La sensación japonesa, Tatsuru Saito, caía en la final de más de 100 kilos ante el cubano Andy Granda.
PUBLICIDADEl séptimo día del Campeonato del Mundo de Judo en Taskent regaló un gran momento de comunión entre los campeones de este martes y sus muchos iradores. El héroe uzbeko, Muzaffarbek Turoboyev, comprobó en primera persona el amor que le profesan los amantes del judo en este país.
Ya dentro del Humo Arena llegaba por fin el momento de los pesos pesados. Romane Dicko, una de las judocas más destacadas de más de 78, tuvo su día. A base de grandes lanzamientos, combinados con un efectivo trabajo de suelo, la sa fue superando rondas hasta llegar a la gran final de esta categoría.
Allí le esperaba la brasileña Beatriz Souza, en busca, como Dicko, de su primer título mundial. Un combate entre especialistas del lanzamiento muy celebrado desde las gradas, que acabaría cayendo del lado de Dicko. La sa alcanzaba la gloria mundial en la que es su primera participación en un semejante evento. Dicko conseguía además con su proeza el primer oro para el equipo francés en Taskent.
El tesorero general de la Federación Internacional de Judo, Naser Al Tamimi, entrega la medallas.
"Mi sensación ahora es la de que lo he conseguido", contaba una emocionada Dicko. "No había luchado antes en un Campeonato del Mundo, era mi primera vez, y realmente quería volver a casa con una medalla, con una de oro. Lo he conseguido, así que me siento muy orgullosa".
Cuba, al fin
En más de 100 kilos, todo el mundo estaba pendiente de un judoca en concreto, Tatsuru Saito. Existe una gran expectación en el mundo del judo en torno al japonés, y estaba por ver si Taskent sería o no un buen lugar para demostrar lo que se dice de él.
Su rival en la final iba a ser el cubano Andy Granda, hoy por hoy en el mejor momento de su vida, y verdugo entre otros del neerlandés Roy Meyer o del georgiano Guram Tushishvili.
Tras un combate muy táctico, la victoria final caía del lado de Granda, que llevaba a un cubano a lo más alto de un podio mundial por primera vez en nueve años. El miembro del Comité Ejecutivo de la FIJ y presidente del Kodokan, Haruki Uemura, colgaba a Granda su preciado oro.
"Gracias a la Federación Internacional de Judo, el equipo cubano ha estado entrenando en Hungría durante tres meses, así que me gustaría dedicar mi medalla a la FIJ, por la ayuda que me han prestado", decía después el campeón.
El presidente de la misma, Marius Vizer, y Shin Tomooka, director ejecutivo de FUJI TV, firmaron por su parte un contrato por los derechos de transmisión para promover el judo en todo Japón y en todo el mundo.
El Campeonato del Mundo de Taskent concluye con siete nuevos campeones y con un buen número de imágenes para el recuerdo. La fusión entre la espectacularidad de los combates y la entrega del público han hecho de este evento algo muy especial.
Mañana, turno para la competición mundial por equipos. Los judocas de los distintos países vuelven a pisar el tatami, pero esta vez como equipo. Una nueva jornada inolvidable con la que Taskent se despedirá hasta la próxima.