Nuevas imágenes captadas por el telescopio espacial James Webb (JWST) de la NASA muestran detalles de las auroras de Júpiter y cómo se forman.
Las auroras de Júpiter son cientos de veces más brillantes que las de la Tierra, según revelan nuevas imágenes del telescopio espacial James Webb. El planeta más grande del sistema solar muestra llamativas luces danzantes cuando partículas de alta energía procedentes del espacio chocan con átomos de gas en la atmósfera cerca de sus polos magnéticos, de forma similar a como se desencadenan las auroras boreales en la Tierra.
Pero la versión de Júpiter tiene una intensidad mucho mayor, según un equipo internacional de científicos que analizó las fotos de Webb tomadas en la Navidad de 2023. Anteriormente, Webb captó las auroras brillantes de Neptuno con el mejor detalle hasta la fecha, muchas décadas después de que fueran detectadas débilmente por primera vez durante un sobrevuelo de la nave espacial Voyager 2.
Diferencias entre las auroras de Júpiter y las de la Tierra
En la Tierra, las auroras son causadas por partículas cargadas procedentes del Sol que chocan con los gases y átomos de la atmósfera cerca de los polos del planeta, causando rayas de luz danzante en el cielo. En Júpiter intervienen otros factores además del viento solar. Las partículas de alta energía también proceden de otras fuentes, como la luna volcánica Io.
El gran campo magnético de Júpiter acelera estas partículas a velocidades tremendas, cientos de veces más rápidas que las auroras de la Tierra. Las partículas chocan contra la atmósfera del planeta, provocando el resplandor de los gases. James Webb ha podido dar más detalles sobre cómo se forman en Júpiter gracias a sus capacidades únicas.
Los nuevos datos e imágenes fueron captados con su cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) el 25 de diciembre de 2023 por un equipo de científicos dirigido por Jonathan Nichols, de la Universidad británica de Leicester. "Fue un regalo de Navidad que me dejó boquiabierto", afirma Nichols.
"Queríamos comprobar la rapidez con la que cambian las auroras, ya que esperábamos que aparecieran y desaparecieran con lentitud, quizá en un cuarto de hora más o menos. En cambio, observamos que toda la región auroral chisporroteaba y estallaba de luz, variando a veces por segundos". Los resultados se publicaron el lunes en la revista 'Nature Communications'.