En el último año se han difundido enlaces que comparten contenidos explícitos de menores de edad. Esto es lo que sabemos sobre el peor año de la historia en la difusión de imágenes de abusos sexuales a menores.
PUBLICIDADLas imágenes de abusos sexuales a menores aumentaron un 8% el año pasado respecto a 2022, lo que convierte a 2023 en el peor año de la historia, según un nuevo informe de la organización británica Internet Watch Foundation (IWF).
Esta organización benéfica, que rastrea y retira páginas con contenido explícito protagonizado por menores, detectó el año pasado más de 270.000 páginas web, aproximadamente una cada dos minutos, algunas de ellas con miles de imágenes o vídeos.
El informe también reveló que el dominio .de de Alemania fue objetivo de delincuentes que anunciaban "los tipos más extremos de abuso sexual infantil" en 2023. Con más de 3.000 direcciones, el dominio alberga actualmente una cuarta parte de todos los sitios web comerciales que anuncian y venden material de abusos sexuales a menores.
Estafas piramidales de contenidos de abusos a menores
Los autores de IWF están siguiendo el aumento constante de los esquemas piramidales en línea "donde la 'mercancía' son imágenes que muestran el abuso sexual de niños", una tendencia que utiliza técnicas de "marketing viral" y que descubrieron por primera vez en 2022.
En esta "pirámide de invitación al abuso infantil" (ICAP), los delincuentes utilizan sitios web habituales como redes sociales, foros de chat y tablones de imágenes para enlazar con plataformas comerciales.
Según el informe, "se incentiva a la gente para que comparta enlaces a sitios de abusos sexuales a menores por todas partes y luego se les 'recompensa' cuando otros hacen clic en los enlaces y acaban descargando o viendo el material delictivo".
Cualquiera puede tropezar con contenidos explícitos en los que aparecen menores de edad, lo que significa que "la gente ve sin sospechar que niños muy pequeños son penetrados, participan en actividades sexuales con animales o son torturados para el placer sexual de alguien".
Nuestros hallazgos muestran lo rápido que un dominio puede convertirse en la opción preferida de los delincuentes organizados que buscan mantener en línea su reconocida "marca" de abuso sexual infantil", declaró la directora general de la IWF, Susie Hargreaves, sobre el aumento de sitios web comerciales en dominios alemanes. Es la primera vez en los últimos tres años que se utiliza el dominio alemán para este tipo de sitios web.
Contenidos autogenerados y de IA
Los autores del informe también destacaron el aumento de las imágenes "autogeneradas", que se refiere a los contenidos creados mediante dispositivos portátiles o cámaras web. Según los datos, la mitad de estas imágenes se toman en dormitorios y el 67% incluye a niños de entre tres y seis años que posan desnudos.
"Se trata de niños muy pequeños, supuestamente en la seguridad de sus habitaciones, que muy probablemente no son conscientes de que las actividades a las que se les obliga se graban, se guardan y, en última instancia, se comparten varias veces en internet", señala el informe.
Junto con las imágenes generadas por IA, el rastreo de este tipo de contenidos ha añadido una capa de complejidad al trabajo de los analistas.
"El 24 de mayo de 2023, literalmente de la noche a la mañana, las reglas del juego cambiaron cuando un miembro del equipo descubrió una colección de imágenes criminales generadas por IA de abusos sexuales a menores. En ese momento nos vimos involuntariamente inmersos en una nueva realidad", declaró en un comunicado Chris Hughes, Director de la Línea Directa de IWF.
El Reino Unido es uno de los pocos países del mundo donde es ilegal publicar imágenes de abusos sexuales a menores, ya sean dibujos o generadas por IA. La IWF encontró 280 casos de este tipo de contenido en 2023, pero ninguno de ellos se alojaba en el Reino Unido. La IWF pide a la UE que impida estos contenidos haciendo de la distribución de material de abuso sexual infantil "una prioridad política" para la próxima legislatura.
En la actualidad, la organización benéfica utiliza una herramienta a medida para evaluar los contenidos y marcarlos con una "huella digital", lo que hace imposible que los delincuentes vuelvan a subirlos a internet.