Una 'app' utilizada en esta investigación se centra en cinco principios clave de la terapia cognitivo-conductual (TCC), la norma de referencia para el tratamiento de la salud mental.
Una nueva aplicación para móviles podría dotar a las personas de las habilidades necesarias para superar la depresión en niveles reducidos, según un nuevo estudio que sugiere que estos dispositivos, a menudo culpabilizados de la mala salud mental de la población, también podrían ser parte de la solución.
Se calcula que el 11% de la población padece depresión subumbral, es decir, aquella que no llega a cumplir los criterios del trastorno depresivo mayor pero que puede afectar gravemente al bienestar de una persona. La terapia cognitivo-conductual (TCC), que se centra en ayudar a las personas a cambiar y hacer frente a pensamientos y comportamientos poco saludables, se considera la forma psicológica más adecuada para afrontar estos estadios donde la medicación aún no es necesaria. En muchos casos, es igual o más eficaz que esta.
Sin embargo, la alta demanda de psicólogos hace que la demanda de atención sanitaria mental supere a menudo a la oferta. El nuevo estudio, publicado en la revista 'Nature Medicine', probó si una aplicación para móviles basada en la TCC podría ser suficiente para ayudar a llenar ese vacío.
La aplicación se centraba en el desarrollo de cinco objetivos clave de la TCC: conseguir que las personas realizaran actividades para mejorar su estado de ánimo, desviar los pensamientos negativos que subyacen a sus sentimientos de depresión, mejorar su capacidad para resolver problemas, ayudarles a expresarse sin herir los sentimientos de los demás y practicar técnicas para asegurarse de que duermen lo suficiente.
"La TCC es muy eficaz, pero aplicarla a gran escala siempre ha sido un reto", afirma en un comunicado Toshiaki Furukawa, autor principal del estudio y profesor de la Universidad de Tokio. "Nuestro objetivo era poner estas habilidades al alcance de cualquiera y en cualquier lugar".
Para el experimento se pidió aleatoriamente a casi 4.000 adultos japoneses con depresión subumbral la utilización de la aplicación. Los que la usaron tuvieron a distintas combinaciones de técnicas de TCC, con un periodo de duración de entre seis y diez semanas. Este grupo tuvo una mejor salud mental después, con niveles más bajos de depresión, ansiedad e insomnio. Además, los resultados se mantuvieron durante seis meses cuando finalizó el estudio.
Las pruebas sobre si las 'apps' centradas en la TCC pueden mejorar la salud mental son dispares. En otro análisis que reunió hasta 24 estudios similares, los investigadores concluyeron que las intervenciones telefónicas breves pueden ayudar a reducir los síntomas de los trastornos mentales. Pero en otro experimento financiado por la Unión Europea, estas herramientas no mejoraron el bienestar de las personas, posiblemente porque se centraron en un grupo de estudiantes universitarios de bajo riesgo sin antecedentes de depresión grave.
En el nuevo estudio, algunas de las técnicas de TCC resultaron más eficaces que otras para determinados trastornos. Por ejemplo, los elementos para mejorar el estado de ánimo y entrenar el sueño fueron especialmente útiles para frenar la ansiedad, mejorar el sueño y promover un bienestar mental positivo en general. En cambio, las herramientas para corregir los pensamientos negativos no resultaron eficaces.
Los investigadores preparan ahora un experimento más largo centrado en los problemas de salud mental específicos de cada persona. "Podemos utilizar estos conocimientos para personalizar y optimizar qué habilidades istrar a cada individuo para que se ajusten a sus necesidades y características", afirma Furukawa. "Esto abre la puerta a un apoyo optimizado y a largo plazo".