{ "@context": "https://schema.org/", "@graph": [ { "@type": "NewsArticle", "mainEntityOfPage": { "@type": "Webpage", "url": "/2016/04/25/irak-el-frente-de-batalla-en-la-guerra-contra-el-daesh" }, "headline": "Irak: reportaje exclusivo desde el frente de la guerra contra el D\u00e1esh", "description": "El pasado 24 de marzo, las fuerzas iraqu\u00edes apoyadas por los milicianos peshmerga kurdos y por la coalici\u00f3n internacional, iniciaron su ofensiva", "articleBody": "El pasado 24 de marzo, las fuerzas iraqu\u00edes apoyadas por los milicianos peshmerga kurdos y por la coalici\u00f3n internacional, iniciaron su ofensiva contra el D\u00e1esh para retomar el control sobre la ciudad de Mosul, en manos del grupo Estado Isl\u00e1mico desde hace casi dos a\u00f1os. 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El D\u00e1esh se apoder\u00f3 de Mosul el 9 de junio de 2014. A partir de ah\u00ed ha destruido un sinn\u00famero de centros religiosos y sitios arqueol\u00f3gicos, cometiendo cr\u00edmenes de lesa humanidad contra todos los grupos \u00e9tnicos y religiosos, incluidos chi\u00edes, sun\u00edes, kurdos y yazid\u00edes. Desde Mosul, en Irak, y Raqqa, en Siria, el D\u00e1esh pretenden extenderse por toda la regi\u00f3n. Desde esta mezquita en Mosul, el l\u00edder yihadista Abu Bakr al-Baghdadi, en su primera y \u00fanica aparici\u00f3n p\u00fablica autoproclamo la creaci\u00f3n del califato \u201cEstado Isl\u00e1mico de Irak y del Levante\u201d. El mundo entero no daba cr\u00e9dito ante la rapidez con la que el D\u00e1esh extend\u00eda su barbarie. \u00bfPor qu\u00e9 el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed se bati\u00f3 en retirada y con qu\u00e9 cantidad de armas se hicieron los yihadistas? Atheel al Nojafi era el gobernador de Mosul cuando la ciudad cay\u00f3 en manos del D\u00e1esh. \u201cLas milicias del D\u00e1esh se hicieron con un arsenal valorado en m\u00e1s de tres mil millones de d\u00f3lares. Y eso s\u00f3lo en Mosul. Con esa enorme cantidad de armas podr\u00e1n resistir y dar batalla durante mucho tiempo. El Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed permiti\u00f3 la entrada del D\u00e1esh en la ciudad de Mosul, pensando que despu\u00e9s sus tropas podr\u00edan rodearla, combatir y derrotarles f\u00e1cilmente, pero por desgracia, este plan fracas\u00f3. Cuando pedimos ayuda a las fuerzas kurdas peshmerga para retomar Mosul, el ex primer ministro Nuri al-Maliki se opuso. Entonces, me puse en o con EE.UU, concretamente con Brett McGurk, del Departamento de Estado, me reun\u00ed con \u00e9l en la ciudad de Erbil, inform\u00e1ndole de que Mosul acabar\u00eda en manos de los yihadistas del Estado Isl\u00e1mico, pero \u00e9l no mostr\u00f3 ning\u00fan inter\u00e9s, y ni siquiera me dio una respuesta.\u201d Tras meses de preparativos, el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed en colaboraci\u00f3n con las fuerzas peshmerga kurdas y la Coalici\u00f3n Internacional liderada por Estados Unidos; decidieron que estaban listos para iniciar su batalla contra el D\u00e1esh, para tomar el control de Mosul y los pueblos de los alrededores. En la reuni\u00f3n tripartita para la liberaci\u00f3n de la provincia septentrional de N\u00ednive, la Coalici\u00f3n Internacional liderada por EE.UU. anunci\u00f3 que esas operaciones podr\u00edan concluir este a\u00f1o, pero el Comandante kurdo de las fuerzas peshmerga, Sirwan Barzani se muestra esc\u00e9ptico: \u201cLa Coalici\u00f3n Internacional no est\u00e1 mostrando el apoyo decisivo que necesitamos en la guerra contra el D\u00e1esh, cuyas milicias cuentan con toda una estructura sobre el terreno. El D\u00e1esh tiene ahora un Estado y su capital es la ciudad de Mosul. Pero adem\u00e1s tienen centros de entrenamiento militar, por lo tanto, tienen cierta capacidad operativa; y de la forma como est\u00e1 gestionando todo esto la Coalici\u00f3n Internacional, nunca podr\u00e1n derrotar al grupo Estado Isl\u00e1mico.\u201d Tras liberar algunos pueblos al sur de Mosul, las tropas iraqu\u00edes han recuperado la esperanza de vencer al Da\u00e9sh y recuperar el control de la ciudad. La situaci\u00f3n ha permitido al ministro de Defensa iraqu\u00ed, Khaled al Obeidi desplazarse hasta el distrito de Makhmur, para seguir de cerca las operaciones militares en la l\u00ednea del frente: \u201cTanto el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed como el pueblo de Irak est\u00e1n luchando contra el D\u00e1esh. La Coalici\u00f3n Internacional, nos proporciona un gran apoyo en esta guerra, y sin duda podemos decir que est\u00e1 jugando su papel de la mejor forma posible. Sin embargo, el verdadero reto vendr\u00e1 tras la victoria, pues necesitaremos desarrollo en nuestro pa\u00eds, una vez que derrotemos al grupo Estado Isl\u00e1mico.