Si el presidente de la República acepta la convocatoria de elecciones -el escenario más probable-, el Parlamento se disolverá este mismo viernes y se convocarán elecciones para el mes de mayo.
El Gobierno de Alianza Democrática liderado por el conservador Luís Montenegro ha caído, después de que el Parlamento rechazase su moción de confianza provocada por una serie de casos de corrupción que rodean al primer ministro.
Apenas un año después de que la derecha portuguesa retomase el poder, el país vuelve a ir de nuevo a elecciones: las terceras en tres años. Ahora, siguiendo la Constitución, el Ejecutivo de Montenegro entra en funciones, es decir, se limita a los actos estrictamente necesarios para garantizar la gestión de los asuntos públicos.
El siguiente paso es que el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, realice una ronda de consultas con los partidos. Tras convocar este miércoles en el Palacio de Belém a los líderes de aquellas formaciones con grupo parlamentario, se reunirá este jueves al Consejo de Estado.
¿Qué escenarios están sobre la mesa?
Es previsible que todos los partidos que rechazaron la cuestión de confianza -a excepción de la propia formación del presidente y de Iniciativa Liberal-, le pidan a Rebelo de Sousa que convoque elecciones anticipadas.
Este ha sido el rumbo habitual del jefe de Estado hasta ahora. Rebelo de Sousa ha utilizado esta carta en dos ocasiones: la primera, cuando se rechazaron los Presupuestos Generales del Estado en 2022, lo que condujo a las elecciones que dieron la mayoría absoluta al socialista António Costa, actual presidente del Consejo Europeo.
La segunda fue en 2023, cuando el ex primer ministro dimitió tras otro entramado judicial, la conocida como operación Influencer. Los jueces instructores no han podido probar, a día de hoy, las responsabilidades penales de Costa. Desde la renuncia del ex primer ministro, la Fiscalía ha sido objeto de críticas por no haber ofrecido pruebas públicas sobre la presunta implicación de Costa en esas irregularidades
Si todo sigue el guion previsto, el presidente de la República podría disolver el Parlamento este mismo viernes 14 de marzo. De confirmarse, Rebelo de Sousa igualaría el récord de su antecesor, António Ramalho Eanes, en la convocatoria de comicios anticipados.
¿Hay alternativa a las elecciones?
La disolución no es necesariamente la única vía. El presidente de la República puede proponer a otra figura política (del actual partido gobernante o de otra formación) para que intente conformar un nuevo Gobierno con los mismos números en el hemiciclo luso. "No creo que eso sea posible: la única solución realista son elecciones anticipadas", opina el constitucionalista, Jorge Bacelar Gouveia, en declaraciones a 'Euronews'.
¿Cuándo habrá nuevo Gobierno?
Marcelo Rebelo de Sousa ya ha anticipado dos posibles fechas para las elecciones parlamentarias anticipadas: el 11 o el 18 de mayo. El anuncio oficial debería tener lugar después del Consejo de Estado de este jueves.
Si tomamos como ejemplo elecciones pasadas, el proceso de constitución gubernamental dura entre tres y cinco semanas desde el día de las elecciones hasta la toma de posesión. Por lo tanto, teniendo en cuenta las fechas fijadas por el presidente, se espera que el nuevo Gobierno jure su cargo a mediados de junio.
Los socialistas están convencidos de que podrán volver a ganar las elecciones pese a que la convocatoria electoral les ha pillado por sorpresa: la ultraderecha de Chega pierde apoyos por otros escándalos de corrupción y los conservadores moderados deberán lidiar con el caso de Montenegro, sospechoso de favorecer a familiares con favores económicos. Sin embargo, los sondeos no muestran todavía una tendencia favorable para la izquierda.
"Las encuestas que existen en este momento muestran al PSD muy lejos de esa mayoría absoluta, rondando el 30%", comenta Jorge Bacelar Gouveia, quien cree que será complicado revertir esa tendencia antes de llegar a la campaña electoral de mayo. Sin embargo, la Alianza Democrática sufrió una caída de más de dos puntos porcentuales en intención de voto tras el inicio de la crisis política provocada por los negocios familiares del hasta ahora primer ministro.
En cambio, el Partido Socialista e Iniciativa Liberal (IL) subieron ambos 1,6 puntos: los socialistas pasaron del 27,2% al 28,8% y la IL del 5,1% al 6,7%. La mayor caída (-3,9 puntos) corresponde a Chega: la ultraderecha pasa del 17,4% en la primera semana al 13,5% en la segunda, aunque sigue consolidándose como tercera fuerza política.
La CDU (que agrupa al P y a los Verdes) también baja en intención de voto: del 3,6% al 3%. El Bloque de Izquierda (BE), en cambio, experimenta un aumento de 1,4 puntos, pasando del 1,5% al 2,9%.
En los sondeos también se pedía a los encuestados que valorasen tanto la actuación del primer ministro Montenegro como del líder socialista en la oposición, Pedro Nuno Santos, así como del líder de Chega, André Ventura. En total, las evaluaciones negativas de Montenegro aumentaron 8 puntos, pasando del 38% en la primera semana al 46% en la segunda. En cambio, Nuno Santos y Ventura aumentaron ligeramente sus valoraciones.