El año pasado se registró un aumento del 55% en el número de animales protegidos introducidos en España en comparación con 2021.
PUBLICIDADUn leopardo, un león, incluso un lince africano y decenas de tortugas estuvieron el año pasado entre las muchas especies protegidas rescatadas por la policía española, que asegura que las sanciones bajas ha provocado un fuerte aumento en el número de animales introducidos en el país.
España es una puerta de entrada para traficantes procedentes de Latinoamérica que sacan a los animales de sus hábitats naturales para venderlos a ricos coleccionistas de Francia, Bélgica y Europa del Este.
El año pasado se registró un aumento del 55% en el número de animales protegidos introducidos en España en comparación con 2021, pero los agentes de una unidad especializada de la Guardia Civil rescataron 677 ejemplares de animales y árboles tropicales, cuyo valor ascendía a 600.000€
Según la organización ecologista WWF, el comercio internacional de especies salvajes supone cada año un tráfico delictivo valorado entre 72.000 y 216.000 millones de dólares y es el tercero más lucrativo del mundo, por detrás del tráfico de drogas y el de armas.
"Cada año se trafica con millones de plantas y animales para satisfacer la demanda de un mercado en expansión. Se calcula que hasta el 18% de las 31.745 especies de vertebrados del mundo están amenazadas al estar atrapadas en este mercado", comenta a Euronews Laura Moreno, del programa de especies de WWF.
"Por su posición geoestratégica y sus lazos culturales y socioeconómicos con los países de América Latina y África, España aparece en la mayoría de los informes como un importante país de entrada y tránsito en las rutas de tráfico ilegal".
Penas bajas
Los agentes españoles rastrean los anuncios en internet para tratar de encontrar a los traficantes de animales. Recientemente, la Guardia Civil española detuvo a 77 personas implicadas en el tráfico de animales desde Latinoamérica o que intentaban transportarlos a España en una operación con Interpol y fuerzas de Latinoamérica, cuyos detalles se hicieron públicos a principios de este mes.
"Las bajas penas para estos delitos con multas (mensuales) de 6 meses o 2 años son en parte culpables del aumento de los delitos", asegura el comandante Carlos Toledano, de una unidad especializada del Seprona que persigue a los traficantes de animales.
Los delincuentes se enfrentan a penas de cárcel de entre 6 meses y 2 años o a multas.
En España se suspenden las penas de cárcel de hasta dos años para los primeros delitos, por lo que casi siempre se multa a los detenidos. La cantidad varía en función de cada caso.
Las delincuentes envían aves silvestres, felinos raros y tortugas de Sudamérica a Europa. Una vez en España, otros grupos delictivos envían los animales al resto de países europeos, explica Toledano.
A menudo se envían tortugas, iguanas y serpientes porque son más fáciles de transportar.
En una redada en Barcelona se encontraron 14 piezas de marfil de elefante y, en otro caso, la policía descubrió 44 piezas en una casa de subastas por valor de 20.000€. Árboles tropicales como la caoba y el cedro americano también figuraban entre los artículos incautados por la policía.
Grandes felinos como un león, un leopardo y un lince africano también fueron recuperados por las autoridades y ahora viven en un refugio cerca de Alicante, en el sureste de España.
Uno de los peores casos del centro es el de un leopardo nublado de 8 meses, totalmente ciego. El personal del centro cree que perdió la vista debido a la mala alimentación que le daban sus dueños.
"Es muy triste ver a un animal tan joven con una ceguera irreversible, pero se está adaptando a sus nuevas condiciones", explica a Euronews Miguel García, cuidador.
El comandante Toledano explicó que "en algunos casos, las especies que incautamos no estaban siendo vendidas. Eran propiedad de personas pero infringían las leyes sobre tenencia de especies protegidas". Su valor puede variar desde los 100€ de un loro hasta los 4.000€ o incluso 8.000€. Es un mercado negro, así que no es fácil dar cifras".
"El peor caso que he visto es el de un mono ardilla encerrado en una jaula".
'España es una puerta de entrada'
En su opinión, el nivel de concienciación social sobre el problema del tráfico de fauna salvaje no es tan alto como el de otras cuestiones como los incendios forestales, que afectan directamente al bienestar de las personas.
El miércoles entró en vigor en España una nueva Ley de Bienestar Animal que incluirá una lista de animales que no pueden ser considerados mascotas.
La lista será elaborada por científicos. No prohibirá los perros, gatos o hámsters, pero aclarará que no se pueden tener serpientes, leones u otros animales por razones de seguridad o porque puedan dañar el medio ambiente.
Marta Esteban, portavoz de la Fundación de Ayuda a los Animales, sostiene que esta lista ayudará a que especies protegidas no sean introducidas en España.
"España es una puerta de entrada del tráfico ilegal de animales introducidos ilegamente desde América o desde África. Por eso España es un país clave en ese sentido", señala a Euronews.
"El otro día hubo un caso de una enorme colección de animales disecados. También se gana mucho dinero con el contrabando de crías de anguila".
Esteban añade: "Es importante que se endurezcan las penas por estos delitos por el bien de los animales, de la biodiversidad, pero también de la salud y la seguridad públicas".