El fin de vida de los satélites emite ciertos químicos que dañan la capa de ozono, hasta 17 toneladas de óxido de aluminio se ven afectadas por año.
Según una nueva investigación, los satélites enviados al espacio para facilitar las conexiones a Internet producen, al final de su vida útil, sustancias químicas que dañan la capa de ozono.
Los ingenieros tienen dos opciones al final de la vida de un satélite. Una es reducir su velocidad lo suficiente como para obligarlo a salirse de su órbita para que se queme en la atmósfera en lo que se llama una 'reentrada incontrolada'. La otra opción es controlar el descenso del satélite, haciendo que americe en una zona remota del océano Pacífico.
Cuando los satélites se queman, generan óxidos de aluminio: un grupo de partículas que "pueden permanecer en la atmósfera durante décadas" y que se sabe que causan "un daño significativo en la capa de ozono", según una investigación publicada en la revista Geophysical Research Letters.
Una práctica que genera más óxido de aluminio en la atmósfera
El estudio encontró que la reentrada de satélites provocó un aumento del 29,5% o el equivalente a 17 toneladas de la cantidad de óxido de aluminio en la atmósfera en 2022.
"Solamente en los últimos años la gente empezó a pensar que esto podría convertirse en un problema", señaló Joseph Wang, investigador en astronáutica de la Universidad del Sur de California y autor del estudio. "Fuimos uno de los primeros equipos en analizar las implicaciones de estos hechos", añadió.
Según el estudio, la vida útil media de un satélite diseñado para facilitar las conexiones a Internet es de aproximadamente cinco años. "Entonces, las empresas deben lanzar satélites de reemplazo para mantener el servicio de Internet, continuando un ciclo de obsolescencia planificada y contaminación no planificada", se puede leer en un comunicado de prensa relacionado con el estudio.
Los científicos estiman que las emisiones de óxido de aluminio pueden aumentar a más de 260 toneladas métricas al año, o un 640% por encima de los niveles naturales, con la creación de megasatélites.
SpaceX, líder en la industria satelital, así como la Agencia Espacial Europea y la Agencia de Desarrollo Espacial de Estados Unidos planean construir sus propias 'constelaciones' en un futuro próximo.
Los científicos estiman que 6.000 de los 8.100 satélites que hay en la denominada órbita terrestre baja, son satélites Starlink lanzados en los últimos años. Euronews ó a SpaceX para obtener información sobre el tema, pero no había recibido respuesta en el momento de la publicación de este artículo.