¿Cómo se evita la fuga de cerebros en un pueblo de 7.000 personas como Buncrana, en Irlanda? Creando un hub tecnológico para la innovación y la digitalización.
"Hay innovación en todo. La semana pasada estuve hablando con gente de puertos deportivos que está haciendo trabajos muy innovadores en la zona. También se innova en la agricultura". Esto afirma Anne Marie McLaughlin, directora del hub de Buncrana, un pueblo de 7.000 habitantes situado al norte de la República de Irlanda, donde los duendes, las ovejas y la innovación conviven pacíficamente.
Anne Marie dirige Inishowen Innovation, un hub tecnológico donde los cerebros locales pueden desarrollar todo su potencial. Hay personas como Anthony y Aidan, que hace un año cerraron su empresa en Derry (Irlanda del Norte) y fundaron un negocio de software para drones aquí en Buncrana, Subterranean. Hay varias razones para ello. En particular, explica Anthony, por la flexibilidad del alquiler de los locales, y añade: "también tenemos a diversos tipos de ayudas públicas. Actualmente estamos trabajando en una propuesta de subvención. Hay funcionarios que vienen aquí, puedes hablar con ellos y pueden ayudarte gracias a su experiencia en la materia."
De hecho, el gobierno local pone mucho empeño en el proyecto. El condado de Donegal, al que pertenece Buncrana, utilizó un edificio istrativo en desuso para convertirlo en este hub. El edificio se amplió, modernizó, equipó y se puso a disposición de autónomos y start-ups para el desarrollo de sus proyectos. En la actualidad, unas 25 empresas, entre nuevas empresas, pymes y multinacionales, lo aprovechan a través de diversas formas de suscripción. Un proyecto "necesario en la zona para traer nuevos puestos de trabajo altamente cualificados e innovadores", según John McLauhling, representante ejecutivo del condado de Donegal. "Y para traer la esperanza, que la gente pueda empezar aquí a pequeña escala, crecer y luego formar una empresa más grande en los alrededores, creando empleo y oportunidades".
La creación del hub forma parte del proyecto europeo ERUDITE (Enhancing Rural and Urban Digital Innovation Territories). Es un proyecto en el que se invirtieron en total unos 2,08 millones de euros, de los cuales 1,74 procedían de la Política de Cohesión de la Unión Europea a través del programa Interreg, y en el que participaron siete regiones diferentes. Además de Irlanda, se beneficiaron Finlandia, Suecia, Francia, Italia, Eslovenia y Hungría.
Entre las peculiaridades de ERUDITE, está su metodología innovadora SEROI+, en la que los ciudadanos y empresas locales participan activamente en la definición de los objetivos y el análisis del rendimiento social y económico de las inversiones. Puede encontrar una explicación muy clara y detallada de la metodología en la información adicional que figura más abajo. El director del programa, José Manuel San Emeterio, lo resume así: "Las intervenciones se analizan no solo desde un punto de vista financiero y monetario, sino que también se tienen en cuenta los valores sociales y medioambientales. Trabajamos desde el principio del proyecto con las partes interesadas, consultándoles el posible impacto de una determinada intervención, y también para obtener más información sobre las necesidades de la comunidad para luego orientar la intervención y ajustarla a esas necesidades."
Necesidades como la protección del medio ambiente. Por ejemplo, vivir a cinco minutos del hub tecnológico, como Anne Marie , reduce la contaminación. Este compromiso también se materializó cuando se reestructuró el centro: "Tenemos un edificio muy sostenible, estamos muy orgullosos de él desde el principio", presume Anne Marie. El edificio dispone de un sistema de calefacción tipo aire/agua. Reciclemos todo lo posible, generemos la menor cantidad de residuos posible. Hemos instalado es solares en el tejado y también tenemos una estación de carga para vehículos eléctricos.