Protestas masivas en Turquía exigen la liberación de Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul y opositor de Erdogan, encarcelado desde hace días. El líder del CHP lo visitó en prisión y denunció la situación.
El jefe del principal partido de la oposición turca ha visitado al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, quien permanece encarcelado desde el pasado domingo. Mientras, se siguen produciendo protestas masivas en muchas ciudades de Turquía, para pedir la liberación de Imamoglu.
El político del Partido Republicano del Pueblo, CHP, que fue detenido el 19 de marzo acusado de corrupción, está considerado como el principal opositor al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan. El presidente del país lleva 22 años al frente de la nación.
Su detención se considera arbitraria, por motivos políticos, y ha provocado manifestaciones en ciudades de todo el país. En algunas de ellas se han registrado disturbios y graves enfrentamientos de los manifestantes con la Policía.
El Gobierno insiste en que el poder judicial turco es independiente y está libre de influencias políticas. Özgür Özel, líder del Partido Republicano del Pueblo, mantuvo una reunión de dos horas con Imamoglu en la prisión de Silivri, centro penitenciario situado al oeste de Estambul, donde permanece el detenido.
Özel declaró a los periodistas que estaba "avergonzado en nombre de quienes gobiernan el país, del ambiente en el que me encuentro y de la situación por la que está pasando Turquía". Así, describió a Imamoglu y a dos alcaldes de distrito del CHP encarcelados, con los que también se reunió, como "tres leones en su interior, erguidos, con la cabeza bien alta, orgullosos de sí mismos, de sus familias, de sus colegas, sin miedo".
La víspera, Özel anunció que el martes por la tarde se llevaría a cabo la última concentración del CHP ante el Ayuntamiento de Estambul, y llamó a la gente a participar en ella. También señaló que el partido nombraría a un miembro del consejo municipal para que actuara como alcalde en lugar de Imamoglu, evitando la posibilidad de un sustituto designado por el Estado.
Represión de medios de comunicación y activistas
Estudiantes de toda Turquía protestaron y ocuparon los centros de educación y campus universitarios el martes, tras declarar el boicot a las clases. En Estambul, miles de personas se reunieron en un parque antes de dirigirse hacia el distrito de Sisli, donde el alcalde electo ha sido encarcelado y sustituido por una persona designada por el Gobierno. Mientras tanto, las autoridades turcas han tomado medidas enérgicas contra los periodistas a medida que crecían las protestas.
La Asociación de Estudios de Medios de Comunicación y Derecho, un grupo de la sociedad civil, ha declarado que 11 periodistas detenidos por cubrir protestas prohibidas en Estambul han sido llevados al tribunal de Caglayan para responder a los cargos de violación de la ley sobre reuniones y manifestaciones.
Los periodistas forman parte de las más de 200 personas que la Fiscalía ha recomendado encarcelar a la espera de juicio, entre ellas activistas de izquierda detenidos en sus domicilios en redadas efectuadas a primera hora del lunes.
A última hora del martes, 172 personas, entre ellas siete periodistas, habían sido encarceladas a la espera de juicio. El jefe de la sección de Estambul del CHP, Özgür Celik, compartió una carta que recibió de la Fiscalía en la que se ordenaba retirar los carteles de Imamoglu. Señaló que no cumpliría la orden. "Veréis más carteles del alcalde Ekrem en los balcones de las casas, en las plazas, en las calles y en las paredes", anunció Celik en una publicación en la plataforma de X.
Las manifestaciones en Estambul, Ankara y Esmirna, así como en ciudades y pueblos más pequeños de todo el país, han sido en su mayoría pacíficas y los manifestantes han exigido la liberación de Imamoglu y el fin del retroceso democrático.
Algunas se tornaron violentas, y los agentes antidisturbios desplegaron cañones de agua, y utilizaron gases lacrimógenos y espray de pimienta y dispararon balines de plástico contra los manifestantes, algunos de los cuales lanzaron piedras, fuegos artificiales y otros objetos contra los antidisturbios.
Los gobernadores de Ankara y Esmirna prorrogaron el martes las prohibiciones de manifestarse hasta el 1 de abril y el 29 de marzo, respectivamente. En Estambul, la prohibición finaliza este jueves. El ministro del Interior de Turquía, Ali Yerlikaya, declaró a primera hora del martes que la Policía había detenido a 43 "provocadores" por lo que calificó de "viles insultos" proferidos contra Erdogan y su familia en las protestas.
Más tarde publicó que 1.418 personas habían sido detenidas desde el miércoles de la semana pasada, y que 979 sospechosos estaban actualmente bajo custodia. "No se harán concesiones a quienes intenten aterrorizar las calles", escribió en una publicación en X.
Las cuentas de Özel e Imamoglu en las redes sociales condenaron los insultos proferidos contra la madre de Erdogan. En un discurso pronunciado en una comida de ruptura del ayuno del Ramadán en Ankara, Erdogan pidió a la gente que "conozca sus límites, mantenga la moderación y no cruce la línea entre la búsqueda de derechos y el insulto y el vandalismo". Así, añadió: "Quienes siembran el terror en las calles y quieren convertir este país en un incendio no tienen destino. El camino que toman es un callejón sin salida".