Trabajadores gubernamentales de Reino Unido y Polonia debaten si mantener las tasas de este tipo para evitar potenciales nuevas barreras comerciales estadounidenses.
División en las capitales europeas sobre los impuestos a las grandes tecnológicas ante las hipotéticas nuevas sanciones arancelarias del presidente estadounidense, Donald Trump. El debate está servido: ¿Es mejor ceder al chantaje de la istración republicana o mantener las tasas?
Rachel Reeves, ministra de Hacienda de Reino Unido, declaró el domingo a la 'BBC' que el Gobierno británico está considerando la posibilidad de modificar el impuesto sobre los servicios digitales (DST) del 2% que grava a las empresas tecnológicas con sede en Estados Unidos.
Mientras el Gobierno británico reconsidera sus opciones, su homólogo polaco parece redoblar sus esfuerzos para implantar su propio impuesto, a pesar de las amenazas de las autoridades estadounidenses. Krzysztof Gawkowski, viceprimer ministro polaco de la izquierdista Lewika, declaró este lunes a la televisión polaca que tiene la intención de "ir a por todas" en la cuestión del impuesto digital. El Ejecutivo comandado por Donald Tusk presentará y aprobará una ley al respecto este año.
Esto se produce a pesar de los comentarios de Tom Rose, embajador estadounidense en Polonia, quien dijo en X que la idea "no es muy inteligente" y que Trump "responderá como es debido" a menos que se anule el impuesto. 'Euronews Next' ha echado un vistazo a lo que se ha hablado hasta ahora sobre esta ley en Polonia, qué otros países europeos tienen un impuesto sobre las grandes tecnológicas, y lo que podría suceder a corto o medio plazo.
¿Qué es un impuesto sobre las ventas digitales?
La consultora Price Waterhouse Cooper describe este tipo de tasas como amplias, ya que pueden cubrir la publicidad digital, el uso de datos, el comercio electrónico, el uso de servicios de 'streaming', etcétera.
El argumento de la istración Trump es que estos impuestos a los servicios digitales "saquean" a las empresas estadounidenses, violando su soberanía y deslocalizando empleos y empresas: "Mi istración no permitirá que las empresas y trabajadores estadounidenses, así como nuestros intereses económicos y de Seguridad nacional, se vean comprometidos por políticas y prácticas unilaterales y anticompetitivas de gobiernos extranjeros", reza una orden ejecutiva del 20 de febrero.
Francia y España tienen una legislación que grava con un impuesto del 3% a las empresas mundiales que obtengan 750 millones de euros de beneficios anuales en tres flujos de ingresos: publicidad digital, venta de datos y servicios digitales de interfaz o intermediación.
En Austria, se aplica un gravamen del 5% a las empresas de alto patrimonio neto (con un beneficio anual de 750 millones de euros) que obtengan más de 25 millones de euros en publicidad en línea.
Italia introdujo algunos cambios en su legislación en enero, eliminando el anterior umbral de 5,5 millones de euros de beneficios para sus impuestos, según la consultora EY. En respuesta a las preguntas de 'Euronews Next,' el Gobierno italiano se remitió a una declaración que Giancarlo Giorgetti, Ministro de Economía italiano, hizo el mes pasado. El ministro dijo a los periodistas que otras condiciones de la ley podrían "evaluarse si fuera necesario", pero que no discrimina "entre estadounidenses y no estadounidenses".
Trump ya ha amenazado antes con aranceles
Si Trump decide imponer aranceles por los impuestos a las ventas digitales, no sería sin precedentes. En 2019, durante su primer mandato, la Oficina del Comercio de EE.UU. realizó investigaciones sobre los impuestos a las ventas digitales en Francia, Turquía, Italia, Austria, España, Reino Unido, la UE, República Checa, Brasil, Indonesia e India. Pero los expedientes sobre la UE, la República Checa, Brasil e Indonesia se abandonaron en 2021 porque no existían impuestos sobre ventas digitales en vigor durante el ámbito de la investigación.
En junio de 2021, el representante de Comercio de EE.UU. decidió inicialmente imponer derechos del 25% a algunos productos procedentes de Francia, Italia, Austria, España, Reino Unido, Turquía e India. Sin embargo, en noviembre se revocó la decisión.
La istración aseguró que estos países acordaron en las negociaciones fiscales en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el G20 eliminar los impuestos existentes sobre los servicios digitales y que, por lo tanto, retiraron los aranceles. EE.UU. se retiró de este acuerdo el primer día del segundo mandato de Trump.
El Representante de Comercio de EE.UU. decidirá si renueva estas investigaciones y añade una nueva sobre un impuesto canadiense introducido en 2024, según reza la orden ejecutiva de Trump.
¿Qué hará Polonia a continuación?
El vice primer ministro Gawkowski ha asegurado en un vídeo que considera que la advertencia estadounidense del embajador Rose es propia de una relación de vasallaje entre Estados. "De repente resulta que un importante funcionario estadounidense dice: 'No tenéis derecho a celebrar referéndums, a debatir, a introducir en Polonia los impuestos o las leyes que queráis", declaró frente a la cúpula de su partido.
Un portavoz del Ministerio polaco de Asuntos Digitales ha dicho a 'Euronews Next' que mantiene reuniones con el sector privado para desarrollar un modelo fiscal digital apropiado. Durante estos encuentros, el portavoz ha asegurado que los participantes identificaron la necesidad de encontrar nuevas formas de financiar el sector digital emergente polaco, pero hizo hincapié en que este trabajo no apunta a ningún país específico o a sus empresas. "Se trata de una medida a favor del desarrollo, destinada a fortalecer la economía digital nacional y garantizar una contribución justa de las plataformas digitales que operan en el mercado polaco, independientemente de su origen", reza el comunicado.
Gawkowski también declaró al medio 'Euractiv' que cuenta con el respaldo del primer ministro, Donald Tusk, para apoyar la posible ley. 'Euronews Next' se ha puesto en o con la oficina de Tusk para confirmarlo, pero no ha recibido una respuesta inmediata.