Desde buscar comida hasta nadar y observar las estrellas, las mujeres son libres de organizar sus propias vacaciones en este campamento único de Quercy.
PUBLICIDADUna tarde del verano pasado, Philippa Girling paseaba por los jardines de su castillo francés y se sintió aliviada al oír el sonido de la risa. En concreto, eran risas de mujeres. Este era precisamente el objetivo que la directora general del Campamento Château se había fijado al cofundar un campamento de verano sólo para mujeres.
Ahora, en su segundo año, no hay duda de que el campamento de la región suroccidental de Quercy es un éxito. En otoño, 500 personas habrán cruzado las puertas del antiguo castillo de Béduer. La lista de espera para el verano de 2025 es de 11.000 visitantes.
Una lista de espera de 20 años
"Pasé de estar entusiasmada a sentirme mal por la gente de la lista de espera, que nunca podrá venir porque tardará 20 años en despejarse", explica a 'Euronews Travel'.
Con sólo dos años de vida, Girling y sus cofundadoras están pensando en cómo ampliar el campamento para que más mujeres puedan disfrutar del descanso y la relajación que se merecen.
¿Qué tiene de especial un campamento de verano sólo para mujeres?
La razón de ser del Campamento Château es refrescantemente sencilla: ofrecer a las mujeres una experiencia de verano alegre y con todo incluido. Tras 30 años trabajando en "un sector muy masculino", la banca, Girling estaba cansada de la forma en que se presiona a las mujeres y a las minorías para que encajen.
"Creamos Campamento Château con la idea de que puedes llegar y trabajar en ti mismo", dice. "Puedes relajarte, organizar tu experiencia, hacer lo que te aporte alegría, tranquilidad y un tiempo de descanso".
Cada sesión dura seis días y las visitantes pueden elegir entre numerosas actividades, como búsqueda de alimentos, fabricación de velas, cata de quesos, paseos a caballo, clases de yoga y discoteca silenciosa.
Algunas prefieren pasar la mayor parte del tiempo tumbadas junto a la piscina. "Las mujeres, cuando están juntas, son increíbles", dice Girling, que se crió en el sur de Inglaterray pasaba a menudo sus vacaciones en Quercy. Aahora vive en California.
El campamento de 50 personas es sociable, por supuesto, con literas compartidas en el castillo o tiendas de acampada para dos. Todas las noches se cena en masa en el Gran Salón, con una hora de aperitivo para los que quieran tomar algo y charlar.
Pero el acento se pone en la autodeterminación. En este idilio francés no hay que preocuparse de romper el hielo ni de organizar la diversión.
"Todo el diseño de Campamento Château está pensado para que, si quieres, conozcas a gente de forma natural", dice Girling. Pero también hay espacio para estar solo: "Intentamos que haya mucho tiempo para hacer lo que necesites, pero siendo amable con los demás".
Casi nada más llegar, Girling ve cómo los hombros de la gente bajan. "Es una sensación instantánea de alivio porque la mayoría de las mujeres, incluso cuando están de vacaciones, están organizándolo todo", dice. En Campamento Château, lo único que hay que decidir es si es hora de descansar o de jugar.
¿A quién va dirigido el Campamento Château?
Mujeres de todas las profesiones y condiciones sociales. No es de extrañar que sea popular entre las estadounidenses, atraídas por el entorno histórico. Sin embargo, cuando hablamos a principios de agosto, el campamento acogía a una ecléctica mezcla de visitantes de Andorra, Canadá, Egipto, Inglaterra y Nigeria.
Las edades oscilan entre los 19 y los 70 años (con un límite inferior de 21 para las huéspedes sin acompañante). Muchas de las que llegan son mujeres que viajan solas, veteranas y novatas que ven en el campamento Château un entorno seguro para poner a prueba su pasión por los viajes.
También acuden grupos pequeños y madres e hijas. A Girling le gustan especialmente estos dúos porque "una de ellas ha pensado en la otra".
La propia hija de Girling, Leah Lykins, es cofundadora y aporta su experiencia docente. Este tríptico de 'damas líderes' lo completa Lynda Coleman, cuya formación es en planificación de eventos.
