El mercado de Bolhão reabrió en 2022 tras cuatro años de obras. La renovación ha logrado su objetivo: la estructura es funcional y moderna, respetando plenamente la arquitectura original.
Estamos en el centro de Oporto, en el mercado de Bolhão. Los compradores saben que aquí encontrarán productos frescos de la región en puestos con tenderos amables y alegres.
La estructura se ha renovado desde los cimientos: hoy el mercado es moderno y funcional, pero conserva la belleza arquitectónica que atrae a turistas de todas partes.
Cada día lo visitan unas 20.000 personas, de hecho se le llama el corazón de la ciudad.
Rui Moreira es el alcalde de Oporto. Siempre ha conocido el mercado, que solía visitar de niño con su abuela:
"Si se imagina Oporto como un árbol, yo diría que el mercado de Bolhão es una de las raíces principales. Está situado en el centro de la ciudad y se caracteriza por su monumentalidad y la de las personas que trabajan en él".
Es el alcalde quien exigió que el mercado se renovase en estos términos: es decir, es Rui Moreira quien pretendía preservar el monumento de Art Nouveau abriéndolo a modificaciones que lo hiciesen funcional para quienes trabajan en él.
Tras cuatro años de obras de renovación, el Bolhão reabre sus puertas en septiembre de 2022; renovado desde cero, ahora está a la vanguardia de las normas sanitarias y de higiene.
Los rumores corren por el mercado de Bolhão
Francisca Carneiro Fernandes, consejera de Go Porto, la empresa pública que gestiona el mercado, y responsable de la gestión del mismo, explica que "la renovación del Bolhão fue un proceso apoyado por la ciudad. Fue una tarea compleja y difícil, pero los ciudadanos querían que se hiciera".
El proyecto fue concebido por el joven arquitecto Nuno Valentim. Se enfrentaba a dos grandes retos: diseñar la zona del mostrador de productos cumpliendo la normativa de salud e higiene e imaginar la carga y descarga de mercancías en un espacio subterráneo para facilitar la operación.
"Diseñar toda la parte logística", subraya, "todo lo que no se ve, lo que hace que el mercado sea funcional, que 'respire'... Esa fue la gran transformación".
La mercancía se entrega en el aparcamiento subterráneo y los comerciantes la recogen ellos mismos. Hay cámaras frigoríficas, frigoríficos y ascensores. Todo es nuevo y moderno.**
Sara Araújo trabaja en la pescadería que fue de su madre. El mercado es una misión para ella: "Miles y miles de personas vienen cada día. Después de la renovación, los que ya no venían, volvieron y de todas partes, de Boavista, Maia, Oporto; absolutamente todo el mundo volvió".
Maria Teixeira es una florista que lleva toda la vida trabajando en el mercado y no se imagina en otro sitio:
"El mercado es mi vida; llevo 54 años trabajando: empecé de jovencita y esto es lo que me gusta hacer".
El coste de la obra y su valor cultural
La renovación costó 28 millones de euros, de los cuales 22 millones fueron financiados por la Unión Europea y 6 millones procedieron de fondos públicos, en parte nacionales y en parte regionales.
"La relación entre cliente y vendedor es mucho más directa, mucho más cercana", concluye Francisca Carneiro Fernandes. "A menudo vemos a estas mujeres enseñando a los clientes a cocinar sus productos, lo que ayuda a comprender la historia de la ciudad y el modo de vida portugués. El valor social y cultural es increíblemente importante para este mercado".
Se han hecho muchos sacrificios, pero han merecido la pena; el mercado sigue siendo un nodo crucial para la economía de la ciudad y es también la cuna de su identidad cultural.