\u201d A pesar del avance de las fuerzas iraqu\u00edes y de la zona de seguridad que protege el distrito de Makhmur de los misiles del D\u00e1esh, el peligro sigue ah\u00ed. En cualquier momento, el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed y las fuerzas peshmerga pueden ser sorprendidos por un proyectil de mortero o un ataque con misiles Katyusha. O un coche bomba puede estallar en un cuartel causando muertos y heridos. \u201cLas milicias del D\u00e1esh utilizan a miles de personas que viven en Mosul como escudos humanos, lo que dificulta el avance del Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed, cuyas tropas progresan lentamente pues no pueden volverse contra su propio pueblo, explica Mohammed Shaikhibrahim.\u201d La avanzadilla militar del Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed y de las fuerzas peshmerga han constru\u00eddo estos cuarteles rode\u00e1ndolos de trincheras minadas y para proteger el distrito de Makhmur de una emboscada del D\u00e1esh, como nos cuenta el general Jotyar Saida: \u201cDurante la noche, hace una par de d\u00edas, tuvimos cinco ataques sucesivos del grupo Estado Isl\u00e1mico, pero logramos derrotarlos y expulsarlos del pueblo despu\u00e9s de matar a una docena. Puedo decir que el D\u00e1esh ahora mismo est\u00e1 a la defensiva, y cuenta principalmente con las minas terrestres, los coches bomba y los ataques suicida.\u201d Vamos ahora al frente com\u00fan de las fuerzas iraqu\u00edes y peshmerga, llegamos hasta la primera l\u00ednea defendida por los Peshmerga, en las fortificaciones que rodean a Makhmour. Una avanzadilla militar que funciona como un refuerzo para asegurar las fronteras de la regi\u00f3n del Kurdist\u00e1n. El fuego de mortero no est\u00e1 lejos, mientras preparamos la entrevista con el general peshmerga Omar Ghazali. \u201cEl Gobierno de Bagdad, siguiendo \u00f3rdenes del ex primer ministro Al Maliki y del actual primer ministro Al Abadi, ha suprimido el presupuesto para la regi\u00f3n del Kurdist\u00e1n y recortado los sueldos de los soldados peshmerga. Ni siquiera nos proporcionan armas.\u201d Las fuerzas kurdas no acompa\u00f1an al Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed en su misi\u00f3n de recuperar los pueblos de los alrededores. Y aunque su presencia aqu\u00ed es esencial, no van m\u00e1s all\u00e1 debido a las diferencias con el Gobierno de Bagdad. La misi\u00f3n de las fuerzas kurdas aqu\u00ed se limita a proteger las fronteras y a mantener a distancia a los yihadistas del Estado Isl\u00e1mico, para impedir que cometan ataques suicidas, sobre todo por la noche. Adem\u00e1s, las fuerzas kurdas proporcionan tambi\u00e9n apoyo log\u00edstico y militar en la l\u00ednea del frente, explica nuestro enviado especial. Los kurdos combaten contra el D\u00e1esh en un frente que abarca unos mil kil\u00f3metros, y que se extiende desde Rabia y Sinyar, en la frontera entre Siria e Irak, hasta el sur de Kirkuk. Seguimos nuestra ruta hasta otro puesto avanzado conocido como Sultan Abdullah, el nombre de un pueblo cercano ocupado por los yihadistas del grupo Estado Isl\u00e1mico. Este puesto es vital para las fuerzas kurdas en su batalla contra los yihadistas porque est\u00e1 cerca de Mosul y de otros pueblos tomados por el D\u00e1esh. En varias ocasiones ha intentado recuperar esta posici\u00f3n estrat\u00e9gica, en la l\u00ednea que une Kirkuk, Erbil y Mosul, pero no lo ha logrado. Aqu\u00ed se libraron encarnizados combates en los que el grupo Estado Isl\u00e1mico utiliz\u00f3 por primera vez armas qu\u00edmicas. Las fuerzas kurdas resisten porque si pierden esta posici\u00f3n, Erbil quedar\u00eda desprotegida y podr\u00eda caer en poder de los yihadistas. A veces, las fuerzas kurdas logran interceptar la radiofrecuencia del grupo Estado Isl\u00e1mico. Aunque los mensajes estan codificados, los peshmerga han aprendido a descifrarlos y burlar as\u00ed alg\u00fan que otro ataque. Los Peshmerga nos muestran otra de sus t\u00e1cticas para repeler a los yihadistas e impedir que crucen la frontera. Cubren el terreno de minas y las hacen estallar mediante un cable el\u00e9ctrico desde sus trincheras. El general Mohamed Asaad nos muestra las posiciones de los yihadistas alrededor de la avanzadilla kurda. Est\u00e1n a unos 800 metros. Mantienen una presi\u00f3n constante sobre las tropas kurdas, pero de momento no han logrado recuperar este puesto, a pesar de que todav\u00eda controlan otros pueblos alrededor. \u201cCuando vemos un movimiento del lado de los yihadistas, nuestras tropas disparan inmediatamente, pueden ser los francotiradores, o a veces con armas pesadas. Respondemos a cada ataque para impedir que penetren en nuestras posiciones, mediante ataques suicida.