Sorprendentemente, el 100% de Campamento Château es propiedad de 140 mujeres y/o fundadores con diversidad de género. Tienen especial a dos sesiones exclusivas para fundadoras al principio del verano.
Para el resto de las mujeres del mundo, el precio es de 2.178 euros por una estancia de seis días y cinco noches, que incluye todo excepto el transporte desde el aeropuerto de Toulouse y los masajes 'in situ'. La recogida en la estación de Figeac es gratuita.
Evidentemente, es un precio prohibitivo para algunas personas, pero Girling afirma que han intentado que sea asequible. "No queríamos crear algo exclusivo a lo que sólo pudieran acudir personas con ingresos elevados", explica.
Por eso tienen habitaciones compartidas y experiencias de campamento en lugar de un spa de lujo. Con una demanda tan alta, algunas personas han llegado a preguntarse por qué no suben el precio. Pero Girling dice que eso no va a ocurrir.
Basta con echar un vistazo al Instagram de Campamento Château, con 250.000 seguidores, para darse cuenta de lo mucho que significa para la gente.
"Lo primero que haré cuando vuelva a tener ingresos y mis préstamos estén pagados", comenta Camilla. "¡Quiero esto para mi viaje después del tratamiento contra el cáncer!", escribe Wendy, "¿Hay rosado?".
"¿Cómo podemos asegurarnos de que las mujeres que quieran venir puedan hacerlo?". se pregunta Girling, ante esa descomunal lista de espera. Una de las vías que están explorando es ampliar la temporada al otoño, acondicionando el castillo para el invierno. También están considerando la posibilidad de abrir una segunda sede.
¿Dónde está Campamento Château?
Se encuentra en el departamento de Lot, justo al sur de la popular Dordoña, "Quercy es una especie de rincón secreto de Francia", dice Girling, sólo conocido por los turistas ses.
El Château de Béduer goza de verdes vistas sobre el valle del río Célé (antes llamado Valle del Paraíso), con la ciudad de Figeauc a sólo 9 kilómetros, popular por sus mercados.
La zona con menor contaminación lumínica
La franja de cielo entre el valle del Célé y Rocamadour, al norte, se conoce como el 'triángulo negro' porque es la zona con menor contaminación lumínica de Francia. Los huéspedes pueden contemplar la Vía Láctea desde la terraza del castillo.
En su interior, el castillo de 800 años de antigüedad cuenta con una rica historia que explorar, con algunos capítulos especialmente fascinantes protagonizados por mujeres en el siglo pasado.
¿Cuál es la historia del castillo?
En 1939, el castillo de Béduer fue adquirido por Jeanne Loviton, periodista y novelista famosa también por sus numerosas aventuras amorosas, algunas de ellas en las altas esferas.
La crítica de cine judeo-sa Lotte Eisner también pasó una temporada aquí durante la II Guerra Mundial, archivando y escondiendo películas sas de los nazis. Hay una placa en su nombre en el exterior del calabozo del castillo, donde llevó a cabo esta tarea en condiciones gélidas.
Girling cuenta las historias de estas mujeres en una charla histórica semanal, durante la hora del aperitivo.
También le sorprenden las "muchas y hermosas historias" que aportan las mujeres de hoy. El año pasado, Girling encontró a una mujer en el patio, mirando las paredes. "¿Estás intentando empaparte de la experiencia?", le preguntó. "Sí, sólo intento empaparme por última vez antes de irme para poder recordar", respondió.
Girling compartió una idea sobre por qué el campamento está funcionando tan bien: "Mi teoría es que todas las mujeres que están aquí este año son valientes porque todas vinieron a algo que en realidad aún no existía".
Pero la mujer pensaba lo contrario: "Todas esperábamos que fuera real. Así que todas teníamos esperanza", dijo.
"Eso fue realmente hermoso y absolutamente correcto", dice Girling. "Todas las mujeres que vienen lo hacen con la esperanza de pasar un rato agradable. Y luego, por supuesto, hacen que sea un momento encantador. Y como juntas a 50 mujeres que vienen con esa esperanza positiva y encantadora... es una semana preciosa".