La firma del documento durante la visita de Putin a Minsk se produce tras la publicación de una versión revisada de la doctrina nuclear rusa que, por primera vez, sitúa a Bielorrusia bajo el paraguas nuclear ruso.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha firmado un tratado que ofrece garantías de seguridad a Bielorrusia, incluido el posible uso de armas nucleares rusas para ayudar a repeler cualquier agresión.
La firma del documento durante la visita de Putin a Minsk se produce tras la publicación de una versión revisada de la doctrina nuclear rusa que, por primera vez, sitúa a Bielorrusia bajo el paraguas nuclear ruso en medio de las tensiones entre Moscú y Occidente por la guerra de Ucrania.
Putin dijo que el nuevo documento incluye el uso potencial de armas nucleares tácticas rusas desplegadas en Bielorrusia en respuesta a una agresión."Estoy seguro de que el tratado garantizará la seguridad de Rusia y Bielorrusia", dijo en declaraciones televisadas el presidente ruso.
Después de que tanto el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko como Vladimir Putin, firmaran el acuelrdo, el anfitrión pidió a Putin que desplegara armas más avanzadas en Bielorrusia, incluido el nuevo misil balístico de alcance intermedio Oréshnik que Rusia utilizó por primera vez el mes pasado en Ucrania.
Me gustaría pedirle públicamente que despliegue en Bielorrusia nuevos sistemas de armamento, principalmente el Oréshnik", dijo Lukashenko. "Ayudará a calmar algunas cabezas", afirmó.
Putin respondió que los misiles Oréshnik podrían desplegarse en Bielorrusia en la segunda mitad del año próximo, añadiendo que permanecerán bajo control ruso pero que Moscú permitirá a Bielorrusia seleccionar los objetivos.
El presidente ruso ha descrito elataque del 21 de noviembre contra Ucrania con los Oréshnik como una respuesta a los ataques ucranianos contra instalaciones militares rusas en las regiones de Briansk y Kursk con armas suministradas por Occidente.
Ha advertido de que Rusia podría utilizar el nuevo misil para atacar instalaciones militares de los aliados occidentales de Kiev que permiten a Ucrania utilizar sus armas para ataques contra territorio ruso.
Bajo la amenaza del Oréshnik
Putin ha elogiado la capacidad del misil Oréshnik, afirmando que susmúltiples ojivas, que se precipitan sobre un objetivo a una velocidad 10 veces superior a la del sonido, son inmunes a la interceptación por cualquier sistema de defensa antiaérea existente. El jefe de las fuerzas de misiles rusas afirmó que el Oréshnik, que puede llevar cabezas convencionales o nucleares, tiene un alcance que le permite llegar a toda Europa.
La doctrina nuclear renovada que Putin refrendó el mes pasado rebaja formalmente el umbral para el uso por Rusia de sus armas nucleares, una medida que sigue al cambio de política del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de permitir a Ucrania atacar objetivos dentro del territorio ruso con misiles de mayor alcance suministrados por Estados Unidos.
La doctrina dice que Moscú podría usar armas nucleares "en respuesta al uso de armas nucleares y otros tipos de armas de destrucción masiva" contra Rusia o sus aliados, así como "en caso de agresión" contra Rusia y Bielorrusia con armas convencionales que amenacen "su soberanía y/o integridad territorial".
Putin y otros funcionarios rusos han dicho en repetidas ocasiones que las armas nucleares tácticas rusas desplegadas en Bielorrusia permanecen bajo el control de Moscú, pero el secretario del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Alexander Volfovich, dijo el viernes que su uso requeriría la sanción de Lukashenko.
Lukashenko, que ha gobernado Bielorrusia durante más de 30 años y ha dependido de las subvenciones y el apoyo rusos, permitió a Rusia utilizar el territorio de su país para enviar tropas a Ucrania en febrero de 2022 y desplegar algunas de sus armas nucleares tácticas en Bielorrusia.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, calificó el pacto de seguridad como parte de los esfuerzos de Moscú para reforzar el control sobre Bielorrusia. "La visita de Putin a Minsk no tiene que ver con la seguridad, sino con la intensificación del control ruso sobre nuestro país", afirmó. "El despliegue de nuevas armas y el uso de Bielorrusia como peón en sus ambiciones imperiales nos amenaza a todos", dijo Tsikhanouskaya.