\u201d Durante la grabaci\u00f3n de este reportaje, los peshmerga detectaron a dos combatientes del D\u00e1esh, en seguida dispararon hacia ellos, con unas armas que tienen un alcance de hasta tres kil\u00f3metros. Esto es la rutina aqu\u00ed. Dejamos atr\u00e1s Sultan Abdullah y volvemos a Makhmur. Llegamos al campamento Black Tiger, el cuartel general de Sirwan Barzani, comandante de las fuerzas peshmerga en Makhmur. Nos explica el papel desempe\u00f1ado por sus tropas durante los dos a\u00f1os que han combatido contra los yihadistas del D\u00e1esh para recuperar ciudades estrat\u00e9gicas de Irak y Siria y proteger al pueblo kurdo confrontado a la tortura, los asesinatos y a una forma brutal de ocupaci\u00f3n. \u201cLas fuerzas peshmerga se encuentran desplegadas en una l\u00ednea de frente de unos mil kil\u00f3metros para combatir al D\u00e1esh, pero durante nuestra guerra contra los islamistas radicales, hemos afrontado todo tipo de t\u00e1cticas no convencionales, confirma Barzani. Por ello, necesitar\u00edamos equipamientos sofisticados como c\u00e1maras de vigilancia, radares y dispositivos de detecci\u00f3n de movimiento y de calor para localizarlos y evitar su avance. A pesar de la falta de equipamiento adecuado, nuestros soldados siguen resistiendo con un esp\u00edritu combativo, como ha podido ver usted mismo en el frente de batalla, sobre todo all\u00ed donde sufrimos un ataque de gas mostaza por primera vez desde que estall\u00f3 la guerra. Este sitio donde estamos fue atacado m\u00e1s de 36 veces por el D\u00e1esh sin que lograran avanzar ni un kil\u00f3metro hacia nuestras posiciones.\u201d Ahora nos desplazamos hacia la rica ciudad petrolera de Kirkuk, que fue ocupada durante mucho tiempo por los yihadistas del Estado Isl\u00e1mico antes de que los peshmerga y el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed pudieran recuperarla. La importancia de esta ciudad se refleja claramente en este mapa, pues marca la frontera entre Erbil y Bagdad. Su poblaci\u00f3n se compone de una mayor\u00eda kurda, de \u00e1rabes y turcomanos. Adem\u00e1s es la zona monta\u00f1osa m\u00e1s alta de la regi\u00f3n, y eso explica porqu\u00e9 el D\u00e1esh quer\u00eda mantenerla a toda costa bajo su dominio sin conseguirlo. Ahora Kirkuk est\u00e1 protegida por las tropas peshmerga desplegadas por las monta\u00f1as, cerca del distrito de Hawija, a unos cuantos kil\u00f3metros de donde el D\u00e1esh cuenta con numerosos combatientes. Nos acercamos a esta posici\u00f3n custodiada por el Movimiento de Liberaci\u00f3n Kurdo, aqu\u00ed est\u00e1 formado por algunos combatientes que han venido de Ir\u00e1n para ayudar a sus compa\u00f1eros del Kurdist\u00e1n iraqu\u00ed. Hussein Yazdan es uno de sus jefes militares: \u201cEl grupo Estado Isl\u00e1mico ha atacado todas las zonas del Kurdist\u00e1n y ha podido acercarse al distrito de Dibs, al oeste de Kirkuk. Esas zonas estaban bajo control del Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed, pero \u00e9ste se retir\u00f3 por orden de Al Maliki, dejando un poderoso armamento del que el D\u00e1esh se apoder\u00f3 y utiliz\u00f3 contra nosotros en esta guerra.\u201d No fue f\u00e1cil conseguir permiso para que pudi\u00e9ramos entrar aqu\u00ed. Los combatientes kurdos desconf\u00edan de las infiltraciones desde el intento de asesinato de uno de sus jefes hace unos meses. El jefe de esta unidad militar nos deja escuchar la grabaci\u00f3n de una de esas escaramuzas con el D\u00e1esh. La fe en la naci\u00f3n kurda y las constantes amenzas del D\u00e1esh les mantienen en pie de guerra. Est\u00e1n orgullosos de haber conseguido recuperar Kirkuk y de haber capturado una gran cantidad de armas del enemigo. Con los hombres combate un destacamento de mujeres kurdas decididas a vengar a las mujeres que fueron raptadas, violadas o asesinadas por los hombres del D\u00e1esh. Bien entrenadas y tan fuertes como los hombres, estas combatientes estan preparadas para pelear, resistir y evitar ser capturadas vivas. Su papel en esta guerra ha sido decisivo, sobre todo en las batallas de Kobane, Sinyar y en la reconquista de las zonas yazid\u00edes. Berevan Sadeqfar es una de esas mujeres soldado: \u201cA pesar de la fuerza y la brutalidad del D\u00e1esh, no han podido ocupar esta zona. Nuestros soldados, hombres y mujeres, han sacrificado mucho en la contienda. Yo voy a seguir luchando en esta guerra para vengar a todas las mujeres asesinadas por el D\u00e1esh.\u201d Mientras prosigue la batalla del Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed por retomar Mosul, las oleadas de desplazados se multiplican por las aldeas y pueblos donde se llevan a cabo operaciones militares. Testigo de esta huida, nuestra c\u00e1mara capt\u00f3 el momento en que algunos habitantes del pueblo de Al Nasir, escapaban de la guerra que se libra a escasos kil\u00f3metros. Algunos desplazados logran llegar a Makhmur, pero otros no tienen tanta suerte y mueren por los disparos de balas contra sus coches cuando intentan escapar de sus pueblos y hogares capturados por el D\u00e1esh hace m\u00e1s de dos a\u00f1os. Unos tres mil desplazados han llegado a Makhmur desde que empezaron las operaciones militares. Muchas familias con ni\u00f1os se han dispersado y algunos han perdido a sus familiares. Sin alimentos, atenci\u00f3n m\u00e9dica, ni un lugar adonde ir, estos refugiados afrontan un sinf\u00edn de padecimientos a pesar de los esfuerzos de las organizaciones humanitarias en la regi\u00f3n del Kurdist\u00e1n. \u201asamos hambre y sed, dice una mujer iraqu\u00ed desplazada. Esto es una tortura, nos sentimos prisioneros. Tenemos miedo, caen bombas por todas partes.