Por primera vez desde la crisis del coronavirus, Santorini registra un fuerte descenso de turistas. La actividad sísmica y la crisis económica frenan las reservas y el gasto, con pérdidas de hasta un 30% en llegadas y una caída notable en el consumo.
Por primera vez desde la crisis del coronavirus, Santorini, la isla griega más popular del mundo, experimenta un descenso del tráfico turístico. La calle principal apenas tiene gente, y las callejuelas no están abarrotadas de visitantes, una imagen poco habitual en los meses de verano en Fira. La actividad sísmica registrada a principios de año ha disuadido a muchos turistas internacionales de elegir la isla para sus vacaciones estivales.
En las últimas semanas, han aumentado las llegadas, pero la isla sigue lejos de los máximos alcanzados en años anteriores. "En Santorini, las plazas de avión disponibles han descendido un 26% desde principios de año hasta la fecha. Pero las indicaciones que tenemos en términos de oferta para el verano apuntan a una caída del 7-8%, por lo que esperamos un resultado con pérdidas del 10-15%", declaró Yannis Paraschis, presidente de la Asociación de Empresas Turísticas Griegas (SETE), durante la 6ª Conferencia Regional de la Federación Panhelénica de Hoteleros (POX).
En declaraciones a Euronews, el presidente de los hoteleros de Santorini, Antonis Pagoni, elevó las estimaciones de la caída del tráfico turístico y advirtió de que los efectos se extenderán a toda la economía griega. "El presidente de la SETE habló de las llegadas a los aeropuertos", explicó, "pero desgraciadamente diré que el conjunto de las llegadas bajará en torno al 20-25%. Ahora mismo nos movemos entre el -25% y el -30%. Es una reducción enorme en un destino como Santorini, que atrae a más de 3 millones de visitantes. Es el 10% del turismo griego. No estamos seguros de que Grecia pueda permitirse perder esos ingresos".
Ofertas para turistas de última hora
Los hoteleros de la isla ofrecen descuentos en las tarifas de las habitaciones para atraer a los turistas de última hora.
Los cruceristas dan un respiro, al menos, a los comercios locales: casi todos los días tres cruceros hacen escala en Santorini y miles de visitantes desembarcan para irar la mágica isla. No se espera que la tasa de cruceros, que empezará a cobrarse finalmente a partir de julio, afecte a las llegadas de cruceristas este año. Al mismo tiempo, la crisis del coste de la vida que afecta tanto a Europa como a Estados Unidos también está dejando su huella en Santorini.
Este año, los visitantes son más comedidos en sus gastos, y eso se nota no solo en las reservas hoteleras, sino también en las callejuelas de las islas griegas. Según los comerciantes, los turistas gastan bastante menos que en años anteriores, no solo en comida, sino también en recuerdos.