Rumanía, Francia y España registraron algunas de las tasas de mortalidad infantil más altas de la UE entre 2023 y 2024, mientras que Letonia y Suecia tienen las más bajas.
La tasa de mortalidad infantil ha aumentado en al menos ocho países de la UE en 2024, según las últimas cifras de las oficinas nacionales de estadística de los países. La tasa de mortalidad infantil se refiere al número de muertes de niños menores de un año por cada 1.000 nacidos vivos. En 2024, tanto Francia como Rumanía registraron tasas de mortalidad infantil superiores a la media de la UE de 3,3 muertes por cada 1.000 nacidos vivos a partir de 2023.
Rumanía experimentó un aumento significativo de su tasa, pasando de 2,1 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en 2023 a 6,4 en 2024. Le sigue Francia, cuya tasa se duplicó, pasando de 2 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en 2023 a 4,1 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. Esto significa que uno de cada 250 niños muere antes de cumplir un año en Francia, según el Instituto Francés de Estadística y Estudios Económicos (INSEE).
Desde 2015, la tasa de mortalidad infantil de Francia ha sido sistemáticamente superior a la media de la UE. Los niños tienen 1,2 veces más probabilidades que las niñas de morir antes de cumplir un año y los gemelos o trillizos tienen cinco veces más riesgo que cualquier otro niño.
Entre 2023 y 2024, Portugal experimentó un aumento del 20% en las tasas de mortalidad infantil, una tendencia que se desvía de la tasa de mortalidad general del país. Las causas de esta tendencia no están claras, pero pueden contribuir varios factores, como el aumento de la edad de las madres, el incremento de los embarazos múltiples y la desigualdad geográfica en el a la atención sanitaria materna, según los expertos sanitarios. Por otra parte, Letonia y Suecia tienen la tasa de mortalidad infantil más baja de la UE. En la actualidad, Lituania, Irlanda, Luxemburgo, Dinamarca y Eslovenia solo disponen de cifras estimadas.
¿Cómo se presenta el panorama sanitario de la UE?
2024 fue un año marcado por la escasez de personal sanitario y el cierre de algunas unidades de maternidad en países como Portugal, Alemania y Francia. Durante el verano de 2024, diez unidades de maternidad portuguesas estuvieron cerradas o con restricciones.
Esto se produjo tras la presentación por parte del Gobierno de un Plan de Emergencia y Transformación Sanitaria que se aplicará en tres meses para garantizar el general a la asistencia sanitaria. En la última década, en Francia han cerrado el 15% de las pequeñas unidades de maternidad.
En las dos últimas décadas, el número de médicos y enfermeras per cápita ha aumentado considerablemente en la mayoría de los países de la UE. Sin embargo, la mano de obra envejece y el interés de los jóvenes por las carreras sanitarias disminuye debido a los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo.