En 2024, se recuperó una cantidad récord: más de 1,7 millones de euros en billetes no aptos para la circulación. La gente sigue enterrando el dinero para tener liquidez en situaciones de emergencia.
Enterrar el dinero. Esta es la principal razón por la que en la última década el Banco de Portugal ha tenido que reponer 317.000 billetes deteriorados, por valor de 13,8 millones de euros, entregados por personas que quieren recuperar su valor.
"Los billetes se estropean por la humedad y la mayoría de ellos se estropean porque la gente entierra los billetes en la tierra. Y entonces la humedad de la tierra más los bichos y roedores que están bajo la tierra hacen que el billete se deteriore", explicó a 'Euronews' José Luís Ferreira, coordinador del área operativa de efectivo del Banco de Portugal.
Aunque en la mayoría de los casos se trata de billetes enterrados, la creatividad de la gente a la hora de esconder el dinero no tiene límites. Hay quien lo esconde en microondas, chimeneas o incluso en fosas sépticas.
Para José Luís Ferreira, esta práctica puede estar asociada a la falta de confianza en los bancos o a una forma de tener efectivo a mano en una situación de emergencia. "La gente cree que escondiendo los billetes protegerá sus objetos personales de robo y otras inclemencias del tiempo. Y esta práctica sigue teniendo mucho peso entre las personas menos alfabetizadas", opina.
Solo en 2024, se valoraron más de 40.000 billetes, principalmente de 20 euros (19.983) y 50 euros (11.993), por un total de más de 1,7 millones de euros, el valor más alto desde 2014.
La estructura de la circulación de efectivo en Portugal afecta a la forma en que las personas disponen de sus ahorros y su reserva de valor, y esto se evidencia en el número de billetes de 20 euros que han aumentado de valor. En cuanto al billete de 50 euros, "es posible que se justifique por el hecho de que las personas prefieren almacenar valor en billetes de mayor denominación y reducir así el espacio necesario para guardarlos", explica el coordinador del área operativa de efectivo del banco central.
La pandemia ha aumentado el número de billetes almacenados
Si nos remontamos a 2014, el año con mayor número de billetes valorados fue 2022, con un total de 40.954 que sumaban el equivalente a 1,5 millones de euros. La razón está directamente relacionada con la pandemia de la COVID-19, ya que durante este periodo aumentó la reserva de valor. Una vez finalizada la pandemia, las personas que habían almacenado en casa objetos de valor que se habían deteriorado acudieron al Banco de Portugal para canjearlos.
José Luís Ferreira también recuerda 2018 como un año punta para los servicios de recuperación de billetes, como consecuencia de los trágicos incendios de finales de 2017. Ese año se recuperaron cerca de 32.000 billetes, por un total de 1.751.220 euros.
Una de las situaciones, describe el responsable del Banco de Portugal, fue la del propietario de un aserradero de madera en el centro del país, que dependía del dinero de una caja fuerte envuelta en las llamas de los incendios para pagar los salarios de sus trabajadores. Aunque la caja fuerte resista, el calor, con temperaturas muy elevadas, puede dañar los billetes almacenados en ella. En el caso descrito, estaban en juego unos 40.000 euros.
¿Cómo se analizan las solicitudes de valoración de billetes?
Los criterios de valoración de billetes están normalizados a escala de la zona euro. Esto significa que todos los bancos centrales de los países que se han adherido al euro están obligados a cumplir los mismos criterios.
"Los fragmentos que componen un billete deben sumar más del 50% del billete. Y estos fragmentos tienen que permitir identificar que pertenecen a billetes auténticos. Es en estos fragmentos donde nuestros técnicos, que están preparados y utilizan equipos específicos para ello, pueden buscar los elementos de seguridad que les permiten evaluar si ese fragmento forma parte de un billete auténtico o no", explica José Luís Ferreira.
Para ello, el equipo de técnicos cuenta con la ayuda de un programa informático desarrollado en Portugal que analiza rápidamente el tamaño del trozo de billete entregado en relación con la superficie total. El dispositivo es capaz de sumar varios fragmentos y averiguar qué porcentaje del billete queda.
Devolución de dinero a prueba de fraude
Para que se devuelva el importe, también es necesario demostrar que el motivo del mal estado del dinero se corresponde con la descripción de la persona que lo entregó, ya que en caso de fraude puede no haber devolución. También hay quien intenta engañar a los técnicos para sacar algún dinero mediantefalsificaciones. Si resulta que los billetes no son auténticos, se pasa la información a las autoridades competentes y se embarga el dinero.
"A menudo hemos recibido aquí membretes, algunos más sofisticados, otros menos, que decían que eran billetes que habían sido deteriorados, intentando enmascarar la falsificación o la falsificación en el deterioro del billete. Pero es difícil que pasen por nuestros procesos. Son procesos de control muy exhaustivos y puedo garantizar, con toda seguridad, que conseguimos aislar y filtrar todos estos intentos de engañar al banco para que pague los billetes", asegura el coordinador del área operativa de efectivo del Banco de Portugal.