El último Papa reveló en su autobiografía que su predecesor le entregó, durante su retiro en Castel Gandolfo, una serie de documentos comprometedores sobre la Iglesia. ¿Llegará a ver el nuevo Santo Padre algo similar tras el cónclave?
El Papa Francisco escribió en su autobiografía que recibió una recopilación de documentos de manos deBenedicto XVI, su antecesor, con documentos relativos a situaciones comprometidas para la Iglesia Católica. Francisco supuestamente los recibió poco después de su elección al cargo. "Me dio una gran caja blanca", escribió Francisco en su autobiografía. "Todo está aquí (...) documentos relativos a las situaciones más difíciles y dolorosas. Casos de abusos, de corrupción, de oscuros intereses, de fechorías".
En su libro, titulado 'Esperanza', el Papa escribió que se sentía "llamado a asumir la responsabilidad de todo el mal cometido por algunos sacerdotes". De acuerdo con Bergoglio, Benedicto XVI llegó a decirle lo siguiente: "Yo he llegado hasta aquí; he tomado estas medidas, he apartado a estas personas. Ahora te toca a ti".
El problema de la pederastia en la Iglesia fue uno de los principales retos del mandato de Benedicto XVI. La etapa final de este pontificado estuvo marcada por su gestión de los casos, además del deterioro de su salud, el motivo alegado para su abdicación en el año 2013.
Benedicto fue acusado repetidamente de negligencia en la lucha contra el abuso de menores en las instituciones religiosas de todo el mundo. En una entrevista concedida al diario 'La Nación' en 2023, su sucesor abordó las acusaciones de encubrimiento de los casos itiendo que Benedicto XVI "fue el primero en afrontar este problema".
Sin embargo, un informe judicial de 2022 sobre pederastia incriminaba a Benedicto por sus actuaciones al respecto mientras era arzobispo de Múnich. Según el informe, Joseph Ratzinger habría desatendido hasta en cuatro ocasiones determinadas acusaciones contra los sacerdotes de su diócesis. El informe, en el que se identificaba a casi 500 víctimas a lo largo de un periodo de casi setenta y cinco años, fue redactado por un bufete de abogados alemán.
"En todos mis encuentros con víctimas de abusos sexuales realizados por sacerdotes, he comprobado las consecuencias de una culpa muy grande, y he aprendido a comprender que nosotros mismos somos arrastrados por esta enorme culpa cuando la ignoramos" escribió Benedicto XVI en una carta donde se refería al informe publicado. "Tengo una gran responsabilidad en la Iglesia católica. Mi dolor es aún mayor por los abusos y errores que tuvieron lugar durante mi ministerio en lugares concretos".
"Estoy particularmente agradecido", añadió el entonces Papa, "por la confianza, el apoyo y las oraciones que el Papa Francisco me ha expresado personalmente. Pronto me enfrentaré al juez final de mi vida. Aunque mirando hacia atrás pueda tener muchas razones para el miedo y la aprensión, estoy alegre de espíritu porque creo firmemente que el Señor no es solo un juez justo, sino también un amigo y un hermano", escribió Ratzinger.
Además de la carta de Benedicto, el Vaticano publicó un análisis redactado por cuatro abogados que cuestionaban las acusaciones específicas contra el Papa retirado. Algunos comentaristas y personalidades eclesiásticas, como el padre Tadeusz Isakowicz-Zaleski, señalaron que Benedicto ya había tomado medidas para combatir la pederastia, tanto en los últimos años del pontificado de Juan Pablo II como posteriormente como Papa.
Así lo asegura la Agencia Católica de Noticias: "En 2010, la Santa Sede cambió las normas para tratar los delitos más graves. Se trata principalmente de los abusos sexuales a menores por parte del clero, así como de los delitos contra la fe y el sacramento de la Eucaristía, la penitencia y las órdenes sagradas. Los cambios se recogen en una carta publicada por la Congregación a los Obispos de la Iglesia Católica y a los demás ordinarios". Estas modificaciones fueron aprobadas por Benedicto XVI el 21 de mayo de ese año. Las nuevas normas sobre abusos sexuales incluyen disposiciones para agilizar los procedimientos con el fin de actuar con mayor eficacia en las situaciones más urgentes y graves. Permiten a los laicos trabajar en los casos; amplían de 10 a 20 años el plazo de prescripción de estas causas en los procesos canónicos, una vez que la víctima haya cumplido los 18 años, y equiparan los delitos de abusos contra discapacitados psíquicos a los cometidos contra menores. También se introduce el delito de pornografía pedófila.
En un discurso a los obispos en Irlanda el 28 de octubre de 2006, el Papa Benedicto dijo, entre otras cosas, que las heridas infligidas por los sacerdotes que abusan sexualmente de menores son profundas. "La tarea urgente", añadió, "es reconstruir la confianza allí donde ha sido dañada". El discurso fue visto como una dura crítica a los abusos por parte de sacerdotes y a los actos de pederastia.
Analistas vaticanistas italianos señalan que como Papa, entre otras cosas, forzó la retirada de la actividad pública del fundador de la congregación de los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel Degollado, acusado de abusos sexuales a menores durante casi sesenta años.
El Papa Francisco se ha reunido con personas que sufrieron abusos por parte de sacerdotes. En 2024 mantuvo un encuentro con un grupo de víctimas en Bruselas. Según un comunicado del Vaticano, el Papa "expresó gratitud por su valentía y también vergüenza por lo que sufrieron de niños a manos de los sacerdotes a los que fueron confiados". En un discurso pronunciado en el castillo de Laeken, el Papa dijo: "Se trata de una lacra que la Iglesia combate con determinación y firmeza, acompañando y escuchando a quienes han sido heridos y poniendo en marcha un amplio programa de prevención en todo el mundo".
Desde que Francisco fue nombrado Papa, también luchó activamente contra la corrupción, aprobando en 2021 una ley para procesar a obispos y cardenales sospechosos de delitos. Los Papas Benedicto y Francisco tuvieron que lidiar con escándalos de corrupción relacionados con el Banco Vaticano. Poco después de su elección, Francisco se planteó cerrar el banco, conocido formalmente como Instituto para las Obras de Religión (IOR), pero decidió continuar con las reformas iniciadas por su predecesor tras años de escándalos y acusaciones de blanqueo de dinero. Algunos de ellos fueron protagonizados por altos cargos y prelados en San Pedro.
Ya en 1990, Juan Pablo II pidió auditorías internas. Durante décadas, antes de las reformas, el Banco Vaticano se había visto envuelto en numerosos escándalos financieros, ya que personas no autorizadas abrían cuentas y las utilizaban para fines ilegales con la complicidad de individuos corruptos.
El economista y banquero italiano Ettore Gotti Tedeschi fue presidente del Banco Vaticano durante el periodo de turbulencias entre 2009 y 2012. Las opacas finanzas de la Santa Sede fueron objeto de un escrutinio sin precedentes a raíz de la investigación sobre blanqueo de dinero. Tedeschi fue destituido por su presunta "dejación de funciones".
Hasta la fecha, no se sabe qué contiene exactamente la caja blanca entregada por Benedicto XVI al Papa Francisco, ni si será entregada al próximo Papa.