El nuevo presidente se ha llevado el mérito de recuperar la red social china, pese a que fue él mismo quien impulsó el debate sobre su prohibición en 2020.
Durante su primer mandato como presidente, Donald Trump lideró los esfuerzos para prohibir TikTok, la popular red social para compartir vídeos que, según él, suponía una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Pero en vísperas de su regreso a la Casa Blanca, el presidente electo está siendo aclamado como el salvador de la aplicación.
Después de que los s estadounidenses se quedasen sin poder acceder unas cuantas horas durante este fin de semana, Trump dijo en sus redes sociales que emitiría una orden ejecutiva después de jurar su cargo para retrasar la prohibición de TikTok. "Llegaremos a un acuerdo para proteger nuestra seguridad nacional".
Violar una ley
Trump insistió que ninguna empresa será responsable de violar una ley que pretendía forzar la venta de TikTok por parte de su empresa matriz, ByteDance, con sede en China. Horas después, la aplicación regresó este domingo. "Gracias por vuestra paciencia y apoyo. Como resultado de los esfuerzos del presidente Trump, ¡TikTok está de vuelta en EE.UU!", anunció la app a sus s mediante este polémico mensaje.
La capacidad legal de Trump para decidir unilateralmente no aplicar la ley, aprobada con un abrumador apoyo bipartidista en abril y ratificada por el Tribunal Supremo el viernes, no está clara. Pero la rápida evolución de los acontecimientos durante el fin de semana sirve para recordar lo mucho que han cambiado los debates sobre el uso de la tecnología, las redes sociales y la Seguridad Nacional desde la última vez que Trump estuvo en la Casa Blanca.
Este asunto también ha puesto de manifiesto hasta qué punto Trump sigue de cerca dichos cambios después de una exitosa campaña en la que se hizo un hueco entre los votantes utilizando estas plataformas.
La simbiosis entre los multimillonarios de Silicon Valley y Trump
Trump intenta ahora atribuirse el mérito de revitalizar una aplicación con 170 millones de s que es especialmente popular entre los estadounidenses más jóvenes, muchos de los cuales pasan horas al día en la plataforma para informarse, ganar dinero como creadores de contenido o simplemente entretenerse. "Esta es una de esas cosas en las que la política interna estadounidense ha enloquecido: resulta que ahora solo hay ventajas para Trump", dice Bill Bishop, un experto en China.
Si la prohibición acaba aplicándose, dice Bishop, Trump dirá que es culpa del presidente saliente, Joe Biden. "Y si vuelve a aplicarse, Trump será considerado su salvador. Y será recompensado tanto por los s como por la empresa". Dicha compañía, según el experto, está ahora "en deuda con Trump" y tendrá un incentivo para asegurarse de que el contenido de la plataforma le es favorable.
El drama con TikTok se produce en un momento en el que las empresas tecnológicas y sus consejeros delegados tratan de mejorar sus relaciones con Trump. Elon Musk, propietario de X y dueño de Tesla, ha disfrutado de un sin precedentes al presidente electo tras gastar más de 200 millones de dólares (unos 195 millones de euros) y hacer campaña por él para ayudarle a salir elegido.
El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, se reunió con Trump en Mar-a-Lago y posteriormente modificó las políticas comunitarias de sus plataformas de redes sociales para hacerlas más conservadoras a principios de este mes, poniendo fin a la verificación de datos interna, relajando las normas contra la incitación al odio y cancelando las políticas de diversidad e igualdad de su empresa. Zuckerberg ha introducido a Dana White, una figura de la órbita de Trump, en su consejo de istración.
Sam Altman, el CEO de OpenAI, Amazon, Meta y Google, se ha comprometido a donar un millón de dólares (990.000 euros) para el fondo inaugural de Trump.
Las empresas buscan beneficiarse de una relajación de las normativas federales en esta legislatura
Aunque los reguladores federales empezaron a tomar medidas enérgicas contra Google y Facebook durante el primer mandato de Trump como presidente -y florecieron con Biden-, la mayoría de los expertos esperan que su segunda istración suavice la aplicación de las leyes antimonopolio y sea más receptiva a las fusiones empresariales.
TikTok también se ha esforzado por ganarse el favor de Trump: su consejero delegado, Shou Chew, se reunió con él en Mar-a-Lago en diciembre y posteriormente estuvo presente en Washington durante el fin de semana previo a su toma de posesión.
En un vídeo en respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de EE.UU., Chew elogió a Trump afirmando que el destino de la aplicación dependía de él. "En nombre de TikTok y de todos nuestros s en todo el país, quiero agradecer al presidente Trump su compromiso de trabajar con nosotros para encontrar una solución que mantenga TikTok disponible en los Estados Unidos", dijo Chew. "Estamos agradecidos y encantados de contar con el apoyo de un presidente que realmente entiende nuestra plataforma".
Cuando la app se clausuró temporalmente, publicó un mensaje informando a los s del cambio, pero más tarde actualizó el lenguaje para incluir a Trump. "Lo sentimos, TikTok no está disponible en este momento", se leía. "Se ha promulgado una ley que prohíbe TikTok en Estados Unidos. Desafortunadamente, eso significa que no puedes usar TikTok por ahora. Somos afortunados de que el presidente Trump haya indicado que trabajará con nosotros para restablecer TikTok una vez que asuma el cargo. Por favor, ¡permaneced atentos!".
La Ley Federal había exigido a la empresa matriz de TikTok, ByteDance, que cortara los lazos con las operaciones de la plataforma en Estados Unidos antes del domingo. El Gobierno de Biden había subrayado en los últimos días que no tenía intención de aplicar la prohibición antes de que Trump asumiera el cargo. Pero TikTok dijo que, no obstante, "se cerraría" porque la istración Biden no había proporcionado "la claridad y las garantías necesarias" a sus proveedores de servicios.
Trump declaró en una entrevista con 'NBC News' este pasado sábado que estaba considerando conceder a ByteDance una prórroga de 90 días para conseguir su compra por parte de alguna empresa estadounidense. ByteDance se ha negado repetidamente a ser vendida, pero la compañía está en los ojos de algunos inversores, entre ellos el ex secretario del Tesoro de Trump, Steven Mnuchin, y el empresario multimillonario Frank McCourt.