La ONG sa Bloom advierte de un "escándalo sanitario de grandes proporciones" por los niveles de mercurio en las conservas de atún. Su investigación, publicada en octubre, tuvo resonancia en todo el mundo. ¿Va a provocar un cambio en la legislación europea?
La ONG Bloom analizó al azar 148 latas de atún procedentes de cinco países europeos y encontró contaminación por mercurio en todas ellas. Una de cada diez superaba los niveles autorizados para el atún fresco. Algunas muestras contenían incluso cuatro veces el límite permitido. Su informe reavivó el debate sobre la seguridad alimentaria en Europa.
La autora principal es una bioquímica de 25 años, Julie Guterman. No sólo trabajó con las muestras de atún, que Bloom hizo analizar en un laboratorio externo. Ha investigado documentos de la FAO, la OMS y la UE que se remontan incluso a los años sesenta para entender cómo se fijó el límite de 1 miligramo de mercurio por kilo. Concluyó que los límites los fijan las autoridades públicas en connivencia con el lobby del atún.
"Las autoridades públicas observaron el nivel de contaminación por mercurio del atún y establecieron la normativa en ese nivel. En otras palabras, fijaron un nivel máximo de mercurio en el atún que les permitiría vender todas sus existencias de atún, altamente contaminadas con mercurio, pero no proteger la salud pública. Porque si fijáramos un nivel real de protección para la salud pública, estaríamos muy por debajo de lo establecido a escala de la Unión Europea".
Bloom se unió a otra ONG sa, Foodwatch, para lanzar una campaña de presión a las autoridades nacionales y europeas para que cambien la normativa actual.
¿Logrará la investigación de Bloom obtener medidas europeas más estrictas para alimentos controvertidos como el atún? Le pregunté al portavoz de la UE de Salud y Seguridad Alimentaria si tienen la intención de reducir los límites de mercurio en el atún de 1 miligramo por kilo a 0,3.
"Hicimos este ejercicio para 25 especies de pescado en 2022, no para el atún, pero todo se basa en 'tan bajo como sea razonablemente alcanzable'", explica Stefan de Keersmaecker, portavoz de la UE para Salud y Seguridad Alimentaria.
A la pregunta de qué entiende por "razonablemente alcanzable", responde:
"Si los niveles son demasiado bajos, se corre el riesgo de que todo el pescado capturado quede inservible para el consumo. Así que hay que encontrar un equilibrio con la protección de los consumidores de la ingesta de contaminantes. Por otro lado, también hay que asegurarse de que la cadena de suministro de ese pescado siga estando disponible en los mercados".
¿Se trata entonces de proteger el mercado bajo la presión del lobby del atún?
"No. Eso no es correcto", afirma de Keersmaecker. "Nos fijamos en dos prioridades importantísimas que traducimos en nuestros niveles máximos para cualquier pescado del que estemos hablando. Por un lado, proteger a los consumidores contra los contaminantes como el mercurio. Por otro, garantizar que los consumidores puedan seguir beneficiándose del consumo de pescado".
No obstante, el portavoz de la UE añadió que los niveles de atún no son inamovibles: "Siempre se pueden reducir si existen pruebas científicas que dejen muy claro que debemos ir a una reducción del nivel máximo de contaminantes".
A la pregunta de si no hay pruebas suficientes que obliguen a rebajar los límites de mercurio en el atún, explicó que la Comisión sigue los dictámenes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Stefan de Keersmaecker añadió que no haría comentarios sobre un informe de una ONG, pero me instó a comprobar la solidez científica o la validez de las conclusiones de tales informes con los científicos". Así lo hicimos.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la EFSA, se encarga de evaluar los riesgos asociados a determinados contaminantes y, en función de esto, la Comisión Europea establece los límites.
La EFSA nos ha dicho que no ha recibido ninguna solicitud para actualizar su dictamen de 2012 sobre los riesgos del mercurio en los alimentos. Sin embargo, la EFSA espera recibir pronto una nueva solicitud de evaluación de riesgos y beneficios en relación con el consumo de pescado.
A la espera de límites más estrictos, seguimos consumiendo atún en conserva, rico en proteínas, omega 3 y mercurio. Mientras tanto, a los europeos nos toca informarnos y protegernos.