En este nuevo episodio de Explore Sustainable Japan, viajamos por la prefectura de Toyama en busca de experiencias locales, desde festivales que organiza la comunidad hasta talleres tradicionales de fundición de metales.
Ubicada entre el mar del Japón y las montañas de Hida, la prefectura de Toyama goza de unas vistas impresionantes, una naturaleza virgen y el mejor marisco de Japón. También tiene una larga historia como centro manufacturero y comercial.
Ahora es más fácil que nunca llegar en tren a esta infravalorada zona de Japón gracias a la última ampliación de la línea de tren bala Hokuriku Shinkansen, a la que se añadieron seis nuevas estaciones en marzo de 2024.
En este nuevo episodio de Explore, visitamos algunas de las ciudades costeras históricas de Toyama para descubrir cómo disfrutar de la región de una forma más sostenible: apoyando la artesanía tradicional y los festivales locales.
Un paseo por la historia de Takaoka
Takaoka, la segunda ciudad más grande de Toyama, fue antaño un importante centro de comercio y fundición de metales. Los visitantes pueden sumergirse en su historia paseando por algunas de las calles históricas de la ciudad, como los distritos de Yamachosuji y Kanayamachi.
El distrito de Yamachosuji es un testimonio del pasado mercantil de Takaoka, donde los visitantes pueden descubrir el estilo arquitectónico dozo-zukuri y visitar varias residencias cuidadosamente conservadas.
Las casas de estilo dozo-zukuri se caracterizan por sus gruesas paredes de tierra, tomadas de los almacenes llamados dozo, donde se guardaban objetos de valor y alimentos. Estos almacenes se construían para proteger los objetos de valor del fuego, los robos y los elementos.
Después de que un gran incendio calcinara el 60 % de la ciudad en 1900, los ricos comerciantes de Takaoka reconstruyeron todas sus casas con este estilo ignífugo para evitar que otro incendio dañara sus mercancías.
La Residencia Sugano, antaño hogar de comerciantes textiles, es la casa más grande de estilo dozo-zukuri de Yamachosuji. Hoy la sigue habitando una familia local, pero la planta baja está abierta a los turistas.
Si te fijas en la fachada, verás detalles en el diseño que reflejan la extraordinaria riqueza de los mercaderes, como el yeso oscuro utilizado en las paredes, las tuberías de desagüe de cobre puro y las columnas de influencia europea.
El Museo Takaoka Dozo-zukuri también se encuentra en una de estas estructuras. En este caso, toda la casa está abierta a los visitantes y la historia del distrito la explican amables guías que hablan inglés, como Ayaka Tokai.
Otro fascinante paisaje urbano que visitar en Takaoka es el distrito de Kanayamachi, que antaño albergó la famosa industria de fabricación de cobre de la ciudad.
Hoy en día, muchos talleres han cerrado o se han visto obligados a marcharse de la ciudad, pero aún quedan tiendas donde se pueden comprar objetos de metal, como ollas de hierro fundido y decoración para el hogar.
Fundición tradicional de metales en la fábrica Nousaku
Si quieres hacerte una idea de la fundición de metal moderna de Takaoka, la fábrica Nousaku es el lugar ideal para ello.
Fundada en 1916, la fábrica pasó de fabricar objetos ceremoniales budistas a fabricar vajillas y objetos de decoración minimalista para el hogar, que se han hecho populares en todo Japón y en el extranjero. En la actualidad, sigue utilizando un método tradicional de fundición en arena.
Las visitas a la fábrica se realizan todos los días de forma gratuita para que los visitantes puedan ver de cerca el minucioso proceso de elaboración a mano de cada objeto de metal, desde campanillas de viento hasta soportes para palillos.
La centenaria técnica de fundición en arena no requiere cocción ni productos químicos. En primer lugar, los moldes de madera se cubren con una mezcla de arena, aceite y agua. A continuación, se retira el molde y el marco de arena recién fraguado se rellena con metal fundido.
Al final del proceso, la arena se descompone y se recicla, y los moldes pueden reutilizarse innumerables veces. Cualquier artículo dañado o residuo metálico también se funde y se vuelve a utilizar.
"Nos centramos en conservar esta tradición porque se cultivó en la ciudad de Takaoka y queremos transmitirla a la siguiente generación", afirma Sakina Ota, guía turística de Nousaku. "Creemos que es muy importante mostrar nuestra artesanía tradicional y también a los artesanos que la hacen".
Para compartir este aprecio por la fundición tradicional en arena, Nousaku ofrece un taller de fundición de metales en el que los visitantes pueden fabricar su propio objeto de estaño, como una taza de sake o un plato pequeño.
Celebración del otoño con los habitantes de Imizu
Todo viajero que vaya a Japón debería intentar ver alguno de los numerosos festivales locales del país. Estos actos que organiza la comunidad son una oportunidad única de presenciar las expresiones contemporáneas de las costumbres tradicionales japonesas.
En Imizu, el Festival Hojozu-hachimangu Shrine atrae a decenas de personas de toda la región a principios de octubre para honrar a los dioses del mar, que, según se cree, protegen la ciudad portuaria.
El festival, que comienza en el santuario sintoísta de la ciudad, se traslada después a las calles, y la deidad local incluso se une a él desde lo alto de un santuario portátil, que desfila al frente de una larga procesión de 13 carrozas hikiyama (que representan los 13 distritos de Imizu).
Estas carrozas hikiyama, que son imponentes estructuras talladas a mano, muy bien lacadas y equipadas con enormes ruedas de madera, son un preciado patrimonio cultural de Japón.
Mientras tiran de ellas a mano por las calles, se puede ver el increíble trabajo en equipo y la colaboración necesaria para llevarlas de un lado a otro, con jóvenes y mayores tirando y coreando juntos.
"Esta cultura sin forma se ha transmitido a través de los tiempos a padres, hijos e incluso nietos en forma de palabras y gestos", afirma Mitsuhiro Matsuyama, conservador del museo Shinminato de la ciudad de Imizu.
Incluso hay un toque de magia cuando cae la noche y las coloridas flores que coronan las carrozas hikiyama se sustituyen por farolillos de papel. La suave luz de los farolillos baña las calles con un resplandor etéreo, y la celebración continúa por la noche.
Para saber más, ve el episodio completo de Explore Sustainable Japan en el reproductor de arriba.