Una protesta de grupos de pensionistas, aficionados al fútbol, sindicatos y colectivos sociales condujo a choques con la Policía frente al Congreso de Argentina el miércoles. Lo que comenzó como una protesta pacífica contra las políticas económicas y sociales del Gobierno de Milei se tornó violenta cuando algunos manifestantes arrojaron piedras a las autoridades, que respondieron con cañones de agua, gas lacrimógeno y balas de goma, en una carga policial con la mayor violencia mostrada desde el comienzo de la presidencia de Javier Milei, que dejó más de un centenar de detenidos. Hay más de una veintena de heridos, según fuentes oficiales (o hasta más de 40 según algunos medios argentinos), entre ellos un fotógrafo que se encuentra en estado grave por el impacto en la cabeza de un cartucho de gas lacrimógeno.
Las protestas, celebradas semanalmente por los pensionistas en Buenos Aires, reivindican, entre otras cuestiones, una actualización de las pensiones para hacer frente a la inflación.