\u201d Las autoridades kurdas separan a los hombres de las mujeres al llegar aqu\u00ed. Comprueban adem\u00e1s la identidad de todos los reci\u00e9n llegados, verifican los documentos de identidad, para evitar que entre los desplazados pueda infiltrarse alg\u00fan miembro del D\u00e1esh. Hoy al fin podemos acompa\u00f1ar al Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed a Khurbardan, un pueblo liberado hace tan s\u00f3lo un par de d\u00edas. Avanzamos hacia el frente de batalla por una zona todav\u00eda extremadamente peligrosa. Khurbardan est\u00e1 a s\u00f3lo 10 kil\u00f3metros al suroeste de Makhmour, en las llanuras de una zona rural. Cruzamos ahora la \u00faltima l\u00ednea de protecci\u00f3n y nos adentramos en un espacio abierto en el que las milicias del D\u00e1esh, podr\u00edan aparecer en cualquier momento. A partir de aqu\u00ed nada es seguro. Desde el coche vemos que unos soldados iraqu\u00edes nos advierten del peligro inminente. Hace apenas unas horas ha estallado una mina antipersona en la carretera. El oficial del Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed que nos gu\u00eda se acerca a pie hasta el lugar de la explosi\u00f3n para asegurarse de que no hay muertos, ni heridos. Y se informa sobre el estado de la carretera. Finalmente llegamos a las afueras de Khurbardan, destru\u00edda totalmente por los combates entre el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed y el grupo Estado Isl\u00e1mico. Aqu\u00ed yacen los cuerpos de algunos yihadistas sin enterrar. \u201cKhurbardan est\u00e1 considerado por el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed como uno de los peores frentes de batalla. La zona est\u00e1 expuesta a proyectiles de mortero, y tenemos estrictas indicaciones de los militares que nos acompa\u00f1an de ser extremadamente prudentes, y nos dicen que tengamos cuidado con las minas antipersona que est\u00e1n diseminadas por todas partes\u201d, explica nuestro enviado especial, Mohammed Shaikhibrahim. Un ret\u00e9n de militares iraqu\u00edes nos da las consignas de seguridad: No alejarse de la zona y estar atentos a una posible emboscada. El general iraqu\u00ed Raed Hakim recuerda una de las \u00faltimas contiendas: \u201cEn la batalla murieron dos de nuestros compa\u00f1eros soldados. Hubo heridos y a pesar de todo tenemos \u00e1nimos para lograr m\u00e1s victorias y retomar el control sobre todo el territorio iraqu\u00ed. Entonces todos los desplazados podr\u00e1n regresar a sus casas y esperamos podremos vivir en paz en nuestro pa\u00eds, igual que en cualquier otro pa\u00eds en el mundo.\u201d Una de las t\u00e1cticas de guerrilla m\u00e1s utilizadas por el D\u00e1esh es la emboscada a trav\u00e9s de t\u00faneles por los que huir y en los que puede acechar un atacante suicida. Nos adentramos en uno de esos t\u00faneles. \u201ara el Ej\u00e9rcito iraqu\u00ed los t\u00faneles constituyen un gran desaf\u00edo, asegura Shaikhibrahim. Los del D\u00e1esh excavan estos t\u00faneles para moverse f\u00e1cilmente de una casa a otra y para resguardarse de un eventual ataque a\u00e9reo.\u201d En el pueblo reina el silencio sus 300 habitantes han huido. El testimonio de un soldado iraqu\u00ed: \u201cCuando atacamos a los combatientes del grupo Estado Isl\u00e1mico, se escaparon por este t\u00fanel, de un kil\u00f3metro y medio, y salieron por el otro lado. Hay muchos t\u00faneles como \u00e9ste y otros m\u00e1s que conectan las casas.\u201d Con un campo de batalla todav\u00eda humeante, nos adentramos en este pueblo fantasma\u2026 En la mezquita de la aldea, entre sangre, escombros y casquillos de bala, quedan los restos mortales de un yihadista suicida que cinco d\u00edas antes se enfrent\u00f3 a un grupo de soldados iraqu\u00edes. Le dispararon, pero sigui\u00f3 hacia la mezquita y prefiri\u00f3 hacer estallar su cintur\u00f3n de explosivos antes que rendirse. Hablamos con otro soldado iraqu\u00ed en Khurbardan. Sabe que la lucha contra los yihadistas en Irak ser\u00e1 larga y dura. \u201cNuestros soldados tienen los \u00e1nimos muy altos. Son verdaderos h\u00e9roes y estamos listos para m\u00e1s batallas en esta guerra. Esperamos seguir venci\u00e9ndoles y borrar su existencia de este mundo.\u201d La misma determinaci\u00f3n muestra la unidad de mujeres Peshmerga de Kirkuk. Naishteman tiene 19 a\u00f1os. Naci\u00f3 en una familia revolucionaria kurda y est\u00e1 decidida a ser una combatiente de primera l\u00ednea en la guerra contra los yihadistas del Estado Isl\u00e1mico. Se acaba de casar y su marido tambi\u00e9n est\u00e1 en el frente. Su prioridad es defender su tierra. \u201cEn alguna batalla dispar\u00e9 a combatientes del D\u00e1esh, unos murieron y otros resultaron heridos, dice Naishteman. Defendemos esta l\u00ednea del frente porque los yihadistas siguen atacando. Mi vida personal y mi vida como soldado est\u00e1n conectadas, pero mi sue\u00f1o es vivir libre y en paz con mi familia. Es todo lo que deseo\u201d. 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Irak: reportaje exclusivo desde el frente de la guerra contra el Dáesh

