En esta edición, hablamos sobre el Partido Popular Europeo (PPE), reunido esta semana en Valencia para renovar sus filas y definir su estrategia frente al auge de los populistas y extremistas.
PUBLICIDADValencia ha sido esta semana el escenario elegido por el Partido Popular Europeo (PPE) para renovar la imagen del partido y salir más reforzado que nunca, aunque el encuentro se ha visto parcialmente eclipsado por las protestas masivas contra la gestión regional de la DANA en octubre de 2024.
Vicent Marzà, eurodiputado de los Verdes por Compromís, ha calificado esta decisión del PPE de “error profundo” durante este episodio de ‘Bruselas, ¿te quiero?’.
Junto a él, contamos además en el plató con Leire Pajín, eurodiputada del grupo de los Socialdemócratas por el PSOE, e Ignasi Guardans, consultor, profesor de política pública en Sciences Po y ex eurodiputado por Convergència.
El PPE continúa siendo una de las fuerzas más influyentes en la arquitectura institucional de la Unión Europea: controla la presidencia de la Comisión, lidera en número de escaños en el Parlamento Europeo y mantiene una fuerte presencia en el Consejo. Su cumbre en tierras valencianas ha servido para proyectar una imagen de poder y cohesión, con la mirada puesta en mantener su posición central en la política europea.
Sin embargo, a pesar de su fortaleza, el centroderecha europeo necesita tejer alianzas para gobernar, ya sea con fuerzas situadas a su izquierda o a su derecha. ¿Hasta qué punto puede eso convertirse en un obstáculo?
Un ejemplo claro de ese equilibrio es Friedrich Merz, quien se perfila como el próximo canciller alemán. Ha optado por una coalición con los socialdemócratas y ha descartado incluir a la extrema derecha en su gobierno, pese a los buenos resultados electorales de esta última.
“El hecho de que un partido como el Partido Popular en Alemania haya dicho alto y claro que no se puede pasar la línea roja de la extrema derecha es también una buena noticia para lo que queremos ser en el futuro de Europa,” ha señalado Leire Pajín en el programa.
Merz, además, apunta más allá de la política alemana. Su ambición es ganar peso en el tablero europeo, enfrentarse a figuras como Donald Trump y asumir un papel más relevante en Bruselas. ¿Está preparada la Unión para un liderazgo alemán más firme?
El conservador alemán es “el hombre correcto en el momento adecuado,” según Ignasi Guardans.
“Va a ser una voz en unos tiempos muy complicados, con un Trump absolutamente desquiciado y, por tanto, necesitamos alguien que tenga una autoridad que vaya por delante de lo que dice su mandato,” añadió Guardans.