Ante los crecientes retos de seguridad a los que se enfrenta la UE, ha surgido la duda de si Francia tiene la capacidad militar necesaria para liderar una iniciativa conjunta de Defensa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha situado a Francia en el centro de las iniciativas europeas de rearme, tras los indicios de acercamiento entre Estados Unidos y Rusia. Dado que Estados Unidos está reduciendo su protección militar de Europa y que Rusia representa una amenaza creciente para la seguridad del continente, la UE está presionando para aumentar el gasto y la puesta en común de recursos en proyectos conjuntos de Defensa entre sus .
Sin embargo, a pesar de las ambiciones de Macron, existen dudas sobre si el Ejército francés, que es el séptimo más fuerte del mundo y el mejor de la UE, según una clasificación anual de Global Firepower, tiene lo que hace falta para liderar esta iniciativa.
Fuerza sobre el papel, carencias en la realidad
Desde su elección en 2017, Macron ha aumentado enormemente el gasto de Francia en Defensa. La Ley de Programación Militar (LPM) 2019-2025 del país asignó 295.000 millones de euros a Defensa. La última LPM 2024-2030 elevó esa cifra a 413.000 millones de euros, un aumento del 40%. A pesar de estas inversiones, Francia aún no se ha puesto al día.
El senador Cédric Perrin, miembro del partido Los Republicanos y presidente de la Comisión de Defensa del Senado, reconoció los avances, pero afirmó que la financiación sigue siendo "insuficiente para hacer frente a los nuevos desafíos", como la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia en 2022.
La fuerza militar del país consta de unos 200.000 soldados en activo y 44.000 reservistas, según Global Firepower. El Ejército francés cuenta con 225 carros de combate Leclerc y 79 cañones Caesar. Su armada cuenta con un portaaviones de propulsión nuclear, cuatro submarinos nucleares de misiles balísticos y 15 fragatas, mientras que la fuerza aérea dispone de 197 aviones de combate.
El país también mantiene unas 290 cabezas nucleares como parte de su estrategia de disuasión. Sin embargo, persisten varios motivos de preocupación. Por ejemplo, las reservas de munición son extremadamente bajas. El objetivo de Francia en 2024 era producir 100.000 proyectiles de 155 mm al año, un calibre de proyectil de artillería estándar de la OTAN que se utiliza en muchos cañones de campaña y obuses.
Es una gran mejora con respecto a los 6.000 producidos anualmente entre 2012 y 2017, pero con el Ejército ucraniano disparando 7.000 proyectiles al día, Francia todavía tiene un largo camino por recorrer. Un informe de 2023 de la Cámara Baja del Parlamento francés reveló que los arsenales están en mínimos históricos y no durarían más allá de unas semanas en un conflicto prolongado.
La paradoja de la exportación de armas
Francia cuenta con un sólido complejo industrial de Defensa y es el segundo exportador mundial de armas, según el último análisis del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz.
Pero es importante distinguir las ventas de armas sas de las capacidades militares del Ejército nacional, según Emmanuel Dupuy, analista militar y presidente del Instituto de Estudios sobre la Perspectiva Europea y la Seguridad (IPSE). Dupuy sostiene que la cadena de suministro militar de Francia es defectuosa.
"Nos hemos convertido en el primer exportador europeo de armas vendiendo cazas Rafale y cañones César, y sin embargo nos falta munición porque ya no tenemos capacidad para fabricarla en Francia", declaró a Euronews.
Según Perrin, Francia fabrica mucho material de buena calidad, pero eso no significa que compre mucho. Dupuy se mostró de acuerdo, afirmando que "quizás deberíamos partir del principio de que no podemos ser una potencia exportadora si no queremos abastecernos de los materiales que necesitamos para nuestra propia seguridad".
El complejo militar-industrial francés también depende de proveedores internacionales para abastecerse de materiales críticos. Por ejemplo, los fabricantes ses de municiones importan pólvora de Australia, según Dupuy.
La semana pasada, el Ministro de las Fuerzas Armadas sas, Sébastien Lecornu, y el Ministro de Finanzas, Eric Lombard, inauguraron una nueva línea de producción de pólvora de Eurenco, una empresa de pólvoras y explosivos.
La fábrica producirá unas 1.200 toneladas de granulados de pólvora al año que servirán para alimentar unos 100.000 proyectiles de artillería, destinados a los cañones César desplegados en Ucrania, entre otros países.
¿Qué le falta al Ejército francés?
A pesar de sus activos militares, Francia está rezagada en varias áreas críticas, advirtieron los expertos. "Necesitamos invertir en capacidades de proyección de fuerzas: aviones de transporte pesado para desplegar una gran cantidad de tropas y vehículos blindados en el extranjero", dijo Dupuy.
Otra carencia acuciante es el desarrollo de más drones, que han transformado la forma de hacer la guerra, especialmente en Ucrania. Un área de especial preocupación es la vigilancia. En la era de la ciberguerra y la vigilancia electrónica, Francia debe reforzar su capacidad para detectar y responder a las amenazas en tiempo real, según Dupuy.
También afirmó que Francia y sus aliados de la UE deben dejar de depender de los sistemas de misiles Patriot, fabricados en Estados Unidos. "No debemos depender en absoluto de los sistemas antiaéreos Patriot, sino desarrollar nuestros propios equivalentes europeos", explicó.
Falta de cooperación en la UE
La doctrina militar sa se ha centrado tradicionalmente en la guerra expedicionaria más que en los conflictos directos a gran escala. Perrin señaló que las fuerzas sas se crearon "para intervenir en cualquier lugar", pero dijo que su naturaleza "fragmentada" significa que su escala es limitada. Insistió en que Francia, al igual que otras naciones europeas, sólo puede participar en un conflicto de gran envergadura "en coalición con los aliados de la OTAN y la UE".
Sin embargo, la cooperación europea en la industria armamentística sigue siendo un trabajo en curso. Dupuy afirmó que el continente debe mejorar la interoperabilidad en materia de adquisiciones. "Necesitamos menos tipos diferentes de equipos en las fuerzas armadas europeas; quizás un avión europeo conjunto, en lugar de proyectos nacionales que compitan entre sí", añadió.
Sin embargo, Perrin se mostró prudentemente optimista sobre la nueva iniciativa militar sa. "Vamos en la buena dirección. La cuestión ahora es encontrar el presupuesto para hacer los pedidos", dijo.
El Gobierno francés pretende recaudar 5.000 millones de euros en fondos públicos y privados adicionales para el sector de la Defensa, según anunció el Ministerio de Hacienda la semana pasada.
Sin embargo, las tensiones en las finanzas públicas de Francia reducen sus opciones para aumentar el gasto en Defensa. Macron pretende aumentar el presupuesto del Ejército del 2% del PIB al 3 o 3,5% en los próximos años.