Irak: reportaje exclusivo desde el frente de la guerra contra el Dáesh
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Por Mohammed Shaikhibrahim con Beatriz Beiras & escarlata sanchez
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El pasado 24 de marzo, las fuerzas iraquíes apoyadas por los milicianos peshmerga kurdos y por la coalición internacional, iniciaron su ofensiva

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El pasado 24 de marzo, las fuerzas iraquíes apoyadas por los milicianos peshmerga kurdos y por la coalición internacional, iniciaron su ofensiva contra el Dáesh para retomar el control sobre la ciudad de Mosul, en manos del grupo Estado Islámico desde hace casi dos años.

El gran despliegue que trata de abrir camino al avance del Ejército iraquí, y que recibe el nombre de “Al Fatah”, se enfrenta a la dura resistencia del grupo yihadista, que ha convertido Mosul en la capital del autoproclamado califato en Irak.

Mohammed Shaikhibrahim, enviado especial de euronews, ha seguido estas operaciones militares, para liberar la provincia de Nínive, en la línea del frente.

Aquí se libra un particular tipo de contienda en la que los yihadistas del Dáesh alternan tácticas de guerrilla, con ataques suicidas, además de los proyectiles de mortero. De ahí la dificultad de asediar al adversario en su retaguardia. Un enemigo que podría incluso utilizar armas químicas.

Situada en el norte de Irak, Mosul es la segunda ciudad más grande del país. En el flanco sur de este bastión yihadista, el Dáesh mantiene un férreo control sobre los pueblos de alrededor.

El Dáesh se apoderó de Mosul el 9 de junio de 2014. A partir de ahí ha destruido un sinnúmero de centros religiosos y sitios arqueológicos, cometiendo crímenes de lesa humanidad contra todos los grupos étnicos y religiosos, incluidos chiíes, suníes, kurdos y yazidíes.

Desde Mosul, en Irak, y Raqqa, en Siria, el Dáesh pretenden extenderse por toda la región.

Desde esta mezquita en Mosul, el líder yihadista Abu Bakr al-Baghdadi, en su primera y única aparición pública autoproclamo la creación del califato “Estado Islámico de Irak y del Levante”.

El mundo entero no daba crédito ante la rapidez con la que el Dáesh extendía su barbarie.

¿Por qué el Ejército iraquí se batió en retirada y con qué cantidad de armas se hicieron los yihadistas? Atheel al Nojafi era el gobernador de Mosul cuando la ciudad cayó en manos del Dáesh.

“Las milicias del Dáesh se hicieron con un arsenal valorado en más de tres mil millones de dólares. Y eso sólo en Mosul. Con esa enorme cantidad de armas podrán resistir y dar batalla durante mucho tiempo. El Ejército iraquí permitió la entrada del Dáesh en la ciudad de Mosul, pensando que después sus tropas podrían rodearla, combatir y derrotarles fácilmente, pero por desgracia, este plan fracasó. Cuando pedimos ayuda a las fuerzas kurdas peshmerga para retomar Mosul, el ex primer ministro Nuri al-Maliki se opuso. Entonces, me puse en o con EE.UU, concretamente con Brett McGurk, del Departamento de Estado, me reuní con él en la ciudad de Erbil, informándole de que Mosul acabaría en manos de los yihadistas del Estado Islámico, pero él no mostró ningún interés, y ni siquiera me dio una respuesta.”

Tras meses de preparativos, el Ejército iraquí en colaboración con las fuerzas peshmerga kurdas y la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos; decidieron que estaban listos para iniciar su batalla contra el Dáesh, para tomar el control de Mosul y los pueblos de los alrededores.

