La Comisión Europea tiene previsto apoyar los esfuerzos de recuperación de PFAS a gran escala como parte de su próxima estrategia de resiliencia del agua, reconociendo la amenaza generalizada de la contaminación del agua y la necesidad de innovación tecnológica para hacerle frente.
La Comisión Europea se dispone a apoyar una importante iniciativa de limpieza de las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), también conocidas como "sustancias químicas para siempre" por su persistencia en el medio ambiente y el cuerpo humano, según una propuesta filtrada a la que ha tenido 'Euronews'. La operación, que se prevé que comience en 2026, es uno de los elementos centrales de la próxima Estrategia de la UE para la Resiliencia de los Recursos Hídricos.
Polémicamente aparcada por la anterior Comisión y cuya presentación está prevista para el 4 de junio, la nueva estrategia pretende hacer frente a las inundaciones y sequías, cada vez más graves, y a la creciente contaminación del agua en toda Europa.
Según un borrador de la propuesta filtrada y visto por 'Euronews', la Comisión advierte de que "es necesaria una actuación urgente para hacer frente a los contaminantes de preocupación emergente que suponen un riesgo para nuestras fuentes vitales de agua potable".
El documento filtrado subraya que el saneamiento debe seguir el principio de "quien contamina paga", reservando la financiación pública para los denominados lugares huérfanos, es decir, aquellos en los que no se puede identificar a ninguna parte responsable.
El coste estimado de la limpieza de la contaminación por PFAS en toda Europa oscila entre 5.000 y 100.000 millones de euros anuales, según la Comisión. Sólo el sector del agua podría tener que hacer frente a unos gastos anuales adicionales de hasta 18.000 millones de euros por el tratamiento del agua potable. Se prevé que los costes de gestión de las aguas residuales y los lodos de depuradora sean aún mayores.
Entre las iniciativas previstas figura una asociación público-privada que se pondrá en marcha en 2026 y se centrará en la detección y limpieza de PFAS y otras sustancias químicas persistentes. La iniciativa se ajustará a la legislación de la UE recientemente revisada sobre emisiones industriales, agua potable y aguas residuales, y pretende fomentar la innovación y el desarrollo del mercado en el sector europeo del agua.
"La innovación y la digitalización son indispensables para eliminar contaminantes emergentes como los PFAS y otras microsustancias tóxicas", señala la Comisión en el borrador, añadiendo que las tecnologías de base biológica podrían ofrecer soluciones a largo plazo. El documento también destaca la importancia de lograr la neutralidad energética en el sector de las aguas residuales y de mejorar la gestión integrada de las aguas urbanas.
Las medidas sobre PFAS de la estrategia pretenden complementar los esfuerzos en curso en el marco de la revisión del Reglamento REACH de la UE, como se indica en las orientaciones políticas 2024-2029 de la presidenta von der Leyen, cuya revisión también está prevista en breve.
Para finales de 2025, la Comisión pretende adoptar una restricción completa de todos los PFAS en las espumas contra incendios, identificadas como una de las principales fuentes de emisiones de PFAS. Los PFAS y otros contaminantes muy persistentes siguen acumulándose en las aguas de la UE, con unos costes estimados relacionados con la salud que oscilan entre los 52.000 y los 84.000 millones de euros anuales.
En consonancia con el Plan de Acción "Contaminación Cero", la Comisión también propone un sistema de seguimiento y vigilancia para atajar la contaminación marina y del agua en su origen.