El aguacero de la madrugada provocó un rápido aumento en el nivel del agua, que sumergió casas, arrasó carreteras y derrumbó puentes. Funcionarios de emergencia informaron que la inundación se formó en apenas cinco horas. Mokwa, un importante centro comercial para los agricultores del norte, vio cómo más de 3.000 residentes fueron desplazados y 500 hogares resultaron afectados.
Aunque las inundaciones estacionales no son inusuales en la región, la magnitud y la rapidez de este último desastre han generado preocupación sobre el creciente impacto del cambio climático en las zonas vulnerables de Nigeria.