Europa busca alternativas al consumo de proteínas animales: ¿son las algas comestibles una opción? En Dinamarca, los investigadores de AlgaeFood, un proyecto interregional europeo, están convencidos.
Jamileh Javidpour, bióloga y profesora de la Universidad del Sur de Dinamarca, explica que las algas se consideran "oro verde" debido a sus propiedades nutricionales, su bajo contenido en grasas y su reducida huella de carbono en comparación con la producción de pescado o carne de res.
“Ahora es el momento adecuado” para apostar por este tipo de producción, comenta Jamileh Javidpour.
En Dinamarca, emprendedores buscan promover su consumo. Mads Hecter, el mayor productor de algas comestibles del país, opera una granja de diecinueve hectáreas en alta mar, frente a la costa de Kerteminde. Cultiva dos de las algas estrella del proyecto: Palmaria palmata y Saccharina latissima o kelp de azúcar, un pilar de la cocina japonesa. Para garantizar varias cosechas al año, inserta y pega las esporas directamente a los cabos y apuesta por la sostenibilidad.
Mads explica que su método de cultivo permite cosechar la misma planta durante varios años.
Otro objetivo de este proyecto es sensibilizar sobre el consumo de algas. Investigadores y estudiantes están creando un recetario en el que participan cuatro centros de secundaria, como el internado de Langeland.
Katrine Kaae Hansen, bióloga de Fjord Baelt, un instituto de investigación y de información al público asociado a este proyecto, nos da un ejemplo de alga comestible enseñándonos un dibujo: “A ésta se la denomina: ‘tocino del mar’, también contiene muchas proteínas. Se puede utilizar en lugar del tocino. Es más sostenible y también más sana. Por eso es tan importante la parte educativa los jóvenes son el futuro y son futuros consumidores.”
La mejor manera de descubrir un nuevo alimento y sus virtudes es probándolo. Entre las labores de concienciación para introducir en nuestra dieta este producto que el mar ofrece, se proponen talleres. Los alumnos y el chef del instituto Langelands Efterskole han preparado platos a base de algas, una primicia para Reyhaneh, una estudiante iraní residente en el internado. Ella comenta que la ensalada de algas "tiene una textura masticable y crujiente".
Dos países participan en AlgaeFood: Dinamarca y Alemania. El presupuesto total de este proyecto es de 1,9 millones de euros, de los cuales el 65% procede de la política de cohesión europea.