En Bulgaria, algunos arquitectos y empresas están recurriendo a materiales de construcción ecológicos.
PUBLICIDADLos arquitectos búlgaros recurren a la sabiduría del pasado y la combinan con técnicas modernas para construir viviendas que ofrezcan refugio frente a las abrasadoras olas de calor.
Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología del país, Bulgaria vivió en 2024 la estación más calurosa y una de las más secas de su historia. Los arquitectos locales afirman que los materiales de construcción ecológicos y locales, como la paja y la arcilla, permiten una mejor ventilación y aislamiento.
Kamen Pramatarov es un arquitecto que construyó y vive en una pequeña casa en el pintoresco pueblo de Zhelen, a unos 50 km de la capital, Sofía. Su casa, construida en una empinada ladera rodeada por tres cadenas montañosas, está construida con cob, un material de construcción natural que suele fabricarse con una mezcla de arcilla, arena, paja y agua.
También tiene un tejado verde que mejora su aislamiento natural. "El tejado verde interviene en la termorregulación de la casa, porque el tejado plano se calienta mucho con el sol directo y, aunque tenga un buen aislamiento térmico, esto provoca el calentamiento de toda la casa", explica Pramatarov.
"Aquí, la vegetación hace frente perfectamente al sobrecalentamiento de la casa, y en invierno es un aislamiento térmico adicional".Las grandes ventanas y los aleros (los bordes del tejado) protegen del intenso sol del verano, al tiempo que permiten la entrada de la luz del sol en invierno.
Pramatarov afirma que las paredes hechas de adobe ayudan a mantener la humedad en la casa. También construyó una fachada de madera que tiene una función de ventilación oculta para evitar el calor y mantener el calor en invierno.
Prácticas de construcción más ecológicas
Otros arquitectos búlgaros, como Pramatarov, recurren a materiales locales ecológicos para construir sus casas. En la fábrica de módulos de paja Viverde, cerca de Sofía, se producen materiales de construcción ecológicos.
En estas instalaciones, la paja de trigo se transforma en estos módulos de construcción. El copropietario Velin Nikolov afirma que vivir en una casa de paja tiene varias ventajas. "Al entrar en una casa de paja, enseguida se nota una temperatura agradable: fresca en verano y cálida en invierno", dice Nikolov.
"Gracias a su excelente aislamiento, la casa mantiene una temperatura estable, resistiendo las fluctuaciones causadas por las condiciones meteorológicas exteriores", añade. Nikolov espera que el sector crezca, a medida que más gente adopte prácticas de construcción más ecológicas.
"Parece que la gente está tomando conciencia de que hay que valorar la salud y buscar el confort que proporciona la naturaleza". El Instituto de Construcción Medioambiental (IEC), una ONG dedicada a promover técnicas de construcción ecológicas en la región de los Balcanes, está construyendo su sede en el solar de un antiguo edificio escolar de la localidad de Dolni Rakovets.
"El objetivo de este instituto es formar especialistas, personas que trabajen en la construcción, así como personas que puedan cambiar su entorno por sí mismas en su vida cotidiana e incluso inspirar a los jóvenes", declaró Borislav Slavchov, del IEC.
"Construcción ecológica y estilo de vida ecológico, filosofía ecológica, transmitiendo los conocimientos que provienen de nuestras raíces, de nuestros antepasados, de una forma nueva y moderna", añadió Slavchov.
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