La UE mantendrá una "sólida asociación transatlántica" en materia de Defensa, declaró el lunes un alto funcionario de la Comisión, pero la dependencia con los norteamericanos deberá abordarse inevitablemente a largo plazo.
La nueva Comisión de la UE espera una mayor cooperación y diálogo con la istración entrante de Trump, especialmente en materia de Seguridad y Defensa, pero centrada en reducir la dependencia del bloque a largo plazo, dijo el martes el primer comisario de Defensa y Espacio del bloque, Andrius Kubilius.
"Si los adversarios autoritarios se están uniendo -en referencia a Rusia, Irán, Corea del Norte y China-, las democracias también deberían unirse", dijo Kubilius durante un acto en el Parlamento Europeo organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos ante la UE.
El ex primer ministro lituano se refirió a la necesidad de una revisión de la industria europea de Defensa, tanto a corto como a largo plazo, donde el sector exigirá garantías antes de seguir aumentando sus capacidades, inversiones e independencia de proveedores extranjeros.
Entre febrero de 2022 y mediados de 2023, el 75% de los nuevos pedidos anunciados públicamente para el sector de Defensa de la UE procedían de fuera de Europa, según la Industria Aeroespacial, de Seguridad y Defensa Europea (ASD).
El Ejecutivo de la UE reconoce que la dependencia de la industria de Defensa es un problema y se ha comprometido a garantizar una "fuerte asociación transatlántica" en materia de Defensa, dijo Guillaume de La Brosse, jefe de la Unidad de Política Industrial de Defensa, añadiendo que el desequilibrio tendrá que ser corregido. "Lo que realmente necesitamos es reducir nuestras dependencias a largo plazo. Así podremos justificar ante nuestros contribuyentes que estamos invirtiendo mucho en Defensa", argumentó De La Brosse.
Se reanudan los debates sobre la inversión militar en terceros países
A corto plazo, los Estados del Consejo siguen divididos sobre el grado de rigor de las condiciones que deben cumplir los terceros países para acceder a los nuevos fondos de la UE. Países como Polonia y los Países Bajos quieren introducir una mayor flexibilidad para que las empresas de Defensa extranjeras puedan acceder al dinero de la UE.
Las delegaciones de la UE negocian actualmente exigir que los proyectos de Defensa obtengan al menos el 65% de sus componentes en el bloque para poder recibir financiación del Programa Europeo para la Industria de Defensa (EDIP) propuesto, dotado con 1.500 millones de euros.
La Presidencia húngara está decidida a llegar a un acuerdo sobre el EDIP antes de finales de año, y los embajadores volverán a discutir el asunto mañana, según declaró a 'Euronews' un alto diplomático de la UE.
A pesar de las tensiones entre los Estados sobre los criterios de elegibilidad del programa, el alto funcionario fue categórico al afirmar que la Comisión no estaba promoviendo una postura proteccionista. "No estamos construyendo una fortaleza europea. No estamos afectando a las políticas de contratación de los Estados . Estos siguen teniendo libertad para contratar como quieran", declaró De la Brosse.
A finales de septiembre 28 empresas europeas de defensa, entre ellas Leonardo, SAAB, Airbus, Rheinmetall e Indra, enviaron un documento de posición a los Estados en el que pedían que la ayuda financiera de la UE se destinara al sector nacional. Los firmantes querían que la financiación se limitara a productos en los que al menos el 65% procediera del bloque, pero las empresas sas abogaron por una cifra del 80%.
"Este planteamiento no impediría a los Estados abastecerse de proveedores de fuera de la UE o cooperar con otros socios europeos no asociados de ideas afines, como el Reino Unido, fuera del marco de este instrumento financiado por la UE", añadieron los firmantes.