" por Colombia, que, junto con la Unión Europea, fue uno de los signatarios que presentó una hoja de ruta detallada para alcanzar los 23 objetivos de biodiversidad del GBF para 2030.
"Hoy está claro que muchos países consideran que la biodiversidad es tan importante como la cuestión climática. El objetivo es vincular ambos temas y situar la naturaleza en el centro de nuestro desarrollo económico", declaró Sandra Valenzuela, directora general de WWF Colombia.