En la reunión tripartita para la liberación de la provincia septentrional de Nínive, la Coalición Internacional liderada por EE.UU. anunció que esas operaciones podrían concluir este año, pero el Comandante kurdo de las fuerzas peshmerga, Sirwan Barzani se muestra escéptico:

“La Coalición Internacional no está mostrando el apoyo decisivo que necesitamos en la guerra contra el Dáesh, cuyas milicias cuentan con toda una estructura sobre el terreno. El Dáesh tiene ahora un Estado y su capital es la ciudad de Mosul. Pero además tienen centros de entrenamiento militar, por lo tanto, tienen cierta capacidad operativa; y de la forma como está gestionando todo esto la Coalición Internacional, nunca podrán derrotar al grupo Estado Islámico.”

Tras liberar algunos pueblos al sur de Mosul, las tropas iraquíes han recuperado la esperanza de vencer al Daésh y recuperar el control de la ciudad.

La situación ha permitido al ministro de Defensa iraquí, Khaled al Obeidi desplazarse hasta el distrito de Makhmur, para seguir de cerca las operaciones militares en la línea del frente:

“Tanto el Ejército iraquí como el pueblo de Irak están luchando contra el Dáesh. La Coalición Internacional, nos proporciona un gran apoyo en esta guerra, y sin duda podemos decir que está jugando su papel de la mejor forma posible. Sin embargo, el verdadero reto vendrá tras la victoria, pues necesitaremos desarrollo en nuestro país, una vez que derrotemos al grupo Estado Islámico.”

A pesar del avance de las fuerzas iraquíes y de la zona de seguridad que protege el distrito de Makhmur de los misiles del Dáesh, el peligro sigue ahí. En cualquier momento, el Ejército iraquí y las fuerzas peshmerga pueden ser sorprendidos por un proyectil de mortero o un ataque con misiles Katyusha. O un coche bomba puede estallar en un cuartel causando muertos y heridos.

“Las milicias del Dáesh utilizan a miles de personas que viven en Mosul como escudos humanos, lo que dificulta el avance del Ejército iraquí, cuyas tropas progresan lentamente pues no pueden volverse contra su propio pueblo, explica Mohammed Shaikhibrahim.”

La avanzadilla militar del Ejército iraquí y de las fuerzas peshmerga han construído estos cuarteles rodeándolos de trincheras minadas y para proteger el distrito de Makhmur de una emboscada del Dáesh, como nos cuenta el general Jotyar Saida:

“Durante la noche, hace una par de días, tuvimos cinco ataques sucesivos del grupo Estado Islámico, pero logramos derrotarlos y expulsarlos del pueblo después de matar a una docena. Puedo decir que el Dáesh ahora mismo está a la defensiva, y cuenta principalmente con las minas terrestres, los coches bomba y los ataques suicida.”

Vamos ahora al frente común de las fuerzas iraquíes y peshmerga, llegamos hasta la primera línea defendida por los Peshmerga, en las fortificaciones que rodean a Makhmour.

Una avanzadilla militar que funciona como un refuerzo para asegurar las fronteras de la región del Kurdistán.

El fuego de mortero no está lejos, mientras preparamos la entrevista con el general peshmerga Omar Ghazali.

“El Gobierno de Bagdad, siguiendo órdenes del ex primer ministro Al Maliki y del actual primer ministro Al Abadi, ha suprimido el presupuesto para la región del Kurdistán y recortado los sueldos de los soldados peshmerga. Ni siquiera nos proporcionan armas.”

Las fuerzas kurdas no acompañan al Ejército iraquí en su misión de recuperar los pueblos de los alrededores. Y aunque su presencia aquí es esencial, no van más allá debido a las diferencias con el Gobierno de Bagdad.

La misión de las fuerzas kurdas aquí se limita a proteger las fronteras y a mantener a distancia a los yihadistas del Estado Islámico, para impedir que cometan ataques suicidas, sobre todo por la noche. Además, las fuerzas kurdas proporcionan también apoyo logístico y militar en la línea del frente, explica nuestro enviado especial.

Los kurdos combaten contra el Dáesh en un frente que abarca unos mil kilómetros, y que se extiende desde Rabia y Sinyar, en la frontera entre Siria e Irak, hasta el sur de Kirkuk.

Seguimos nuestra ruta hasta otro puesto avanzado conocido como Sultan Abdullah, el nombre de un pueblo cercano ocupado por los yihadistas del grupo Estado Islámico.

Este puesto es vital para las fuerzas kurdas en su batalla contra los yihadistas porque está cerca de Mosul y de otros pueblos tomados por el Dáesh.

En varias ocasiones ha intentado recuperar esta posición estratégica, en la línea que une Kirkuk, Erbil y Mosul, pero no lo ha logrado.

Aquí se libraron encarnizados combates en los que el grupo Estado Islámico utilizó por primera vez armas químicas.

Las fuerzas kurdas resisten porque si pierden esta posición, Erbil quedaría desprotegida y podría caer en poder de los yihadistas.

A veces, las fuerzas kurdas logran interceptar la radiofrecuencia del grupo Estado Islámico. Aunque los mensajes estan codificados, los peshmerga han aprendido a descifrarlos y burlar así algún que otro ataque.

Los Peshmerga nos muestran otra de sus tácticas para repeler a los yihadistas e impedir que crucen la frontera. Cubren el terreno de minas y las hacen estallar mediante un cable eléctrico desde sus trincheras.

