En una entrevista con 'Euronews', el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, afirmó que es necesario fomentar la integración y respaldó el aumento de las ayudas al retorno de inmigrantes de 900 a 32.000 euros.
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, afirma en una entrevista con 'Euronews' que es "absolutamente necesario controlar la inmigración". Reiteró su propuesta de aumentar significativamente la cantidad de dinero que Suecia ofrece a los inmigrantes como incentivo financiero para que abandonen el país.
La ayuda actual es de 900 euros por adulto. Sin embargo, esta iniciativa ha tenido un éxito limitado hasta ahora. En 2023, sólo una de cada 70 solicitudes fue aprobada, según la Agencia Sueca de Migración. Para invertir esta tendencia, una nueva propuesta del Gobierno elevaría la cuantía a 32.000 euros, un aumento de más del 3.400%.
Aunque el concepto de incentivos económicos para el retorno voluntario existe desde hace décadas, Kristersson dijo que ahora se inspira en Dinamarca, que ha fijado un grupo objetivo de 22.000 personas. "Estamos copiando básicamente el modelo danés y elevando esa suma de forma bastante significativa para facilitar la tarea a quienes se dan cuenta de que preferirían volver a su país, pero por diferentes razones no sienten que en Suecia encuentren una vida que funcione bien", dijo.
Kristersson reconoció que el método no atraería a muchos, pero destacó la cuestión de fondo. "No creo que sea un método que funcione para mucha gente, pero tenemos un problema con la integración, y si la gente que tiene derecho legal a quedarse en Suecia pero básicamente no se integra, básicamente no aprecia realmente el modo de vida sueco, entonces al menos la gente pensaría en volver a su país de origen".
La nueva propuesta sueca entrará en vigor el 1 de enero de 2026. Kristersson también expresó su firme apoyo a una política migratoria regulada, como el Pacto de Migración de la UE, y subrayó que los solicitantes de asilo rechazados no deben permanecer en Europa.
"Ahora mismo, alrededor del 80% de los que tienen una decisión negativa sobre el asilo se quedan en Europa. Eso es sencillamente inaceptable. En Suecia lo hemos conseguido, creo que ahora un 20% de los que han recibido una decisión negativa se quedan aunque no deberían. Así que es absolutamente necesario que controlemos la inmigración".
El primer ministro sueco señaló que las actitudes en toda Europa están cambiando drásticamente, lo que puede facilitar las decisiones políticas sobre política migratoria. La Comisión Europea ha propuesto recientemente medidas para hacer más eficaz la repatriación de inmigrantes irregulares.