La apertura de las negociaciones oficiales de adhesión a la UE se produce pocos días después de los enfrentamientos entre la oposición y la Policía en las calles de Tirana.
PUBLICIDADAlbania abre este martes en Luxemburgo el primer capítulo de sus negociaciones de adhesión con la Unión Europea, con el objetivo de avanzar en su intento, que dura ya una década, de ingresar en el bloque de los 27.
La conferencia de adhesión del martes es la segunda celebrada entre la UE y Albania desde que se convirtió en país candidato en 2014. Permitirá a Bruselas examinar los "fundamentos" de la adhesión, en particular la forma en que el país se ajusta a los derechos humanos, el Estado de derecho y el funcionamiento de las instituciones democráticas.
Los debates sobre estas cuestiones continuarán hasta el final de las negociaciones de adhesión, y los avances en la aplicación de los requisitos de Bruselas determinarán el ritmo general del proceso.
Las negociaciones fueron aprobadas por los embajadores de la UE a finales de septiembre, después de que Albania se desvinculara de la vecina Macedonia del Norte en su solicitud de adhesión, en medio de lo que se considera un recrudecimiento de las tensiones entre el Gobierno nacionalista de Skopje y sus vecinos de la UE.
El embajador de la UE en Albania, Silvio Gonzato, declaró a 'Euronews' que las conversaciones podrían permitir a Tirana unirse a Montenegro en el grupo de países candidatos. "Albania no tiene un plan B", declaró Gonzato en septiembre. "Hay un claro consenso entre las distintas partes para que Albania entre en la UE.
La oposición pide la dimisión del primer ministro
Pero las negociaciones de adhesión tienen lugar mientras aumenta la presión interna sobre el primer ministro Edi Rama, que gobierna desde 2013 y supervisa la consolidación de su país como principal país candidato a la UE.
La semana pasada, los partidarios de la oposición salieron a las calles de Albania para pedir a Rama que dimitiera después de que un miembro del Partido Demócrata, conservador y proeuropeo, del ex primer ministro Sali Berisha, fuera encarcelado por difamación.
La oposición afirma que Rama gobierna con mano de hierro, silenciando a los críticos y abusando de su poder para frenar a sus rivales políticos. El propio Berisha se encuentra bajo arresto domiciliario por acusaciones de corrupción en sus anteriores Gobiernos. Fredi Beleri, alcalde de origen griego de una ciudad del sur de Albania y eurodiputado, salió de la cárcel el mes pasado tras ser acusado de compra de votos, acusaciones que Grecia ha rebatido enérgicamente.
Su liberación contribuyó a que Atenas aprobara la apertura de las negociaciones de adhesión, una decisión que requiere la aprobación unánime de todos los Estados . En Bruselas, Rama sigue siendo un punto de referencia en los Balcanes Occidentales, ya que los funcionarios de la UE tratan de revitalizar la política de ampliación comunitaria, que pasó a ocupar el primer puesto de la agenda política tras la invasión rusa de Ucrania.
Las conversaciones deben abordar la corrupción
Uno de los puntos más conflictivos de las negociaciones serán probablemente las medidas adoptadas por Tirana para atajar los persistentes y elevados niveles de corrupción.
En su evaluación anual de los progresos de los países candidatos hacia la adhesión a la UE, la Comisión Europea declaró el pasado noviembre que "a pesar de algunos avances y de los continuos esfuerzos en la lucha contra la corrupción, esta sigue siendo motivo de grave preocupación".
Una revisión anual realizada por el Departamento de Estado de EE.UU. en 2023 concluyó que "la corrupción existe en todos los poderes y a todos los niveles de Gobierno". Un funcionario de la UE, que habló bajo condición de anonimato, declaró a 'Euronews' que la corrupción está omnipresente en todos los aspectos de la vida pública y supone un enorme reto para la integración de Albania en la UE.
Rama se ha fijado la ambición de estar listo para la adhesión a finales de la década, dando prioridad en su programa de reformas a la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. "En el pasado, Albania ha sido elogiada por su lucha contra la corrupción y el crimen organizado", declaró a 'Euronews' Iliriana Gjoni, analista del 'think tank' Carnegie Europe. "Pero debe hacer mucho más. También debe hacer más para proteger los derechos fundamentales, la libertad de los medios de comunicación y la libertad de expresión".
Pero el firme compromiso de Albania de alinearse con la política exterior de la Unión Europea debería ayudar a impulsar su candidatura: "Albania está plenamente alineada con la UE en todas las sanciones y en todas las cuestiones relacionadas con la Política Común de Seguridad y Defensa de la UE", dijo Gjoni. "Ha sido miembro de la OTAN durante más tiempo que cualquier otro país de los Balcanes Occidentales, desde 2009", añadió.
Bruselas apuesta por la estrategia de canjear dinero por reformas
El Ejecutivo europeo confía en que su nuevo plan de crecimiento para los Balcanes Occidentales pueda acelerar lo que es un proceso de adhesión notoriamente largo. En los próximos tres años se inyectarán inversiones europeas por valor de 6.000 millones de euros en los siete países candidatos de los Balcanes Occidentales, a cambio de reformas destinadas a acercar sus economías y sociedades a la UE.
Los 6.000 millones de euros, compuestos de 2.000 millones en subvenciones y 4.000 millones en préstamos en condiciones preferentes, se distribuirán en función del PIB y la población de cada país, pero solo estarán disponibles una vez que hayan aplicado "programas de reforma" destinados a adecuar su legislación, normas y prácticas a las de la Unión Europea.
Los países que no cumplan sus objetivos de reforma podrían ver cómo los fondos que se les asignen se desvían a otros países de la región de los Balcanes Occidentales. Según fuentes de la UE, este modelo pretende crear "competencia" entre países vecinos y fomentar reformas más rápidas.
Un funcionario de la UE confirmó este mes que los fondos destinados a Serbia y Kosovo se bloquearían y desviarían a otros países a menos que ambas partes entablaran un diálogo facilitado por la UE para normalizar las relaciones.