El general Mohamed Asaad nos muestra las posiciones de los yihadistas alrededor de la avanzadilla kurda. Están a unos 800 metros.

Mantienen una presión constante sobre las tropas kurdas, pero de momento no han logrado recuperar este puesto, a pesar de que todavía controlan otros pueblos alrededor.

“Cuando vemos un movimiento del lado de los yihadistas, nuestras tropas disparan inmediatamente, pueden ser los francotiradores, o a veces con armas pesadas. Respondemos a cada ataque para impedir que penetren en nuestras posiciones, mediante ataques suicida.”

Durante la grabación de este reportaje, los peshmerga detectaron a dos combatientes del Dáesh, en seguida dispararon hacia ellos, con unas armas que tienen un alcance de hasta tres kilómetros. Esto es la rutina aquí.

Dejamos atrás Sultan Abdullah y volvemos a Makhmur. Llegamos al campamento Black Tiger, el cuartel general de Sirwan Barzani, comandante de las fuerzas peshmerga en Makhmur. Nos explica el papel desempeñado por sus tropas durante los dos años que han combatido contra los yihadistas del Dáesh para recuperar ciudades estratégicas de Irak y Siria y proteger al pueblo kurdo confrontado a la tortura, los asesinatos y a una forma brutal de ocupación.

“Las fuerzas peshmerga se encuentran desplegadas en una línea de frente de unos mil kilómetros para combatir al Dáesh, pero durante nuestra guerra contra los islamistas radicales, hemos afrontado todo tipo de tácticas no convencionales, confirma Barzani. Por ello, necesitaríamos equipamientos sofisticados como cámaras de vigilancia, radares y dispositivos de detección de movimiento y de calor para localizarlos y evitar su avance. A pesar de la falta de equipamiento adecuado, nuestros soldados siguen resistiendo con un espíritu combativo, como ha podido ver usted mismo en el frente de batalla, sobre todo allí donde sufrimos un ataque de gas mostaza por primera vez desde que estalló la guerra. Este sitio donde estamos fue atacado más de 36 veces por el Dáesh sin que lograran avanzar ni un kilómetro hacia nuestras posiciones.”

Ahora nos desplazamos hacia la rica ciudad petrolera de Kirkuk, que fue ocupada durante mucho tiempo por los yihadistas del Estado Islámico antes de que los peshmerga y el Ejército iraquí pudieran recuperarla.

La importancia de esta ciudad se refleja claramente en este mapa, pues marca la frontera entre Erbil y Bagdad. Su población se compone de una mayoría kurda, de árabes y turcomanos.

Además es la zona montañosa más alta de la región, y eso explica porqué el Dáesh quería mantenerla a toda costa bajo su dominio sin conseguirlo. Ahora Kirkuk está protegida por las tropas peshmerga desplegadas por las montañas, cerca del distrito de Hawija, a unos cuantos kilómetros de donde el Dáesh cuenta con numerosos combatientes.

Nos acercamos a esta posición custodiada por el Movimiento de Liberación Kurdo, aquí está formado por algunos combatientes que han venido de Irán para ayudar a sus compañeros del Kurdistán iraquí. Hussein Yazdan es uno de sus jefes militares:

“El grupo Estado Islámico ha atacado todas las zonas del Kurdistán y ha podido acercarse al distrito de Dibs, al oeste de Kirkuk. Esas zonas estaban bajo control del Ejército iraquí, pero éste se retiró por orden de Al Maliki, dejando un poderoso armamento del que el Dáesh se apoderó y utilizó contra nosotros en esta guerra.”

No fue fácil conseguir permiso para que pudiéramos entrar aquí. Los combatientes kurdos desconfían de las infiltraciones desde el intento de asesinato de uno de sus jefes hace unos meses.

El jefe de esta unidad militar nos deja escuchar la grabación de una de esas escaramuzas con el Dáesh.

La fe en la nación kurda y las constantes amenzas del Dáesh les mantienen en pie de guerra.

Están orgullosos de haber conseguido recuperar Kirkuk y de haber capturado una gran cantidad de armas del enemigo.

Con los hombres combate un destacamento de mujeres kurdas decididas a vengar a las mujeres que fueron raptadas, violadas o asesinadas por los hombres del Dáesh.

Bien entrenadas y tan fuertes como los hombres, estas combatientes estan preparadas para pelear, resistir y evitar ser capturadas vivas. Su papel en esta guerra ha sido decisivo, sobre todo en las batallas de Kobane, Sinyar y en la reconquista de las zonas yazidíes. Berevan Sadeqfar es una de esas mujeres soldado:

“A pesar de la fuerza y la brutalidad del Dáesh, no han podido ocupar esta zona. Nuestros soldados, hombres y mujeres, han sacrificado mucho en la contienda. Yo voy a seguir luchando en esta guerra para vengar a todas las mujeres asesinadas por el Dáesh.”

Mientras prosigue la batalla del Ejército iraquí por retomar Mosul, las oleadas de desplazados se multiplican por las aldeas y pueblos donde se llevan a cabo operaciones militares.

Testigo de esta huida, nuestra cámara captó el momento en que algunos habitantes del pueblo de Al Nasir, escapaban de la guerra que se libra a escasos kilómetros.

Algunos desplazados logran llegar a Makhmur, pero otros no tienen tanta suerte y mueren por los disparos de balas contra sus coches cuando intentan escapar de sus pueblos y hogares capturados por el Dáesh hace más de dos años.

Unos tres mil desplazados han llegado a Makhmur desde que empezaron las operaciones militares. Muchas familias con niños se han dispersado y algunos han perdido a sus familiares.

Sin alimentos, atención médica, ni un lugar adonde ir, estos refugiados afrontan un sinfín de padecimientos a pesar de los esfuerzos de las organizaciones humanitarias en la región del Kurdistán.

“Pasamos hambre y sed, dice una mujer iraquí desplazada. Esto es una tortura, nos sentimos prisioneros. Tenemos miedo, caen bombas por todas partes.”

Las autoridades kurdas separan a los hombres de las mujeres al llegar aquí. Comprueban además la identidad de todos los recién llegados, verifican los documentos de identidad, para evitar que entre los desplazados pueda infiltrarse algún miembro del Dáesh.

Hoy al fin podemos acompañar al Ejército iraquí a Khurbardan, un pueblo liberado hace tan sólo un par de días. Avanzamos hacia el frente de batalla por una zona todavía extremadamente peligrosa.

Khurbardan está a sólo 10 kilómetros al suroeste de Makhmour, en las llanuras de una zona rural.

Cruzamos ahora la última línea de protección y nos adentramos en un espacio abierto en el que las milicias del Dáesh, podrían aparecer en cualquier momento. A partir de aquí nada es seguro.

Desde el coche vemos que unos soldados iraquíes nos advierten del peligro inminente. Hace apenas unas horas ha estallado una mina antipersona en la carretera.

El oficial del Ejército iraquí que nos guía se acerca a pie hasta el lugar de la explosión para asegurarse de que no hay muertos, ni heridos. Y se informa sobre el estado de la carretera.

Finalmente llegamos a las afueras de Khurbardan, destruída totalmente por los combates entre el Ejército iraquí y el grupo Estado Islámico. Aquí yacen los cuerpos de algunos yihadistas sin enterrar.

“Khurbardan está considerado por el Ejército iraquí como uno de los peores frentes de batalla. La zona está expuesta a proyectiles de mortero, y tenemos estrictas indicaciones de los militares que nos acompañan de ser extremadamente prudentes, y nos dicen que tengamos cuidado con las minas antipersona que están diseminadas por todas partes”, explica nuestro enviado especial, Mohammed Shaikhibrahim.

Un retén de militares iraquíes nos da las consignas de seguridad: No alejarse de la zona y estar atentos a una posible emboscada. El general iraquí Raed Hakim recuerda una de las últimas contiendas:

“En la batalla murieron dos de nuestros compañeros soldados. Hubo heridos y a pesar de todo tenemos ánimos para lograr más victorias y retomar el control sobre todo el territorio iraquí. Entonces todos los desplazados podrán regresar a sus casas y esperamos podremos vivir en paz en nuestro país, igual que en cualquier otro país en el mundo.”

Una de las tácticas de guerrilla más utilizadas por el Dáesh es la emboscada a través de túneles por los que huir y en los que puede acechar un atacante suicida. Nos adentramos en uno de esos túneles.

“Para el Ejército iraquí los túneles constituyen un gran desafío, asegura Shaikhibrahim. Los del Dáesh excavan estos túneles para moverse fácilmente de una casa a otra y para resguardarse de un eventual ataque aéreo.”

En el pueblo reina el silencio sus 300 habitantes han huido. El testimonio de un soldado iraquí:

“Cuando atacamos a los combatientes del grupo Estado Islámico, se escaparon por este túnel, de un kilómetro y medio, y salieron por el otro lado. Hay muchos túneles como éste y otros más que conectan las casas.”

Con un campo de batalla todavía humeante, nos adentramos en este pueblo fantasma…

En la mezquita de la aldea, entre sangre, escombros y casquillos de bala, quedan los restos mortales de un yihadista suicida que cinco días antes se enfrentó a un grupo de soldados iraquíes. Le dispararon, pero siguió hacia la mezquita y prefirió hacer estallar su cinturón de explosivos antes que rendirse.

Hablamos con otro soldado iraquí en Khurbardan. Sabe que la lucha contra los yihadistas en Irak será larga y dura.

“Nuestros soldados tienen los ánimos muy altos. Son verdaderos héroes y estamos listos para más batallas en esta guerra. Esperamos seguir venciéndoles y borrar su existencia de este mundo.”

La misma determinación muestra la unidad de mujeres Peshmerga de Kirkuk. Naishteman tiene 19 años. Nació en una familia revolucionaria kurda y está decidida a ser una combatiente de primera línea en la guerra contra los yihadistas del Estado Islámico. Se acaba de casar y su marido también está en el frente. Su prioridad es defender su tierra.

“En alguna batalla disparé a combatientes del Dáesh, unos murieron y otros resultaron heridos, dice Naishteman. Defendemos esta línea del frente porque los yihadistas siguen atacando. Mi vida personal y mi vida como soldado están conectadas, pero mi sueño es vivir libre y en paz con mi familia. Es todo lo que deseo”.

Naishteman se alistó hace un año y quien sabe cuando podrá volver a colgar el fusil.

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